En el mercado digital hay regalos para todos los gustos, ahora en Navidad y Reyes, y durante el resto del año. Lo que no deja de sorprender es que se pueda regalar envuelta en un lazo incluso una mierda, en versión real de caballo (a 13,90 euros) o en humana de mentirijillas, hecha de cartón (a 10,90 euros). Hay que tener sentido del humor y perspicacia comercial para haber convertido en un negocio la venta y envío a domicilio de cacas como objeto de regalo.
Lo hacen desde la página Mandalamierda.es, donde sus misteriosos promotores precisan que ellos recomiendan, para evitar conflictos, que el destinatario del escatológico regalito sea un amigo del comprador al que este quiera gastarle una broma. Garantizan que el nombre del remitente queda a salvo, salvo que quiera mostrar su identidad en la nota que acompaña al paquete con el tarro de heces.
¿Quiénes están detrás del incipiente negocio del envío anónimo de excrementos? EL ESPAÑOL ha contactado con los dos cerebros de esta iniciativa, que aceptan responder a las preguntas y explicar su funcionamiento, pero sin revelar sus nombres completos ni dar datos sobre sus cifras de venta, aún muy modestas. Son Álvaro y Lucía, dos socios y amigos de Granada que rondan los 30 años y montaron este proyecto en 2018 como caso práctico de aprendizaje tras coincidir en un curso de experto en márketing digital.
Ahora simultanean esta fuente de ingresos −aclaran que ganan poco y lo reinvierten en mejorar su página− con sus trabajos serios de servicios digitales y desarrollo de negocio para otras empresas. Álvaro estudió también Filosofía y Lucía, Turismo.
¿Cómo se les ocurrió la idea de Mandalamierda? Álvaro, tras hablar con Lucía, responde por escrito: "Mi hermano, mayor que yo, y mi padre, comerciales toda la vida, siempre me decían: 'Todo se puede vender, es cuestión del valor que la gente le dé, hasta mierda, si es mierda de oro'. Yo me lo tomé literal, quise probarlo y así fue. Por otro lado, yo siempre he estado interesado por el tema del activismo y luchar por un mundo mejor. Quise fusionar el humor con la crítica, lo banal con lo intelectual (algo que la gente ve como cosas "contrarias" normalmente y disociadas), así que montar algo que fuera divertido al mismo tiempo que crítico me sonaba guay, aunque se quedase en un proyecto de tres días".
Una vez decidido el producto, tocó definir la marca, continúa contando: "De ahí, pensando en nombres… 'Manda mierda', 'envía mierda'… A mi hermano se le ocurrió 'Manda la mierda', que me pareció perfecto, pues podíamos usar como crítica social (en este mundo, en algunas ocasiones, hay muchos problemas, muchos males, y a veces tienen mucho peso, por eso podíamos decir que la mierda es la jefa, que la mierda manda, 'Manda la mierda', y a su vez, que envíes 'mierdas' como broma y crítica. El nombre representaba esa mezcla, así que no lo dudamos".
Las heces de caballo son reales; las 'humanas' las hacen con cartón de rollo de papel higiénico, que mojan y moldean
Dice que "pelean por el podio" de sus productos más vendidos "la caca de broma 100% hecha a mano y la de caballo", en este segundo caso, auténtica, que les suministran en establos de conocidos. Los falsos excrementos de humano los elaboran, según explica Lucía luego, con cartón de los rollos de papel higiénico, que trocean, mojan y moldean hasta que resultan verosímiles.
"También disponemos de mierda de unicornio (igual que la humana de broma, pero con purpurina) y nuestra maravillosa piedra del tiempo", agrega Álvaro, que precisa que las simbólicas ventas aumentan ahora. "La gente quiere quedarse con sus amigos durante todo el año, pero si tuviésemos que decir una fecha de mayor auge, diríamos que diciembre por el día de los Inocentes y Navidad, pero la verdad es que es algo irregular". Hay meses buenos en que han vendido diez como mucho, y otros, ninguna. Más que compradores, lo que tienen sobre todo son lectores, que encuentran diversión en su página, con visitas de "1.500 usuarios por mes". Guardan el material en casa y desde allí hacen los envíos. Reciben pedidos "de toda España" y los principales destinos son Madrid y Barcelona. Aún no envían al extranjero.
P.−¿Qué tipo de comprador predomina?
R.−Normalmente son personas que quieren gastar una broma a un amigo/a y casi siempre se identifican a través del mensaje personalizado que añadimos (que también escribimos a mano). También nos preguntan mucho por el anonimato del remitente, ya que no siempre quieren que se sepa quién la envía de primeras, para que sea sorpresa y chinchar a su amigos.
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P.−¿Cómo es el proceso, y quién fabrica el regalo?
R.−Lo fabricamos nosotros. Lo primero que hacemos es ver el mensaje personalizado. Si detectamos que puede ser hiriente o el fin no es puramente humorístico, no enviamos el paquete y hacemos un reembolso. En Mandalamierda queremos promover el humor y la crítica social desde una actitud reflexiva y constructiva, no el odio. Si el pedido es aceptado, metemos el producto en un bote de cristal con nuestra pegatina u otra divertida, le atamos el mensaje y luego lo metemos todo en una cajita con paja para que sea sorpresa y tenga ese "toque" campestre. También ponemos normalmente un cupón descuento para el que la recibe, así puede continuar el juego. Tras ello, le echamos una foto y se la enviamos al comprador para que la tenga de recuerdo y la enviamos con el remitente "Mandalamierda".
