José Miguel Marín se ha labrado una carrera a base de trabajo duro. Primero, en el Insalud, después, como empresario de la construcción, y finalmente, como gerente de dos geriátricos: una labor que alterna con la presidencia de la Asociación de la Dependencia de la Región de Murcia (Adermur). Por este motivo, José Miguel no se arruga y quiere investigar la veracidad de la carta anónima de una auxiliar que denuncia que empleadas de la Residencia San Isidro que él mismo gestiona en Yecla, supuestamente ocultaron la muerte por mala praxis de una usuaria: María Blasa.
"Nuestro asesor jurídico tomará medidas y también vamos a hacer una investigación interna", tal y como confirma el gerente de la Residencia San Isidro de Yecla a preguntas de EL ESPAÑOL. "No sé si esto obedece a una vendetta de alguno de los trabajadores que hemos despedido, pero el problema es bastante grande porque se desprestigia a un centro de mayores y vamos a ver en qué queda todo esto".
La repercusión social del texto ha sido enorme porque afecta a una residencia de José Miguel Marín y el presidente de Adermur ha sido muy crítico durante la pandemia con las administraciones, por la escasez de material de protección para los trabajadores y usuarios de los centros para la tercera edad, además de haber roto públicamente una lanza por la labor de los profesionales que cuidan a diario de las personas dependientes.
"Las afirmaciones de la carta son gravísimas". Y no habla en vano, puesto que la Consejería de Política Social ha informado del contenido de la misiva a los servicios de inspección; la familia de la fallecida ha puesto el caso en manos de un abogado, y los familiares de otros residentes han solicitado una reunión con José Miguel Marín para aclarar el protocolo de trabajo que se sigue con los 82 ancianos que atienden en el geriátrico yeclano.
El texto anónimo que está en la diana de unos y otros, lo dejó una auxiliar en el buzón de una vecina de la hija de María Blasa: la anciana de 91 años, que falleció el 16 de septiembre en la Residencia San Isidro de Yecla. En la carta, la citada empleada afirma que aquel día, María Blasa L. S., enferma de alzhéimer, no murió por una caída fortuita de la cama de su habitación, sino porque logró salir al patio por una puerta rota, burlando los controles, y sufrió un golpe en el parking que le costó la vida.
"Encontraron a Blasa a las dos de la madrugada, en la zona del aparcamiento, al parecer, le fallaron las fuerzas y se cayó al suelo, dándose un golpe. Estaba muerta por asfixia, al estar bocabajo", tal y como se afirma en la carta anónima que obra en poder de la familia de la difunta.
"Llamamos a la directora para comunicarle lo sucedido y la directora llamó a dos o tres auxiliares más, sobre las dos y media de la madrugada, para que fueran a la residencia. Les dio órdenes para meter el cuerpo ya sin vida de María Blasa, dentro de una habitación para asearlo. Entonces, llamaron al 112 diciendo que había tenido una muerte natural en su habitación y se había caído de la cama".
- Dentro de la investigación interna que usted ha abierto en su residencia, entiendo que por un lado van a intentar averiguar quién es la auxiliar que ha escrito esa carta anónima, y por otro lado, indagarán sobre las verdaderas causas de la muerte de María Blasa. ¿Esto es así?
- José Miguel Marín: Claro. Lo que procede es averiguar la veracidad de unos hechos que yo desconozco. Y ya con lo que indique nuestro abogado, actuaremos en consecuencia. Esto no puede quedar sin una respuesta adecuada.
- Entonces, ni confirma ni desmiente el contenido de esa carta. ¿Usted sólo quiere averiguar qué paso con esa paciente?
- José Miguel Marín: Sí. Me extraña y te diría que es inasumible e imposible que esos hechos que recoge la carta se hayan producido, pero ya no sé la naturaleza de lo que es. Estoy que me va a dar algo.
- Como gerente de la Residencia San Isidro de Yecla, ¿en qué circunstancias tiene usted conocimiento que murió María Blasa el pasado 16 de septiembre?
- Cuando el 112 ve cualquier tipo de muerte violenta, extraña, o alguna lesión, automáticamente informa de ello a la Guardia Civil. En este caso, el certificado médico que obra en nuestro poder no indica nada de eso, de lo contrario lo hubieran reflejado en un informe. Y eso sí que es una prueba contundente e irrefutable.
- ¿Qué dice el parte médico del 112?
