Las señales de la guardia civil Paola antes de asesinar a sus hijas: llegó a encañonar a su exmarido
La presunta asesina habría amenazado a su expareja con una pistola reglamentaria tras discutir sobre la custodia de las niñas.
17 diciembre, 2022 03:05Quintanar del Rey amaneció esta mañana de luto tras saber que una de sus vecinas, Paola B. C., guardia civil de este pequeño pueblo conquense de 7.000 habitantes, había asesinado presuntamente de varios tiros a sus dos hijas, Iris y Lara, de 11 y 9 años. La crudeza del suceso, uno de los filicidios más sangrientos que se recuerdan en la provincia, cobra un aroma aún más truculento tras saber que la madre, de 42 años, habría mostrado algunos indicios previos que sugerían que la matanza de las niñas fue premeditada.
Según señaló ayer El programa de Ana Rosa, Paola no había acudido a su puesto de trabajo la mañana del jueves, lo que extrañó a su compañero de patrulla. Este medio sostiene que la presunta parricida habría dejado a la vista las llaves de su apartamento-cuartel, situado en el pabellón oficial del acuartelamiento de la Carretera de Villagarcía del Llano, en Quintanar, para que alguien pudiera acceder al interior de la vivienda, lo que sugeríría que el acto fue deliberado. Otras fuentes afirman que el compañero de Paola, junto a otros funcionarios, forzaron la puerta tras escuchar los disparos hacia las 7:20 de la mañana.
Allí encontraron el macabro escenario del crimen: el cuerpo de una de las pequeñas se hallaba inerte sobre una de las camas; en otra habitación estaba el de su hermana junto a su madre. Todas tendidas sobre charcos de sangre, llevaban el pijama puesto y presentaban heridas de bala. La mano derecha de Paola aún sujetaba su arma reglamentaria, una Beretta, con la que las habría disparado a corta distancia mientras dormían.
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Los lugareños de Quintanar del Rey no dan crédito a la crueldad del suceso. Paola era una guardia civil ejemplar que nunca se mostró agresiva ni dio problemas. Formaba parte de un equipo encargado de investigar asuntos de violencia de género, fue premiada por la OTAN tras participar como militar en varias misiones internacionales, siempre tuvo una actitud cordial con sus vecinos e incluso el martes, al recoger del colegio a las pequeñas Iris y Lara, comentó con otras madres que el sábado las había llevado a Málaga a ver las luces de Navidad tras pasar el fin de semana en Algeciras, su tierra natal. Sin embargo, el miércoles las criaturas no volvieron por clase.
Existen serias dudas sobre el motivo que llevó a Paola a matar, presuntamete, a Iris y Lara. La principal hipótesis es que su exmarido, Santiago E., de quien llevaba separada dos años y uno divorciada, habría amagado con pedir la custodia compartida de las niñas tras saber que la presunta parricida tenía intención de llevárselas a vivir a Cádiz. Ella habría amenazado con denunciarle si él se lo impedía.
"Si se separaron, supongo que fue porque la relación no sería idílica, pero por sus hijas se llevaban bien", señaló a EFE Lucía, prima del padre de las niñas, frente al cuartel de la Guardia Civil. "Intentaban llevarse lo mejor posible por el bien de ellas". Pero últimamente la tensión había crecido. Fuentes cercanas a la familia habrían sugerido que Paola había llegado a encañonar con su pistola reglamentaria a su antigua pareja durante una fuerte disputa por la custodia de Iris y Lara.
Tal y como relató El Mundo, tras conocer el intento de Paola de llevarse a las niñas a Cádiz, estas quisieron quedarse en Quintanar del Rey con su padre y sus abuelos. Esta inclinación de Iris y Lara, unida a la solicitud de su exmarido de modificar el régimen de custodia –las pequeñas estaban a cargo de Paola– pudieron acabar deteriorando la estabilidad mental de la agente. "No le digáis a papá que nos vamos a ir a vivir a Algeciras" habría sido la frase que llegó a oídos de Santiago y la que le motivó a contactar con los abogados.
La familia también habría tenido una disputa sobre dónde pasarían las niñas las Navidades. "Mami se ha enfadado porque vamos a pasar la Nochebuena con vosotros y porque también queremos pasar la Nochevieja aquí", dijo hace unas semanas una de las pequeñas a su abuela paterna, según relata el mismo diario.
Tanto el padre como los abuelos de Iris y Lara vivían en Quintanar del Rey, por lo que las niñas pasaban mucho tiempo con ellos. Solían ir a su casa al salir del colegio. Ese pudo ser uno de los leit motiv que llevó a Paola a arrebatarles la vida. Varias fuentes señalan que el martes por la tarde, último día en la que se las vio con vida, las niñas ya no fueron a ver a sus abuelos. El miércoles directamente no aparecieron por la escuela, por lo cual el presunto asesinato pudo haber sido planeado como acto de venganza contra su exmarido, por lo que podría tratarse de un caso de violencia vicaria.
Tal y como señaló Europa Press el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, no consta que la guardia civil tuviera baja médica por problemas mentales. Sin embargo, fuentes consultadas por Vozpópuli han asegurado que sus compañeros la habían notado últimamente "más apagada" y que "no estaba bien", mientras que la investigación llevada a cabo por El programa de Ana Rosa ha asegurado que sí estaba en "tratamiento médico privado", pero que ni la Guardia Civil ni sus compañeros tenían constancia de ello.
El ayuntamiento de Quintanar del Rey ha declarado tres días de luto oficial y ha confirmado que el sábado se celebrará el funeral de las niñas en la parroquia del pueblo. El caso se encuentra actualmente bajo secreto de sumario.