Un gol de cabeza de Donato en el minuto 4 abrió el marcador que llevaría al Deportivo de A Coruña a conseguir su único título liguero hasta la fecha. Aquel 19 de mayo del año 2000 los coruñeses se resarcían del fallido penalti de Djukic que les había arrebatado la Liga seis años antes. El jugador hispano-brasileño se convirtió entonces en un héroe al que venerar y esa veneración ha durado hasta ahora, cuando la política y su devoción por Bolsonaro lo han puesto en el punto de mira tras haber llamado a un golpe de Estado desde sus redes sociales.
"El pueblo brasileño ha despertado. Si el pueblo sale a la calle, puede haber una intervención militar. El comunismo no puede volver al poder. No tires la toalla", escribía Donato en su cuenta de Instagram tras la ajustada victoria de Lula, acompañando al dibujo de una bota militar pisoteando una hoz y un martillo. Con poco más de 2.600 seguidores en la red social, su publicación aterrizó en Twitter para hacerse viral, llegar a los periódicos y provocar incluso el rechazo del mismo deportivismo que lo trataba de leyenda.
Donato eliminaba horas después la imagen y pedía perdón; sin embargo, con darse una vuelta por su perfil de Instagram nos queda claro que, teniendo como base su religión evangélica, clama a favor de "principios como Dios, Patria, Familia y Libertad" y en contra del "aborto, la ideología de género y el comunismo". Esta militancia del exfutbolista choca de frente con la del alcalde del pueblo en el que vive desde hace décadas: Oleiros, una isla bolivariana en Galicia comandada por Ángel García Seoane, Gelo, que nombró a Fidel Castro concejal honorífico y levantó una enorme imagen del Che Guevara en una rotonda.
El abuelo del Superdépor
"Donato es un ser encantador, que te abre su corazón. Es buena persona, buen tío, el anti conflicto. Diríamos que es el antagonista de otro futbolista como Piqué. No tiene maldad y esto lo ha dicho desde su inocencia. ¿Que la ha cagado? Por supuesto. ¿Que su mensaje no es inocente y si lo hubiese publicado Neymar, por ejemplo, tendría unas consecuencias brutales? También". El periodista Germán Dobarro (COPE), la voz radiofónica que ha narrado los mejores años del Superdépor, habla con cariño de su "amigo" sin tratar de quitar gravedad a su publicación, pero defendiendo que ha sido una metedura de pata que no debería manchar su carrera.
Donato Gama da Silva (Río de Janeiro, 1962) llegó al Deportivo en 1993 después de cuatro temporadas en el Atlético de Madrid. "Vino con 30 años y en aquella época un futbolista de esa edad era muy mayor, un abuelo. Además, Lendoiro [presidente del club] lo había fichado por cuatro temporadas y la afición se le echó encima. Al final, estuvo diez temporadas y fue uno de los grandes fichajes históricos del Dépor", recuerda Dobarro, precisando que se trataba de un jugador muy versátil que lo hacía prácticamente todo bien e incluso podía jugar con solvencia en varias posiciones distintas.
"Cada vez que lo veo, le digo que su cabeza nos dio una Liga", dice el periodista en referencia a aquel cabezazo que abrió el marcador del 2-0 al Espanyol en Riazor.
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Una ciudad a sus pies
"En Coruña no es que se le tenga cariño a Donato, es que le tenemos devoción". Pablo Grandío, director de Quincemil de EL ESPAÑOL, confirma la veneración al exjugador que, aunque planeaba marcharse a Brasil al retirarse, un embarazo prematuro de su hija le ancló al noroeste gallego. "Está, sin duda, en el top de jugadores que han pasado por el Deportivo, junto a otros como Bebeto, Mauro Silva, Fran, Valerón o Djalminha.
Su imagen quitándose la camiseta cuando marcó aquel gol que nos dio la Liga es la imagen del Superdépor", añade, valorando que "no se deja ver demasiado", pero se retiró como un "abuelo entrañable".
Precisamente, Grandío nos pone sobre la pista de una campaña publicitaria que tuvo a Donato como protagonista en 2016, "para que veáis hasta qué punto se le quiere en la ciudad". La agencia coruñesa Bap&Conde buscaba qué regalar a sus clientes por Navidad y se les ocurrió obsequiarles con la cabeza del futbolista: "Consiguió que toda la ciudad sintiera una inmensa felicidad, ¿por qué no regalarla como sortilegio?", justificaban. Un vídeo viral acompañó a otras acciones igual de exitosas, con el exjugador como cómplice necesario.
Un bolsonarista entre comunistas
Fueron 30.929 minutos con la camiseta blanquiazul, diez temporadas y 54 goles los de Donato, que nunca se fue del área de influencia de A Coruña. Él, como otros futbolistas y personas acomodadas ―también algunas relacionadas con Inditex―, establecieron su residencia próxima al entorno de la playa de Santa Cristina, en el municipio de Oleiros, a 10 kilómetros de la capital coruñesa.
Este muncipio es un lugar gobernado desde 1985 por Ángel García Seoane, Gelo, un peculiar alcalde "republicano, castrista y anti-imperialista" que es "hijo Adoptivo de La Habana" y pretende revalidarse en el cargo por última vez en las elecciones municipales del próximo año.
Forjó su personalidad en la lucha vecinal contra la especulación mobiliaria a finales de los setenta y, paradójicamente, ostenta el mando del lugar con la renta per cápita más alta de Galicia, con una media de 36.516 euros. El contrasentido es que tanto Donato, como el resto de sus vecinos ricos, conducen sus vehículos de alta gama bordeando una rotonda coronada por la escultura gigante del Che Guevara ―a su inauguración acudió el hijo del guerrillero― y enfilando calles con nombres de líderes revolucionarios latinoamericanos e históricos dirigentes comunistas. "Yo nunca negué lo que soy, yo soy un admirador de Fidel y lo seguiré siendo hasta que muera", ha dicho.
