Prostitutas, porno y cristianismo: el camino heterodoxo de Macarena Olona para crear su marca

Porque desde que se echara la mochila al hombro y convocara a medios y partidarios para un Camino de Santiago multitudinario a finales de agosto, la ex diputada ha desplegado todo tipo de formas imaginativas con las que copar titulares. Casi siempre con éxito, esquivando pronunciar o escribir las negritas, aunque deslizando cristalinas críticas a excompañeros como Javier Ortega Smith o Jorge Buxadé. La abogada del Estado, además, ha tejido una relación abierta con los medios —sin cornadas— que la sitúa, con una renovada simpatía, en las antípodas de la política comunicativa de Vox.

Lo más llamativo de estas semanas, sin embargo, ha sido su variopinta agenda. Desde la inauguración de su fundación en Panamá o sus conferencia universitarias, todas ellas escracheadas, a su encuentro en Sevilla con Mario Conde en el Rotay Club Sevilla Corporate, de corte masón. Pero también su visita a un burdel para defender el oficio más antiguo del mundo —"más de un político abolicionista reconoce dónde estoy", retó— o subiendo un selfie a las redes sociales junto a su última lectura: El brazalete del último vástago, obra de una especialista en porno y hentai. 

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Que Olona haya pisado desde dentro —celebró un coloquio con la Asociación de Trabajadoras Sexuales (ASTRAS)— los charcos sobre los asuntos sexuales más espinosos, si bien de candente actualidad, sorprenderá a algunos por su ferviente catolicismo. Una estrategia heterodoxa donde ha combinado las manifestaciones públicas de su fe con estos gags en la precampaña de su proyecto: una fundación contra la ideología de género como embrión de un hipotético partido político. 

La presentación será este viernes en Madrid. Fue anunciada con un vídeo que evocaba a una película de Michael Bay. Que la fórmula empleada sea una fundación quizás impide confirmar oficialmente la primera escisión de Vox. Olona supedita la formación de un partido político al resultado del partido de Santiago Abascal en las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023. Mientras en su antigua formación cuestionan su tirón electoral, los pronósticos más optimistas de su entorno la sitúan con capacidad para arrebatarle uno de cada tres votos a su antiguo partido.

Defensa de la prostitución regulada

Macarena Olona visitó el pasado 10 de octubre un burdel en Las Rozas para defender una prostitución regulada frente al abolicionismo. "Más de un político de los que hoy imponen la abolición de la prostitución reconoce donde estoy. Qué suerte tienen del secreto profesional", publicó en su cuenta de Twitter, arrojando una sombra de sospecha sobre las aficiones de cierta clase política. 

Defendió que la prohibición por ley de la prostitución jamás acabaría con ella. "Eso es lo único que piden las profesionales del sexo. Las feministas imponen la abolición de la prostitución porque las consideran víctimas. Yo me reúno con mujeres libres. Me niego a ser cómplice de la hipocresía", tuiteó. 

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Olona, con este posicionamiento, marcó el paso a Vox, sin postura definida en materia de prostitución. No en vano, los 52 diputados de Abascal se abstuvieron en septiembre durante la tramitación de la ley impulsada por el PSOE y Unidas Podemos con el fin de penalizar la actividad. "Regularizar a las personas que ejercen la prostitución sólo beneficiaría a las mafias", defendió la diputada Lourdes Méndez desde la tribuna.

Se trata de un asunto que Olona ya había abordado. Todavía con escaño en el Congreso, recibió a la asociación nacional de prostitutas para conocer el parecer de las trabajadoras sexuales de primera mano. ¿Se trata de una técnica con la que atraer el foco? "Yo no me meto en si nos usó para fines electoralistas. Ella podría decir lo mismo de nosotras, pues la hemos usado para conseguir más repercusión", manifestó a EL ESPAÑOL Susana Pastor, presidenta de ASTRAS.

El libro de Black Genet

Más allá de esta líder sindical de la prostitución, de Mario Conde, de los estudiantes que participaron en los escraches convocados por asociaciones universitarias radicales, del hostelero 'antirrojos' o de las personas que la acompañaron en su ruta gallega —un séquito donde figuraba una joven amiga de Susana Díaz o un estilista marroquí— la actividad de Olona ha dejado relaciones y apoyos cibernéticos exóticos.

¿El último? Su participación en una de esas polémicas soterradas en la web, escaramuzas entre youtubers recurrentes que alimentan de debates efímeros las redes sociales. De ahí su foto con El brazalete del último vástago que firma Gineta Pardo, también conocida como Black Jenet.

Enterarse de la polémica requiere enfrentarse en una jerga influencer que mide su importancia en torno a las "visitas" y los "suscriptores". Se trata de la acusación vertida por un youtuber llamado Joan Planas sobre la autora defendida por Olona. Planas la acusó de "pedófila" en un vídeo que Genet tachó de manipulado, editado a raíz de una entrevista.

"A ver, es que yo también veo hipocresía en eso de que los menores 'no puedan ver porno'. ¿Por qué no van a poder descubrir su sexualidad a través del porno, hentai o probando con un familiar o amigo de su edad?", tuiteó Genet, que ha privatizado su cuenta, el pasado 9 de octubre de 2021. Se trata ahora de una captura de pantalla difundida. Algunos partidarios de la autora defendieron que se referían a actos iniciáticos "con primos", como "los primeros besos".

En el libro, explicó en una entrevista hace ocho meses, se adentra más en el dolor, como luchas o desmembramientos, que en el sexo como tal. "Como no podía desarrollar la parte sexual, se centró en la parte gore, del dolor", acotó. También adelantó que se trata del primer libro de una saga que "no está hecha para que te calientes". Aunque "tema de azotes, sí".