Lucio Urtubia falleció con 89 años el pasado 18 de julio de 2020. Murió en París, una ciudad en la que vivió desde 1954 tras exiliarse después de ser acusado de contrabando mientras hacía el servicio militar. Ahora, dos años después de su muerte, Netflix estrena el próximo 30 de noviembre “Un hombre de acción” una película dirigida por Javier Ruiz Caldera y protagonizada por Juan José Ballesta. El cortometraje repasa la vida de este albañil revolucionario y anarquista que no faltó ni un solo día al andamio.
Urtubia es considerado el ‘Robin Hood’ anarquista. Por medio de sus imitaciones logró doblegar a uno de los bancos más importantes de Estados Unidos. A través de falsificaciones de cheques de viajes consiguió estafar al First National City Bank -actual CitiBank- aproximadamente 20 millones de dólares y por el que el banco dejó de aceptar este tipo de cheques. Con el dinero robado financió a cientos de grupos y guerrilleros, anarquistas y antifascistas en Europa y América Latina. Según Urtubia, no robaba bancos, solo se dedicaba a expropiarlos, “el delito de robar un banco no es comparable al de fundarlo” decía.
Lucio Urtubia nació el 18 de febrero de 1931 pero, no fue hasta su exilio en Francia en 1954 cuando adquirió conciencia política gracias a los espacios que compartió con los refugiados españoles del régimen franquista. Urtubia se afilió a las Juventudes Libertarias. Su militancia política y su trabajo en la falsificación le permitió reunirse con el Che Guevara en 1962 gracias a la mediación de la embajadora cubana. En aquella reunión el revolucionario español le propuso introducir en la economía estadounidense cientos de miles de dólares falsos, un movimiento que según Urtubia hundiría la hacienda norteamericana. El Che no le tomó en serio.
A lo largo de su vida, Urtubia se enfrentó a numerosas contradicciones políticas, una de las acciones que muchos de sus compañeros de militancia criticaron fue la celebración de su boda por la iglesia, cuestión que zanjó rápidamente: “Un anarquista hace lo que le da la gana”. Según ha explicado el director de la película, Javier Ruiz Caldera, "es irónico que la vida de aquel revolucionario que un día intentó acabar con la economía estadounidense, ahora sea proyectada desde una gran corporación de Estados Unidos". Irónico también fue el día que murió, un hecho que muchos que le conocieron interpretaron como su última burla al régimen franquista.
Javier Ruiz Caldera, en declaraciones a diferentes medios de comunicación ha señalado que Lucio Utrubia nunca fue violento: “Fue un idealista, una persona con ideales y convicciones firmes”, un hombre con mucho carisma que “encandilaba y no podías parar de escuchar” añadía.
La película se ha rodado en Galicia, Cataluña y Francia y su rodaje duró aproximadamente cuatro semanas. Durante ese tiempo se tuvieron que adecuar los escenarios naturales al París de los años 60. La película no ha contado con la participación de la familia de Lucio Urtubia, sin embargo, Ruiz Caldera quiso que el primer pase del visionado de la película lo disfrutaran ellos. Un momento, según declaró, “muy emotivo”.