El hombre detenido el miércoles por la desaparición de su expareja, Juana Canal, ha confesado a los investigadores que la mató, según han informado a Efe fuentes próximas a la investigación. Juana Canal fue desaparecida hace 19 años, en febrero de 2003, en Ciudad Lineal (Madrid).
Las mismas fuentes han añadido que, tras la confesión, el detenido, J.P.R., va a ser trasladado a la zona de Navalacruz (Ávila) donde han aparecido restos óseos de la desaparecida.
El asesino confeso fue detenido en Fuente el Saz, al norte de Madrid. Sin embargo, según la confesión, enterró el cadáver de su expareja en la finca de Navalcruz, en Ávila, provincia donde aparecieron los restos de Juana Canal en 2019 y que era frecuentado por J.P.R.
Hace tan solo unos días la policía había hallado nuevos restos óseos de la mujer en esa zona, cercana a donde los padres del presunto asesino tenían una finca familiar.
Las escuchas telefónicas autorizadas por el Juzgado de Instrucción número 3 de Ávila hace semanas fueron cruciales ya que, en ellas, el sospechoso se mostraba confiado de que ni la Policía Nacional ni la Guardia Civil iban a descubrirlo.
Según han confirmado a EFE fuentes cercanas a la investigación, de estos nuevos detalles se desprende la posibilidad de que hubiese al menos una persona más que ayudó a encubrir el asesinato de Juana Canal.