La gran pasión de Emilio Neira siempre fue la docencia, aunque durante 13 años tuvo que conformarse con trabajar de camarero para poder pagar sus estudios. En su familia, tal y como él mismo cuenta, nunca faltó el cariño, pero sí que lo hizo el dinero necesario para poder vivir en una ciudad como Vigo. Finalmente estudió, completó su etapa universitaria y fue a partir de ese momento cuando comenzó su experiencia profesional en las aulas. Pasó por la Universidad de Vigo, después se trasladó a La Rioja y de ahí dio el salto a Teruel, donde ejerció como profesor durante seis años.
Su deseo por ayudar a los más pequeños le llevó incluso a dar clases voluntarias por las tardes a alumnos que tenían problemas. Pero a pesar de sus buenas intenciones, este profesor gallego tuvo que enfrentarse a muchos obstáculos por decir lo que pensaba y mostrar su rechazo a ciertos métodos educativos con los que no estaba de acuerdo. “Cogí las maletas y me fui. Le dije a mi mujer que no quería ser cómplice de esa forma de enseñar y que iba a volver a ser camarero. Pero entonces ella me dijo que eso no podía ser, que me gustaba mucho y que lo intentara en otro país”, cuenta a EL ESPAÑOL.
Tras varias ofertas de trabajo – una de ellas en Canadá – Emilio aterrizó en Suiza. Trabajó durante seis meses en un centro de refugiados y, después, realizó una sustitución en la escuela de Saint-Croix, en el cantón de Vaud, donde ejerce en la actualidad. Desde hace tiempo, ya le rondaba en la cabeza la idea de hacer algo que le diera sentido al idioma. “Había muchos críos que no entendían lo que era un idioma y cómo se construía”, asegura. Y fue partiendo de esa base como se gestó ‘Sintaxe’, el método pedagógico que ya se ha convertido en un éxito en su escuela y que, ahora, espera poder incorporar en los colegios de España.
Emilio se considera un gran defensor de la inclusión, pero de la que él mismo considera “bien hecha” y no la de “propaganda”. “Poner a 30 alumnos con un profesor para mí no es inclusión, es guardería. Ahí no se puede enseñar”, señala. Por ello, hasta ese momento, se había mostrado siempre “frustradísimo” por no poder ayudar a los niños en las aulas, sobre todo a aquellos que padecen autismo o deficiencia intelectual.
Fue así como decidió ponerse manos a la obra con el método ‘Sintaxe’ que, tal y como él mismo explica, surge de la necesidad de querer conseguir esa inclusión real. “Tenemos la manía de que cuando damos clase sentamos a un niño a que haga fichas. Para mí eso no es enseñar. Intentamos darle sentido a la gramática a través de todos los sentidos. En mi clase hay diferentes puestos donde se manipula, se trabaja con robótica, con los personajes de Sintaxe y los críos manipulan y van sacando la información”, cuenta.
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— ¿Y cómo fue tu llegada a Suiza?
— Me vine a una zona que es el cantón donde más desestructuración familiar hay. Creo que hay que disminuir las diferencias sociales para que alguien pueda aprender. Decidí venirme aquí. Cuando decía que venía a Suiza la gente me decía que si me iba a Los Alpes, pero no, me venía al otro lado. Yo quería desafíos en mi vida. Me gusta aprender de la vida e intentar ayudar a esos críos que no tienen culpa a salir adelante. Cuando tomamos le decisión fuimos viendo cuáles eran los cantones con más dificultades y vimos Sant Croix, que era la ciudad con más complicaciones.
El método
Para que puedan entenderlo, vamos a desarrollar un breve ejemplo. La base de las matemáticas son los números del 0 al 9. Es decir, con esas cifras podemos hacer todas las operaciones posibles: divisiones, multiplicaciones, sumas… Pues bien, la base de la gramática son nueve elementos: determinante, nombre común, nombre propio, adjetivo, pronombre personal, verbo, conjunción, preposición y adverbio. Y para lograr que los niños lo entiendan de la forma más entretenida y efectiva posible, el método ‘Sintaxe’ ha logrado representar cada uno de estos elementos a través de personajes y elementos tangibles que los alumnos pueden manipular para entender la gramática.
Por ejemplo: los determinantes en este método tienen forma de flecha, porque determinar significa indicar. Pues bien, si un niño coge el personaje del determinante puede manipularlo convirtiéndolo en masculino, femenino, plural o singular y hacerlo acompañar a otra palabra. De hecho, los personajes desarrollados por Emilio cuentan con unas manos que significan que siempre ese personaje acompañará a otra palabra. Y así con todos los personajes que representan cada uno de los elementos gramaticales.
