Falta menos de una semana para el pistoletazo de salida a las fiestas navideñas. La primera prueba de fuego será la Nochebuena, que en esta ocasión se celebrará sin restricciones ni límites de aforo. Y es que, este año, las mayores preocupaciones de los españoles han dejado de ser la mascarilla y los contagios por coronavirus. El precio de los alimentos y el subidón de la cesta de la compra se han convertido ahora en el principal problema de los consumidores. De hecho, muchos de ellos dudan si este año podrán disfrutar de los manjares a los que estaban acostumbrados en celebraciones anteriores.
Y aunque los más previsores tengan guardado el marisco y la carne desde hace meses en el congelador, lo cierto es que otros muchos apurarán — como suele ser habitual — hasta el último momento. Para aquellos que, a falta de tan solo cinco días para la Nochebuena, todavía no tienen claro qué van a cenar el sábado, Mercadona vuelve a ofrecer la opción de disfrutar de su menú navideño de la sección Listo para Comer, formado por un total de cinco platos. En EL ESPAÑOL hemos probado cuatro de ellos por un total de 110 euros.
Este periódico ha encargado el menú en uno de los establecimientos que el supermercado valenciano tiene en la Comunidad de Madrid. El objetivo principal es organizar una comida de Navidad para valorar la calidad y el sabor de las elaboraciones que conforman el menú que la entidad de Juan Roig ofrece este año a sus clientes. Para ello, tan solo ha sido necesario acudir a nuestro Mercadona de confianza y realizar el encargo correspondiente.
En este caso, hemos pedido cuatro de los cinco platos y hemos comido un total de seis personas. Los comensales son los miembros de una familia al completo. Madre, padre, abuela, hermana, hermano y cuñado. Lo que podría ser perfectamente una auténtica comida navideña. En esta ocasión, el menú que ofrece Mercadona está compuesto por un total de cinco platos: medio cochinillo asado por 60 euros; un pollo de corral relleno por 40 euros; una paletilla de cordero lechal por 20 euros; un plato de carrillada en salsa de vino tinto por 15 euros; y una bandeja compuesta por 18 canapés por un total de 15 euros.
Al comentarle a la trabajadora del supermercado que éramos seis personas las que degustaríamos el menú, nos recomendó escoger tan solo cuatro de los cinco platos, ya que si no sería demasiada comida. Por ello, decidimos pedir todas las elaboraciones, salvo el pollo de corral relleno. Este plato, según explica el propio supermercado, está pensado para cuatro comensales. Se trata de un pollo de corral deshuesado, relleno de chalotas, trufa, foie, ciruelas, especias, brandy y tocino fresco. Al igual que el resto de platos, va acompañado de patatas panaderas y cebollitas confitadas.
De primeras, llama la atención dos aspectos importantes. El primero de ellos, es que el menú es exactamente idéntico al del año pasado. La única diferencia es la tabla de canapés, que aunque algunos también se repiten, otros son nuevos. El segundo de los detalles a destacar es la subida de los precios, que también ha llegado a este menú navideño. A pesar de ser prácticamente las mismas elaboraciones que el año pasado, el precio de todos los platos ha subido. EL ESPAÑOL encargó las pasadas navidades los mismos cuatro platos y pagó un total de 97 euros. En esta ocasión hemos pagado 110 euros, por lo que se puede decir que el precio de la comida para el mismo número de personas que otros años ha aumentado un 13,3%.
El pedido
Pero vayamos a lo importante. La degustación del menú navideño de Mercadona comenzó el pasado martes 13 de diciembre. Según accedimos al supermercado, a mano derecha, encontramos la sección de Listo para Comer, donde llaman la atención los carteles de letras blancas y fondo rojo con los que se promocionan los encargos de Navidad. Como cada año, la cadena de supermercados valenciana ofrece su menú completo para estas fechas. En caso de querer probarlo en Nochebuena, se deben realizar los encargos antes del 21 de diciembre. Sin embargo, en caso de decantarse por los platos para la Nochevieja, los encargos se amplían hasta el 28 de diciembre.
Como nuestro objetivo era conseguir el menú para realizar una degustación y poder redactar este reportaje, hicimos el encargo para el sábado 17. Concretamente, para el mediodía. Y aunque a la trabajadora le pareció un tanto extraña la fecha, finalmente, apuntó en su tablet los platos encargados y nos dio el visto bueno.
– ¿A qué hora hay que venir a por el menú?
– Dependiendo de la hora a la que vayáis a comer. Ten en cuenta que hay algunos platos que tienen que estar unos 20 o 25 minutos en el horno.
– Vale, pues pónmelo para las 13.30 horas
– Perfecto. Si luego venís más tarde, no hay ningún problema. Puedes venir cuando quieras.
En el mismo momento, y justo antes de irnos, le hacemos dos preguntas más a la trabajadora. En nuestra comida tenemos un pequeño inconveniente y es que una de las comensales es celíaca, por lo que es importante saber si las tartaletas que incluyen los canapés llevan gluten o no. Lamentándolo mucho, desde el supermercado nos comunican que sí que llevan gluten, por lo que la comensal no podrá degustarlas. Por otro lado, al haber otras dos personas a las que no les gusta la cebolla, preguntamos si podrían ponerla a parte. En este caso, acceden sin problema.
Los días pasan y llega el sábado. Cogemos el coche, ponemos rumbo al supermercado, aparcamos y accedemos al interior. Volvemos a dirigirnos a la zona de Listo para Comer donde, en esta ocasión, nos atiende otra empleada diferente. Le comentamos que tenemos reservado un menú y nos solicita que esperemos hasta que vaya a recogerlo. A los pocos minutos, la trabajadora regresa con las bolsas y nos pide amablemente que nos dirijamos hacia la línea de cajas para abonar el importe. Y eso mismo hacemos. En total, 110 euros.
