No hay nada que en la actualidad pueda consolar a Eugenio García, el padre de la pequeña Olivia. Llevaba varios años inmerso en un proceso de separación complejo con la que fue su mujer: Noemí. Tras cinco años de lucha por conseguir la tutela de su pequeña, de tan solo seis años, Eugenio comenzó a ver la luz al final del túnel el pasado viernes, cuando le concedieron la custodia de Olivia. Hoy, martes 1 de noviembre, habrían comenzado su nueva vida juntos. Eugenio y la pequeña Olivia pondrían rumbo a Torrecaballeros, un pueblo de la provincia de Segovia que se convertiría a partir de ahora en la residencia habitual de la pequeña. Sin embargo, cuando la pesadilla parecía haber llegado a su fin, la madre de la menor le arrebató, presuntamente, la vida a su hija administrándole barbitúricos.
Todo ocurrió durante la madrugada del domingo al lunes. Olivia se había trasladado a Gijón para pasar unos días junto a su madre en su domicilio de la avenida Gaspar García Laviana, en Gijón. Se trataba del primer fin de semana de la pequeña con su madre, tras haberle sido concedida la custodia a Eugenio. Pero la ausencia de noticias tanto de la madre como de la pequeña hizo que fuera el tío de la menor quien alertara a las autoridades del desconocimiento del paradero de su hermana y su sobrina desde hacía días. Tras el aviso, los agentes trataron de localizar al dueño del piso, ya que se trataba de un inmueble con un contrato de alquiler. Cuando la Policía Nacional accedió al domicilio se encontraron a la pequeña Olivia sin vida tendida en la cama junto a su madre.
A falta de los resultados de la autopsia de la menor, todo apunta a que fue la propia madre quien administró a Olivia barbitúricos hasta acabar con su vida. Un acto que ya se ha convertido en toda una pesadilla para Eugenio, el padre de la pequeña, que a pesar de haber logrado su custodia el pasado viernes después de cinco años de lucha, no podrá volver a disfrutar de ella.
Eugenio y Noemí estuvieron casados cerca de cinco años. Juntos vivían en un pequeño pueblo de la provincia de Segovia, en compañía de su pequeña Olivia. Con la sentencia del divorcio, Noemí obtuvo la custodia de Olivia y Eugenio tuvo que conformarse con un régimen de visitas.
Noemí se mudó a Gijón, concretamente al inmueble donde ocurrieron los hechos la noche del domingo al lunes. En el barrio de El Llano residía con la pequeña Olivia, donde Eugenio iba a visitarla cada cierto tiempo. "La de tardes que me he pasado esperando a que saliera en este banquito", comentaba a los periodistas a las puertas del domicilio.
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El dolor de Eugenio
Al lugar donde ocurrió todo se trasladó Eugenio la misma mañana del lunes. Desde Torrecaballeros, en Segovia, llegó a Gijón para dar el último adiós a su hija. Santiguándose y hablando con los periodistas allí presentes roto de dolor, Eugenio comenzó a repartir entre los profesionales de la comunicación fotografías de él junto a su hija con un único deseo: “que esto no vuelva a pasar”. "Vengo de Segovia y vengo a darle el último abrazo a mi hija. El viernes me dieron la custodia de mi hija y ahora estoy aquí... Esto no va de hombres y mujeres, esto va de que no se le puede hacer esto a una niña”, sentenció. El martes, debía acudir a Gijón para recoger a Olivia y trasladarla a Segovia, donde iba a residir a partir de ahora la pequeña junto a su padre.
Con Olivia residía en Torrecaballeros, un pequeño municipio de apenas 1.300 habitantes y ubicado en la provincia de Segovia. Allí pasaba la pequeña varias temporadas junto a su progenitor. Tenía seis años e iba a cumplir siete el próximo mes de marzo. Estudiaba en el colegio Corazón de María de Gijón y también en el Claret de Segovia. En ambos centros se van a llevar a cabo homenajes durante los próximos días en memorio y recuerdo de la pequeña. "Vamos a aplaudir en el patio", ha dicho el padre.