En definitiva, un innovador método pedagógico con el que los niños, a través de la imaginación y la creatividad, aprenden la base de la gramática, las conjugaciones y las clases y funciones gramaticales.
Tal y como expresa Emilio en conversación con este periódico, el método, por el momento, está pensado para alumnos de Primaria. En el caso de su escuela, que cuenta con más de 100 profesores, todas las aulas están dotadas con los elementos del método ‘Sintaxe’. Sobre los resultados en el funcionamiento de la lengua y los beneficios que aporta, prefiere explicarlo con datos: “Aquí los exámenes se hacen cada dos años y es el Estado quien los hace y los corrige. Cuando llegamos aquí, que no había Sintaxe, esta escuela tenía una nota media de un 67% de aprobados. El año pasado acabamos con una media del 94% de aprobados”, cuenta orgulloso.
Y no solo eso, recientemente, el método creado por Emilio ha sido seleccionado para ser publicado en una de las mejores editoriales de pedagogía: Peterland. “Saldrá en diciembre el artículo sobre Sintaxe. Habla de todos esos resultados y cómo un crío puede entender las cosas si las construye. Es muy importante construir, más que memorizar”, concluye.
Implantación en Galicia
A pesar del tiempo que este método lleva implantado en Suiza, todo apunta a que pronto podría empezar a utilizarse de forma habitual en España, De hecho, en el colegio Brea Segade de Taragoña, en Galicia, ya se han comenzado a hacer las evaluaciones iniciales. “Queremos hacer base científica en Galicia, al igual que Suiza. Yo estoy seguro que va a funcionar. Yo lo que quiero demostrar es que algo estamos haciendo mal cuando creamos métodos pedagógicos que solo piensan en lo económico y no en lo educativo”, explica Emilio.
— Los niños españoles no están acostumbrados a este tipo de métodos… ¿Cómo fue la acogida cuando te vieron aparecer por clase con los personajes y todo el material de Sintaxe?
— Los críos nos acogieron de maravilla. No sabían qué era un nombre propio porque lo habían memorizado. Buscamos el sentido de las palabras y entender lo que significa. Una vez que lo entienden construyen todo solos. Hice las evaluaciones iniciales y me lo pasé bomba porque ves reflexiones de críos que no lo han utilizado, pero intentan justificarlo. Ellos estaban motivadísimos. Yo no podía contarles nada, pero veían los personajes y ya empezaban a preguntar que por qué eran así, por qué tenían esas manos, etc. Yo no podía decir nada porque tenía que hacer las evaluaciones iniciales sin que sepan nada.
El material de Sintaxe ha llegado esta semana a Galicia y la página web ya ha sido traducida al gallego. Unos avances en la implantación del método que, como explica el propio Emilio, no quedarán ahí. “La idea es traducirlo también para el castellano y otros idiomas, de hecho a la Xunta le interesa mucho para utilizarlo en todos los idiomas. Estuvimos reunidos con ellos, hicimos un dossier y les gustó mucho. La idea es cambiar un poco la manera de enseñar y decirle a la gente que se puede enseñar de manera diferente y pasárselo bien”, añade.
Por ello, va con pausa y sin prisa. Su objetivo es crear un equipo de formadores que sean capaces de saber adaptar el método a las aulas españolas. “Hay muy buenos profesores en España porque los he visto, el problema es que no tenemos métodos para enseñarlos correctamente. Se basa todo en los libros”.
España vs Suiza
Aunque la diferencia en cuanto a los contenidos impartidos no es demasiado destacable, Emilio confiesa que el principal problema que existe en la actualidad en España es que no se apuesta por la verdadera Educación. “Lo que he visto yo aquí es que he coincidido con un equipo directivo que ha apoyado mi idea a fondo. He coincidido con un grupo muy humano que quiere cambiar las cosas y están a muerte con Sintaxe. ¿Realmente los que están arriba creen en la Educación? Me causa mucha lástima porque creo que es la base del desarrollo de un país”, añade. De hecho, como anécdota, relata cómo el director de su escuela se mostró completamente desconcertado cuando Emilio le hizo saber que en España nadie había apostado por su método. “No entienden cómo me pudieron dejar marchar”.
Emilio quiere dejar claro cuál es su principal objetivo: construir algo que pueda ayudar a los críos. No piensa en ganar dinero, ni en aumentar su popularidad, solo desea que pueda llegar al país que no apostó por él y que le vio nacer un método que logre revolucionar el panorama educativo.