"Si detectamos que puede ser hiriente o el fin no es humorístico, no enviamos el paquete y hacemos un reembolso"
P.−¿Podéis contar algunas anécdotas que hayáis tenido? ¿Cómo reaccionan?
R.−Desde luego, hemos recibido correos de lo más random. Gente ofreciendo caca de sus mascotas para proveernos, preguntando si podíamos vender kilos y kilos, pedidos para famosos y políticos (pero no los enviamos, ya que no eran muy amorosos), también nos preguntaron por llenar un coche entero de excrementos, nos pidieron trabajo y nos enviaron como portafolio un perfil de Instagram de lo más escatológico... O incluso mucha gente simplemente dándonos la enhorabuena y diciéndonos que les hemos alegrado el día al encontrar nuestra web y reírse tanto, lo que realmente nos motiva y nos alegra a nosotros también.
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P.−¿Habéis tenido algún incidente de alguien que no haya mandado la mierda como broma a un amigo sino como ataque, y el destinatario haya protestado?
R.−No, nunca. Como comentábamos anteriormente, si tenemos algún indicio de que el producto no tiene un fin de broma o el mensaje es hiriente, nos reservamos el derecho de no enviarlo, ya que no queremos herir los sentimientos de nadie ni somos partícipes de promover la ira, sino la risa.
P.−¿Os han devuelto algunas los destinatarios?
R.−Tampoco ha pasado por ahora, el packaging es tan bonito que merece la pena guardarlo como recuerdo.
P.−¿Qué habéis aprendido con este negocio?, ¿os ha servido para vuestros otros trabajos?
R.−Con este negocio hemos podido confirmar la hipótesis que nos hizo montarlo cuando éramos estudiantes, y es que… Todo es márketing, todo se vende. Hasta la mierda, si es mierda de oro, o hasta una piedra, como nuestra "piedra del tiempo" [a 9,99 euros], capaz de decirte el tiempo del exterior con tan solo sacarla a la terraza y dejarla 10 minutos. Si cuando vuelves a recogerla, está mojada, significa que llueve, si está caliente, significa que hace sol. Parece coña, pero también vendimos ;). En cuanto a nuestros trabajos, desde luego. Por un lado, por la creatividad del proyecto, es algo que llama la atención; por otro, por hacerlo, normalmente todo se queda en ideas, hay que atreverse, ejecutar y aprender, aunque sean ideas absurdas como esta. Además, aprendimos mucho, ya que todo lo hicimos nosotros cuando estábamos aprendiendo sobre márketing, desde la web hasta los textos. De hecho, no nos vendría mal hasta ayuda para moverlo, no nos da tiempo, literalmente.
"Confirmamos lo que nos hizo montar el proyecto siendo estudiantes: todo es márketing, todo se vende"
P.−¿Por qué puede ser un buen regalo de Reyes, en vez del carbón?
R.−El carbón está muy visto, y no es algo intrínseco al ser humano, sino inculcado. Sin embargo, ¿a quién no le han dicho alguna vez "Una mierda te voy a regalar!"? Pues eso.
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P.−¿Qué os dicen vuestros familiares, amigos o compañeros/jefes de trabajo cuando se enteran de vuestro negocio mandalamierda?
R.−Hemos observado que hay dos respuestas clave ante estos momentos: 1) shock: se quedan pasmados y luego entran en bucle, extrañados, como intentando procesar la información, empiezan a tartamudear tipo.. "¿co co cómo?, ¿qué? Pero ¿humanas? ¡No no, por quién nos tomas! Somos personas serias, solo de caballo y además… Con mierdas nos referimos a "chorradas", desde mierdas de broma hasta piedras del tiempo (ahí explicamos qué es la piedra del tiempo, y el bucle vuelve a empezar) 2) risas: esta también es divertida, a la gente le da un ataque de risa y luego entra en modo reflexivo. Ahí es cuando explicamos súper serios la utilidad de, por ejemplo, la piedra del tiempo. Gracias a ella no tienes que mirar el tiempo en el móvil (lo cual es malísimo para los ojos) y la risa vuelve a empezar.
Ofrecen servicios digitales: "Si hemos sido capaces de vender mierda, ¿no vamos a vender tus productos?"
P.−¿Tenéis otro proyecto en marcha?
R.−Pues la verdad es que sí. Justo estamos ofreciendo servicios de transformación digital, desde big data research hasta digital marketing (SEO, SEM, etcétera). Siempre decimos que si hemos sido capaces de vender mierda por Internet, ¿no vamos a ser capaces de vender tus productos? Ya sean B2B o B2C. Así que si alguien busca servicios digitales, que se ponga en contacto con nosotros a través de nuestra web.
P.−Alguna otra cosa que os gustaría destacar.
R.−Al margen del tema de los pedidos, lo que más nos ha sorprendido es lo que hay detrás; según hemos visto en Internet, y de forma totalmente orgánica, se ha creado como una especie de "muletilla" o "movimiento" alrededor de Mandalamierda. Hemos leído más de una vez conversaciones en foros donde la gente está quejándose de algo y que de repente dice…, "bueno ya sabéis, 'mandalamierda'", y un enlace a nuestra web; eso es lo que realmente nos flipa, motiva, y nos gustaría potenciar. Tanto que, si eso pasase y se convirtiese en algo súper viral, no nos importaría donar todos los beneficios a alguna ONG o buena causa.