El alcalde del municipio, Rubén García, ha recordado entre lágrimas a la pequeña, asegurando que se trataba de una niña muy conocida en el pueblo, ya que pasaba algunas temporadas junto su padre y sus abuelos, que en la actualidad residen allí.
De hecho, el centro de Segovia ha emitido un comunicado tras lo ocurrido donde confirman las intenciones de Eugenio de escolarizar de nuevo a la pequeña Olivia en el centro tras haber conseguido la custodia. "La niña había sido alumna de nuestro Colegio durante la etapa de Infantil. Y nos consta la intención del padre de escolarizarla nuevamente en nuestro Centro una vez que, en los próximos días, estuvieran ya en Segovia. Desde Claret nos hemos puesto en contacto con el padre de la niña y le hemos hecho llegar nuestra cercanía, cariño y solidaridad. También nos hemos puesto a su disposición para todo aquello en lo que podamos colaborar en unos momentos tan difíciles", han añadido.
En la localidad en la que residía con su padre, han convocado para este mediodía un acto donde se guardarán cinco minutos de silencio en recuerdo y homenaje a Olivia. “Desde el Ayuntamiento de Torrecaballeros manifestamos nuestra más rotunda y absoluta condena ante los deleznables hechos de los que hemos tenido conocimiento esta mañana. En permanente y directo contacto con la familia, y desde el máximo respeto y cercanía, informaremos de los actos que llevemos a cabo para mostrar nuestra repulsa. Ahora es momento de estar al lado de Eugenio y del resto de la familia, de nuestros vecinos y amigos, ante una horrible situación que nos llena a todos de dolor e indignación”, señalaban a través de un comunicado.
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Los hechos
El viernes, la lucha de Eugenio parecía haber llegado a su fin con la obtención de la custodia de Olivia. Sin embargo, la pequeña iba a pasar el primer fin de semana junto a su madre después de que su exmarido hubiese logrado la tutela de la menor. Fue la falta de información sobre el estado de la madre y la pequeña lo que llevaron a alertar a la Policía, que se trasladaron de inmediato hasta el domicilio donde encontraron a la pequeña muerta junto a su madre en la cama.
Fuentes policiales informaron de que la menor habría fallecido a causa de dicha ingesta de barbitúricos. Según apuntaron fuentes del SAMU a Europa Press, cuando llegaron los equipos de emergencias la menor "podría llevar varias horas muerta".
De inmediato, Noemí fue detenida por la Policía Nacional. Según apuntan las primeras hipótesis, la madre de la pequeña, de 48 años, también había ingerido pastillas. Tras su estancia en el Hospital Jove de Gijón, la madre de la pequeña abandonó el centro para ser trasladada a la Comisaría Nacional de Gijón, donde se le tomó declaración. Durante el día de ayer, no pasó a disposición judicial ya que no se había realizado hasta el momento la autopsia de la pequeña.
Noemí residía en el 4ºA de la avenida Gaspar García Laviana, en Gijón. Tal y como han comentado los vecinos a los periodistas allí presentes, la mujer y la pequeña Olivia eran conocidas en el vecindario. Sin embargo, la mayoría de ellos afirman que no pasaban demasiado tiempo allí, ya que no era habitual verlas por las inmediaciones. Una de las vecinas que sí coincidió en alguna ocasión con la madre y la pequeña, ha confesado que sí fue testigo de las malas palabras con las que la madre se dirigía a su hija.
Violencia vicaria
Se conoce por violencia vicaria aquella a través de la cual se instrumentaliza a los hijos para causar dolor en el otro progenitor, convirtiéndose los propios niños en víctimas directas de sus padres. Según recoge desde el año 2015 la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, está catalogada como un tipo de violencia machista que se ejerce contra las madres como forma de venganza.
En el caso de hablar de madres que asesinan a sus hijos, se habla de filicidio o parricidio, a pesar de tratarse de una forma de venganza hacia el padre. A pesar de ello, los tribunales en ocasiones han adoptado el concepto "violencia vicaria" contra madres. Desde 2013, el Ministerio de Igualdad contabiliza el número de menores asesinados por sus progenitores y, hasta el 30 de septiembre de 2022, han sido 47 las víctimas mortales.