Con tan solo 52 años, Régis Feitosa Mota padece cáncer, una enfermedad que ya conoce, pues sus tres hijos han muerto a causa de ella. Esto provoca que ahora todo sea más duro para él, que tiene que luchar contra la enfermedad que mató a todos sus hijos en tan solo cuatro años y medio. ¿Cómo puede producirse tal drama familiar? Tras una investigación, descubrieron que el origen era un gen hereditario que les había transmitido su padre. En solo 13 años, entre los cuatro han sumado 11 diagnósticos diferentes de cáncer.
El economista fue testigo en 2009 de cómo su hija Anna Carolina, que tenía solo 12 años y era la mayor de sus tres hijos, era diagnosticada de leucemia linfocítica aguda, el tipo de cáncer más común entre los niños. Tras casi tres años de quimioterapia y radioterapia consiguió curarse, pero no ha conseguido escapar de esta enfermedad. La joven murió el pasado 19 de noviembre por un tumor cerebral, según explica el propio padre a BBC News Brasil.
Anna Carolina era la única de los tres hermanos de esta familia de la localidad brasileña de Fortaleza que quedaba con vida y su muerte dejó a Régis Feitosa Mota sin hijos. Beatriz había fallecido en 2018 por una leucemia linfocítica aguda y su hijo Pedro murió en 2020 por un cáncer cerebral, aunque ya había padecido otros tumores malignos.
"Empezamos a creer que estos tres casos no podían ser una coincidencia. Decidimos que era mejor investigar", explica Régis a BBC, por lo que decidieron someterse a estas pruebas en São Paulo, cuyo resultado era concluyente: "Los resultados mostraron que yo tenía una alteración genética que, lamentablemente, también se transmitió a mis hijos, y que potencia la aparición de cáncer". En términos probabilísticos, el riesgo de desarrollar cáncer entre los que tienen esta alteración es del 20% a los 10 años y asciende al 90% a lo largo de toda una vida adulta.
Esta conclusión les pilló por sorpresa en el sentido de que ningún otro miembro de su familia tiene esta alteración. De hecho, su madre tiene 78 años, por encima de la esperanza de vida de Brasil, y su padre tiene 85, y ambos se encuentran sanos.