Cada estudiante es un mundo y las técnicas de las que hacen uso para memorizar son muy variadas y cada vez más innovadoras. En la Universidad de Waterloo conocen la mejor técnica para retener la información. En un estudio titulado 'This time it's personal: the memory benefit of hearing oneself' -Algo personal: el beneficio para la memoria de escucharse a sí mismo-, publicado en la revista 'Science Daily' ha comprobado que la forma más óptima de estudiar es leer en voz alta y escucharse. Esta técnica aumenta las posibilidades de recordar el temario frente a otras como leer en silencio.
A estas conclusiones llegó la Universidad de Waterloo tras realizar un estudio con 95 estudiantes de la universidad. En la primera sesión se sometió a los alumnos a una lectura de 80 palabras en voz alta, mientras que los investigadores grabaron la lección con una grabadora. Dos semanas más tarde, esos mismos alumnos estudiaron esa misma lectura de cuatro formas distintas; leyendo en voz alta, oyéndose a sí mismos, escuchando a otra persona y leyendo en silencio. Los alumnos que más palabras recordaron fueron aquellos que estudiaron en voz alta.
Según Colin M. MacLeod, profesor y director del Departamento de Psicología de la Universidad; “este estudio confirma que el aprendizaje y la memoria se benefician de la participación activa” y una de las razones es que “cuando añadimos una medida activa o un elemento de producción a una palabra, ésta se vuelve más diferente en la memoria a largo plazo y, por tanto, es más fácil de memorizar”. Este estudio ha permitido apuntar a que la memoria se beneficiaría de las palabras que se leen en voz alta frente a las que se oyen porque, según el profesor, las primeras son “activas” e “implican un procesamiento motor y además están asociadas al ‘yo’”.
El 'efecto de producción'
Tras discutir los resultados, los investigadores acuñaron el concepto de “efecto de producción” que se podría definir como el proceso que un individuo experimenta cuando lee en voz alta en vez de en silencio. Este fenómeno es el producto de tres factores dependientes el uno del otro. El primero es la lectura en voz alta activa, la capacidad del cerebro que tienen para almacenar una determinada información. En segundo lugar, leer aumenta la capacidad de memoria visual y en última instancia, el efecto de la auto referencia hace que la información sea más fácil recordar.
El efecto de producción explica porque los estudiantes que recurren únicamente a leer la información de otras personas no experimentan la experiencia personal a la que hacen referencia los investigadores, porque no se auto inspeccionan de manera que no perciben las capacidades cognitivas necesarias.