La preparación
Mientras que el redactor de este reportaje se encarga de ir al supermercado a por los platos, el resto de los comensales preparan la mesa y calientan el horno para darle el golpe de calor final a la comida. Nuestra idea era comer sobre las 15.00 horas de la tarde. Y nuestro objetivo, finalmente, se cumple.
Acompañando a los platos, en el interior de las bolsas encontramos un folleto donde detalla los pasos a seguir con cada una de las elaboraciones. Precalentamos el horno sin grill y procedemos a darle el toque final al cochinillo, que tiene que permanecer durante 25 minutos y a una temperatura de 200 grados en el horno. Sin embargo, pasado ese tiempo, comprobamos que la piel no está del todo crujiente, lo que es sin duda una de las claves de un buen cochinillo. Por eso, decidimos meterlo de nuevo unos minutos más. Pasado ese tiempo, lo sacamos, aún sin la textura de la piel deseada. No queríamos que la carne quedara seca por haber estado demasiado tiempo en el horno.
Posteriormente, introducimos la paletilla de cordero lechal que, siguiendo las instrucciones, debe calentarse también en el horno alrededor de 25 minutos y a 200 grados. Cuando pasa el tiempo, sí notamos que su textura es idónea, aunque nos quedamos con la duda de si estará demasiado seca. Poco antes de sacar la paletilla del horno, decidimos calentar la carrillada con salsa de carne y vino tinto. En este caso, se puede hacer en el microondas y tan solo bastan cinco minutos para que esté lista. Y por último, los canapés, que al tratarse de un plato frío se sirven directamente.
Con todo listo, la mesa preparada y algunos comensales sentados esperando los platos, procedemos a iniciar la comida. Como ya hemos dicho antes, se trata de una familia al completo. Diferentes géneros y edades. Tres hombres y tres mujeres. Un joven menor de 30 años, una pareja de entre 30 y 40, otra pareja de entre 50 y 60 y, finalmente, y como no podía ser de otra manera, la abuela, con más de 80 años.
La valoración
Lo primero que hacemos – a modo de entrante – es probar la bandeja de los 18 canapés, que tienen un precio de 15 euros. A simple vista, todas las tartaletas tienen buena pinta. Como nadie se quiere quedar sin probarlas, decidimos partirlas por la mitad. Según informan desde el propio supermercado, el plato está pensado para 3-4 personas.
Y comienza la degustación. “La de queso con salmón está buenísima”, dice uno de los comensales. “Y la de queso Stilton y crispy de mango también”, añade otro. Por lo general, todos coinciden en lo mismo: se trata de un entrante muy socorrido que ofrece mucha variedad. “No son los típicos que harías tú en casa. Se nota que los productos son buenos y las mezclas están muy bien. Dan mucho sabor”, añade otra de las participantes en la comida.
Además de los dos mencionados anteriormente, el de bacalao con paté de aceituna negra, el de crema de queso sabor trufa con viruta de cecina y el de foie y manzana caramelizada con huevo hilado se llevan la mejor nota. El de hummus, por el contrario, ha sido el peor valorado. “No tiene mucho sabor, en comparación con los otros”, argumentan.
Una vez degustados todos los canapés, pasamos a la carne. El cochinillo — 60 euros — , en un principio, era el plato más esperado por todos los comensales. Y aunque a todos les parece que la carne tiene mucho sabor y está muy rica, coinciden en el mismo punto. Al no haber conseguido esa piel crujiente y tostada que caracteriza a este plato, no llega a alcanzar la máxima puntuación. “Si lo hacíamos más se podía pasar la carne. Igual deberían hacerlo más en el supermercado, dejarlo crujiente, y que solo hubiera que dar un toque final de menos tiempo”, propone una de las comensales. A pesar de ese detalle, la valoración general del plato, pensado para 3-4 personas, es buena.
En cuanto a la paletilla de cordero de lechal — 20 euros —, hay incertidumbre por cómo estará el punto de la carne. A simple vista, parece que había quedado algo seca. Otro punto a destacar es que los platos no van acompañados por salsas. Sin embargo, supera las expectativas y se convierte uno de los platos mejor valorados. “La carne está genial. Se nota que es de lechal. Está muy tierna”, añade otro de los comensales. Esta elaboración está pensada, según indica el propio supermercado, para 1-2 personas.
Y por último, pero no menos importante, la carrillada guisada — 15 euros — con salsa de carne y vino tinto. Este, sin duda, se ha convertido en el plato favorito de todo el menú. La textura de la carne, el punto de la sal y la abundante salsa que acompaña, eleva a la carrillada al puesto más alto del ranking. “A mí me ha parecido lo mejor. Se deshace en la boca y eso es muy importante en estas carnes”, añaden. Este plato sería para 1-2 personas.
Por lo general, el menú de Navidad de Mercadona merece la pena. Si dividimos el precio total de la comida entre el número de comensales, cada persona pagaría unos 18,50 euros por la comida. Teniendo en cuenta el tipo de carnes que ofrece y el precio actual de los productos en los supermercados, la balanza calidad-precio merece la pena. Además de la valoración de cada uno de los platos, cabe destacar que las cebollas confitadas y las patatas panaderas que acompañan a las elaboraciones tienen muy buen sabor. Sin embargo, sí echamos en falta que incluyan salsa aparte para algunos platos como la paletilla de cordero lechal. Pero por lo general, se trata de una muy buena opción de cara a las navidades en caso de querer disfrutar de este tipo de elaboraciones. Y lo más importante: todo ello sin necesidad de tener que pasar horas y horas en la cocina.