Gelo ha estado en varias ocasiones con su ídolo y, de hecho, cuando Castro visitó Galicia en 1990 recibió en Santiago de Compostela a la corporación de Oleiros, a quienes les ofreció uno de sus famosos discursos, esta vez siendo algo más breve de lo habitual (35 minutos).
El polémico alcalde solamente se vio obligado a dejar la Alcaldía entre 1996 y 2003 por una inhabilitación al ser condenado por prevaricación por el derribo de un muro. No obstante, seguía saliendo en los carteles electorales y su partido no se resintió. Entre otras, fue famosa su crítica a Donald Trump, cuya imagen publicó en los paneles informativos de Oleiros junto a Hitler y Mussolini.
'Fuerza para vivir'
A Donato la política nunca le ha tirado y hasta ahora tampoco había mostrado abiertamente sus inclinaciones, aunque su fervor religioso ya daba algunas pistas. "Otros deportistas sí se han metido en temas políticos, pero él no lo había hecho hasta esta obsesión con Bolsonaro", sostiene Germán Dobarro, que recuerda a la perfección la única polémica extrafutbolística que protagonizó en su carrera: la promoción del libro gratuito Fuerza para vivir. "Nadie se metía con él, la afición se lo tomó como algo jocoso, como una diversión... Había cánticos en Riazor, pero desde el aprecio que se le ha tenido siempre".
Fue en 1995 cuando una organización vinculada con la extrema derecha de Estados Unidos lanzó un libro llamado Fuerza para vivir, con mensajes en la línea de la religión evangélica. Donato, que se había nacionalizado español un año antes ―llegó a jugar una Eurocopa en el 96―, fue uno de los elegidos para publicitarlo en España.
Detrás estaba la fundación Arthur S Moss, conectada con sectores ultras que sostenían el militarismo en América Latina. El exfutbolista, que se hizo evangélico en 1984, explicó hace poco a El Mundo que "contactaron conmigo y me dijeron que este empresario tenía el sueño de difundir la palabra de Dios por todo el mundo. No cobré nada. Viajé a Miami para grabar y estoy contento porque lo que hicimos fue algo bueno".
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El Instagram lo carga el diablo
Donato interiorizó tanto aquella consigna de "fuerza para vivir" que la repite a diario en sus redes sociales. Su Instagram pre Bolsonaro es una oda a la felicidad, la religión y la vida sana: paseos matutinos trasladando buenos deseos a sus seguidores, vídeos de los cultos religiosos a los que asiste, versículos de la Biblia, contenido relacionado con sus labores solidarias e imágenes con sus amigos, sus fans y los chavales de la escuela de fútbol que ha impulsado en A Coruña. Realmente entrañable.
En esta Escola Donato entrenan y aprenden tecnificación decenas de niños y adolescentes. "Se vuelca con ellos", valora el periodista de COPE, atestiguando su trato familiar con los chavales. La academia deportiva, junto a la aplicación 360 Player y Amazing E-Motion, conforman la actividad económica del hispano-brasileño que, no obstante, probó suerte con una gran variedad de negocios fallidos: un mesón, una empresa de iluminación y otra de energías renovables, además de un intento de exportación de productos españoles a Brasil.
Estuvo también vinculado al Dépor de nuevo como entrenador de juveniles y después como embajador, dentro de su fundación, pero desde el club han confirmado a EL ESPAÑOL que Donato no tiene ninguna relación laboral con ellos desde hace dos temporadas. Sin embargo, todos sus seguidores le aplaudían desde el consenso que había en torno a su figura hasta que empezó a compartir contenido político. Mensajes de Bolsonaro, de periodistas afines a él e incluso del propio Santiago Abascal, presidente de Vox, respaldando al político de la ultraderecha brasileña.
"Lula es un comunista malo, un lobo que se disfraza de oveja", "Bolsonaro es la única opción que tenemos para ganar esta lucha del bien contra el mal", "estoy contra la ideología de género, contra el aborto, contra la violencia de género, contra los cobardes, contra corruptos, contra pedólifos y por eso no votaría a Lula" y "si Bolsonaro acepta la derrota y no prueba que hubo fraude, no tendré más remedio que aceptarlo y aguantar" son algunas de las opiniones de Donato que se pueden leer todavía en su Instagram, donde es fácil percatarse de que sus manifestaciones tienen su origen en su fervor religioso.
El perdón de la leyenda
Después de su publicación eliminada sobre el golpe de Estado, Donato aclaró que "ir a las calles para protestar por tus derechos no creo que sea incitar al odio", pero aun así ha querido "pedir disculpas" por sus últimos comentarios. "Nunca debí escribirlos porque han podido ofender a parte de la población, tanto en Brasil como aquí en España", añadió. Se ha justificado diciendo que "quizá me expresé mal, ya conocéis mi trayectoria, siempre he tenido un buen talante y una conducta intachable. Siento haber herido a personas en sus ideas con mis comentarios, no era ni mucho menos mi intención".
"No creo que esto le pase factura. Puede que los Riazor Blues [peña deportivista de izquierdas] no vuelvan a destacarlo en la historia del Dépor, pero el resto de aficionados se olvidarán de esto en un par de semanas. Quedará como una anécdota", anticipa Pablo Grandío en la misma línea que el propio Dobarro: "Aquí no va a perder adeptos. Hay revuelo en sectores de la afición, pero todo se olvida porque él no tiene maldad". El tiempo será, en todo caso, quien diga si Donato seguirá pasando a la historia por su cabezazo o por su bolsonarismo.
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