Murcia

Abdellatif nunca volvió a ser el mismo desde que en marzo de 2020 salió de prisión tras cumplir condena por tráfico de drogas. Este marroquí estaba obsesionado con la posibilidad de que su esposa, Saloua, le fuese infiel. De tal forma que ejercía sobre ella un control férreo sobre todos sus movimientos en la localidad murciana de Águilas La mujer no le denunciaba por violencia de género porque no quería que el padre de sus dos hijos volviese a la cárcel, pero aquella sumisión le terminó costando la vida -de un tiro a bocajarro- hace dos veranos.

Tales hechos son los que considera probados la Audiencia Provincial de Murcia en una sentencia que acaba de emitir con una condena de cárcel ejemplar contra Abdellatif: 24 años y 9 meses de cárcel. Todo ello, tras celebrar un juicio en el que su propia hija, una adolescente, ejerció la acusación particular contra su padre, contratando al prestigioso abogado penalista Eduardo Muñoz Simó.

De hecho, la joven definió en la Sala al cabeza de familia como una persona "tóxica" y "celosa" que ejercía una conducta de sometimiento sobre su madre. "Mi padre maltrataba a mi madre: ella estaba muerta en vida. El maltrato físico y psíquico era constante", según expuso la joven a los miembros que componían el jurado popular.

En el fallo se relata que este marroquí no tuvo la menor clemencia para acabar con la vida de la mujer con la que había compartido dos décadas de relación y tenía dos hijos. Abdellatif mató a Saloua después de que le informase de que quería poner punto final a su matrimonio, marcado por la violencia de género y las infidelidades del cabeza de familia.

"Durante la tarde del 29 de agosto de 2020, el acusado Abdellatif Aouifa fue a buscar una escopeta que había depositado días antes en el sótano, entró en el comedor con ella, se acercó a su mujer que se hallaba sentada en el sofá y encañonó el arma, a cortísima distancia de su pecho, pegándosela a la zona del corazón y disparándole a bocajarro, lo que causó la muerte de Saloua. Por el instrumento utilizado y la forma en que se usó por el acusado, Saloua no tuvo posibilidad alguna de defensa", tal y como expone el fallo de la Audiencia en el apartado de hechos probados.

Una imagen de Saloua junto a sus compañeras de trabajo en un local hostelero. Cedida

"El acusado salió apresuradamente del edificio, se subió al vehículo marca Volkswagen, modelo Golf, con matrícula XXXX, propiedad de la fallecida, y se ocultó de la Policía, llegando a ser localizado gracias a la colaboración ciudadana, sobre las 2.20 horas del día 30 de agosto del año 2020, escondido en el interior de una embarcación varada, ubicada en una parcela de la calle Profesor J. Hernández Sevilla de Águilas".

"En ese momento, el acusado ya había desechado el arma de fuego con la que privó de vida a la señora Saloua Afif. Esta escopeta la había tenido en su poder careciendo de la oportuna licencia y estaba en perfectas condiciones de funcionamiento". Aquel 29 de agosto, Saloua se convirtió en la mujer número 24 que perdía la vida en España en 2020, en un crimen machista que se llevó por delante a una madre que siempre tenía un buen consejo para sus hijos y que se dejaba la piel como cocinera en el sector hostelero, con el objetivo de que sus críos no dejasen de estudiar. 

[La 'chef' Saloua, asesinada por su marido en Murcia: ella quería divorciarse y él le disparó a bocajarro]

Desde el momento de su detención, Abdellatif confesó a los agentes de la Guardia Civil que había disparado a su esposa con una escopeta. El informe de balística concluye que en el cuerpo de Saloua se hallaron seis postas esféricas de plomo, del calibre 12: no tuvo opción de sobrevivir a semejante disparo a quemarropa. En la vista oral, celebrada en la Audiencia Provincial, el jurado popular consideró "probado" que Abdellatif fue autor de un asesinato, perpetrado con alevosía.

También consideraron probado que utilizó un arma de fuego para la que no tenía licencia. De forma que la Audiencia Provincial condena a Abdellatif Aouifa, como autor de un delito de asesinato, con las agravantes de parentesco y de género, y la atenuante de confesión, a la pena de 24 años y 9 meses de prisión.

"Se impone también al acusado Abdellatif Aouifia la medida de libertad vigilada durante 10 años, cuyo contenido se concretará una vez cumplida la pena privativa de libertad". La Sala también se pronuncia sobre el futuro de los dos hijos de la difunta Saloua, los cuales seguirán viviendo en Águilas con su tía. "Se priva al acusado Abdellatif Aouifia del ejercicio de la patria potestad, respecto de su hijo menor de edad".

El prestigioso penalista Eduardo Muñoz Simó, en su despacho de Águilas.

El letrado Eduardo Muñoz Simó reflexiona que "se trata de una sentencia ajustada a derecho, donde se dan por probados todos los hechos que solicitaba la acusación particular que ejercía la hija de la víctima y que le permite sentir que ha sido respaldada por la Justicia".

Simó insiste en la contundencia que ha tenido la Sala a la hora de castigar un crimen machista que consternó a los vecinos de Águilas. "Estamos sumamente satisfechos con el contenido del fallo por el extraordinario veredicto del jurado y a su vez, las manifestaciones que recoge la magistrada presidenta del tribunal del jurado en las cuales queda acreditada la dominación a la que este hombre sometía a su mujer".