- No hace referencia a un fallecimiento violento ni habla de lesiones ni de circunstancias extrañas. Lo que pone es esto: 'La auxiliar refiere haber encontrado a la usuaria tirada en el suelo, inconsciente, con anoxia [falta de oxígeno al cerebro], y sin pulso. La han acostado y colocado en la cama. En los días previos, no refiere sintomatología orgánica distinta a la habitual'.
- ¿Le hicieron una autopsia a la anciana para comprobar las causas del deceso?
- No, creo que no, porque no había sospechas de nada. Tenía alzhéimer y obesidad.
EL ESPAÑOL ha consultado a dos abogados sobre las consecuencias legales del contenido de la carta anónima que ha consternado a Yecla: una localidad murciana de 35.083 habitantes. Los letrados consideran que se exponen hechos que en caso de ser veraces, podrían ser constitutivos de varios delitos, desde una muerte por negligencia profesional, mala praxis, o imprudencia; a ocultación de pruebas, por levantar un cadáver sin avisar a las autoridades; encubrimiento de un delito; incluso falsedad en documento por el contenido del expediente de María Blasa.
- ¿La Policía Nacional se ha puesto en contacto con usted como gerente del geriátrico?
- No. Por el momento no hay denuncia. Probablemente, nosotros recurramos a la Policía para poner una denuncia porque se nos atribuye un delito o una negligencia que es una irresponsabilidad muy grave. No me preocupa la trabajadora [que ha escrito la carta], sino el hecho en sí mismo.
- Usted tiene dos residencias, Virgen del Carmen en Murcia, y San Isidro en Yecla. ¿En alguna ocasión ha vivido una situación parecida en la gestión de centros para la tercera edad?
- Jamás he vivido una situación similar. Soy una persona que se toma las cosas muy a pecho y en la pandemia yo era el encargado de avisar a los familiares cuando tuvimos los fallecimientos por Covid. De hecho, gozamos de la total confianza de los ciudadanos de Yecla. La prueba evidente es que tenemos la residencia llena y estoy pensando en una ampliación.
Tenemos 82 residentes y 29 usuarios del centro de día. Me sorprende que unos hechos ocurridos el 16 de septiembre, se hayan esperado para contarlos cuando he anunciado la ampliación de la Residencia San Isidro.
Este geriátrico, antes de atender a personas mayores, también albergó un hotel rural y un centro de enfermos mentales. El edifico fue comprado por José Miguel en un concurso de acreedores y abrió sus puestas en 2018 después de vender otra residencia que gestionaba en Ceutí. "Nuestra residencia se ha caracterizado en la pandemia por la transparencia y hemos tenido una actuación prácticamente inmejorable". Pero ahora, el sindicato Comisiones Obreras ha exigido que se investigue su gestión porque tiene plazas concertadas con la Consejería de Política Social.
La carta anónima también ha generado preocupación entre los allegados de los ancianos. "Estamos en shock", tal y como asegura la hija de un usuario de la Residencia San Isidro. "Le he enviado una nota al gerente porque estoy preocupada y varios familiares de usuarios nos vamos a reunir para exigir una explicación: si todo esto es verdad sería para que cerrasen el centro".
De momento, el presidente de Adermur se ha desplazado a Yecla para mantener una reunión con la plantilla. "Quiero hablar con las trabajadoras para ver la causa y la veracidad de lo que están diciendo", según explica José Miguel Marín. "Los trabajadores están hundidos".
- La autora de la carta anónima atribuye a la directora de la Residencia San Isidro el haber organizado supuestamente el encubrimiento de la muerte de María Balsa. ¿Ha adoptado alguna medida con la directora?
- He hablado con ella. Me niega rotundamente los hechos. Vamos a ver cómo queda esto y cómo evolucionan los acontecimientos.
- Usted baraja varias posibilidades sobre el contenido de la carta, desde que sea veraz que se hayan ocultado las causas de la muerte de María Blasa, hasta que se trate de una "vendetta" de una trabajadora. ¿Tiene en mente a alguien o su empresa ha sido denunciada por algún despido improcedente?
- Soy bastante exigente en cuanto al funcionamiento de mis empleados porque les exijo lo máximo, sobre todo, a nivel de atención y cuidado. No tenemos judicializado nada, se han hecho despedidos, pero no se ha ido a la vía judicial. En el último año una persona fue despedida por no superar el periodo de prueba por tener mala praxis.