Valencia

Defendía que Bin Laden representaba "un estilo irrepetible de lucha contra el capitalismo" y animaba a sus seguidores en redes sociales a matar obispos, violar monjas y fusilar empresarios. Durante años, difundió vídeos de extrema violencia con mensajes contra diversos colectivos y enseñaba a hacer explosivos caseros con una botella y gasolina.

"Voy a enseñarles cómo hacer sacrificios. Esto es una botella de un litro, la llenamos con medio litro de gasolina, metemos un trapo, luego buscamos un puente, si puede ser que tenga vías para que pase el tren. Cuando pase cogemos el mechero y le prendemos fuego, que es lo que quiere el mercado. Ánimo parados, a sacrificar".

El autor es Ángel B.G., un vecino de Vall d'Uixó, un municipio de 31.000 habitantes de Castellón, que se esconde tras el perfil Angelillo de Uixó en diversas redes sociales y plataformas digitales.

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Entre 2010 y 2013, creó un blog y un perfil en YouTube por los que acaba de ser condenado a seis meses de prisión por un delito de incitación al odio y al pago de una multa de 1.860 euros

Sus vídeos son una alegoría del odio y en muchos de ellos aparecía con una metralleta, cócteles molotov y rindiendo culto a grupos terroristas. Sus defensores, en cambio, mantienen que es "inofensivo" y que recurrió a la "sátira" para denunciar los abusos del sistema.

El 20 de abril de 2013, Angelillo escribió en redes sociales que era "terrorista" y buscaba "ollas a presión" para atentar contra "guardias civiles, jueces y fiscales" durante la celebración del Maratón de Madrid. Su intención era provocar "un montón de muertes para defender la Justicia" e incluso relató cómo disparar "ráfagas matando a los maratonianos".

"Paz a la terrorista y a masacrar al pueblo, que se desangre, que no quede ningún ciudadano no revolucionario", aseguró en uno de sus vídeos.

Unos meses antes, en enero, difundió otra publicación en la que aparece un perro esquelético al que llama Miguel Ángel Blanco y muestra cómo se muere. "48 horas para Miguel Ángel", escribió mientras enseñaba las fotografías de un perro en mal estado.

El animal estaba moribundo y muy delgado, y le llamó como al concejal del PP de Ermua asesinado por ETA porque veía "en esa bestia un mártir como el liberal".

Sobre el perro, relató cómo se aferraba "a un hilo de vida, agoniza y finalmente muere". El youtuber de Castellón aludía incluso a "su carne maloliente y rancia, semidescompuesta".

La Fiscalía también acusó a Ángel B. de maltrato de animal doméstico por este vídeo, pero finalmente la Audiencia de Castellón le ha absuelto al no quedar acreditado el uso de la violencia, según consta en la sentencia, notificada el pasado mes de junio y a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.

7 años de retraso

Los hechos ocurrieron entre 2010 y 2013, pero el juicio contra Angelillo no se celebró hasta el 30 de junio de 2020, siete años después de ser detenido por la Guardia Civil y puesto a disposición judicial.

El retraso es tan injustificado que la Audiencia de Castellón ha rebajado la condena a seis meses de prisión por dilaciones indebidas. La defensa del youtuber denunció la violación de sus derechos y solicitó que el caso volviese a la fase de investigación para someterse a un nuevo juicio. Pero ninguno de sus argumentos ha prosperado y los tribunales han ratificado que las expresiones sobrepasan el derecho a la libertad de expresión.

"No cabe ninguna duda de que los mentados escritos y videos fueron publicados conscientemente con clara intencionalidad de mostrar su profunda inquina hacia determinados colectivos, con la finalidad de que su mensaje llegara a un sin fin de personas, y con plena conciencia de que ello podía provocar acciones violentas por parte de algunos receptores de dichas publicaciones", ha concluido ahora el tribunal.

Su detención fue una de las operaciones policiales más mediáticas del año en Castellón y el youtuber ofreció diversas entrevistas en televisión en las que justificaba los mensajes. Aseguró que Angelillo era un personaje inventado y se trataba todo de "una parodia que critica la realidad en la que vivimos, y pretende invitar a la reflexión".

El 'youtuber' de Castellón durante una entrevista en televisión.

Respecto al video en el que mostraba cómo moría un perro, defendió que "sufría lesmaniosis y ninguna protectora de animales quiso hacerse cargo de él". En el momento de su detención, Angelillo tenía 38 años y llevaba cuatro en paro.

La sentencia recoge que "el acusado publicó distintos videos y post en los que mostraba su animadversión a distintos colectivos y grupos sociales, incitando a sus observadores a la comisión de acciones violentas contra determinados agentes sociales".

En este sentido, destaca el que "animaba al asesinato del entonces alcalde de Vall d'Uixó", Óscar Clavell, en la actualidad diputado del PP en el Congreso, "así como también en el que efectúa un alegato a las muertes de guardias civiles, jueces, fiscales, al gobierno y al Rey".

Unas afirmaciones en las que puso de manifiesto "claramente su repulsión hacia dichos colectivos, llegando, incluso, en algunos videos a esgrimir una escopeta o explicar cómo hacer un cóctel molotov, lo que denotó realismo a sus manifestaciones y publicaciones".

El agente de la Guardia Civil que dirigió la investigación y revisó los vídeos declaró que las imágenes "llegaron a un grupo importante de ciudadanos", por lo que "no cabe ninguna duda de que los mentados escritos y videos fueron publicados conscientemente con clara intencionalidad de mostrar su profunda inquina hacia determinados colectivos, con la finalidad de que su mensaje llegara a un sin fin de personas".

Todo, "con plena conciencia de que ello podía provocar acciones violentas

por parte de algunos receptores de dichas publicaciones".

Un divulgador

Angelillo sigue dando charlas y difundiendo bulos, pero ha moderado muchísimo sus mensajes. Ahora ofrece conferencias en las que divulga teorías conspiratorias y denuncia que "la sátira se ha convertido en delito". En 2018, fue invitado por el Casal Popular de Castellón para dar un coloquio sobre las crisis y la clase media.

'Angelillo' muestra el cartel de la charla que dio en 2018 en una foto publicada en su blog.

Durante la charla, abordó "la falta de recursos económicos que ha provocado situaciones dramáticas en muchos hogares" y lamentó que la voz de la clase media "apenas se escucha o se silencia".

La organización defendió que Ángel es un "parado de larga duración" y defendió su sacrifico "por sacar fruto de la tierra y buscar arraigo en la población".

Un año después, en 2019, Angelillo dio otra charla en la biblioteca municipal de Vall d'Uixó en la que denunció la pérdida de sus "derechos esenciales" y un "linchamiento público". Al acto asistió la concejal de Educación, y primera teniente de alcalde del Ayuntamiento, Carmen García (Izquierda Unida), según informó la prensa local.

Ángel sigue defendiendo que es un divulgador que quiso aprovechar las redes sociales para mostrar su disconformidad con el sistema.