Mónica, la 'reina maga' que ha repartido 50.000 juguetes a niños necesitados en Madrid

Mónica, la 'reina maga' que ha repartido 50.000 juguetes a niños necesitados en Madrid

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Mónica, la 'reina maga' que ha repartido 50.000 juguetes a niños necesitados en Madrid

Acudimos al almacén de 'Ningún niño sin sonrisa', la asociación que ayuda a familias vulnerables para que sus hijos puedan tener regalos de reyes.

6 enero, 2023 03:07

La mañana de cada día 6 de enero es para pequeños y mayores una de las más felices. La llegada de los Reyes Magos se traduce en papel de regalo por el suelo, madrugones como ningún otro día y, para los más pequeños, una ilusión que se contagia a los más mayores con tan solo mirarlos. Sin embargo, no todos tienen la suerte de tener el árbol repleto de paquetes. Hay familias que por su situación económica no pueden. Por eso, Mónica Martínez, a través de su asociación, ha repartido 50.000 regalos gratis para que todos puedan lucir una sonrisa en el día de Reyes.  

El último informe ‘El Estado de la Pobreza. Seguimiento del indicador de pobreza y exclusión social en España 2015 – 2022’ revela que más de 13 millones de personas, es decir, alrededor del 27,8% de la población en España, se encuentra en riesgo de pobreza y/o exclusión social, según la investigación de 2021. Una cifra que supuso un aumento de un punto con respecto a 2020.

Con estas cifras, para muchas familias supone misión imposible hacer frente a estas fechas en las que el consumo se dispara y la convención social nos invita a gastar más de lo habitual, circunstancia que para muchas familias supone vivir unas semanas de lo más complicadas. La importancia de mantener la ilusión de los niños en Navidades es, para muchas familias, una prioridad. Sin embargo, ven como su situación económica les impide comprar los regalos que, como el resto de personas, han pedido a los Reyes Magos.

Mónica Martínez. Ningún niño sin sonrisa.

Mónica Martínez. Ningún niño sin sonrisa.

Mónica Martínez es la Presidenta de ‘Ningún niño sin sonrisa’, una asociación que lleva alrededor de 15 años ayudando a familias vulnerables para que alrededor de 1.000 niños puedan tener regalos de Reyes todos los años. “La iniciativa empieza cuando algunos amigos hacemos limpieza en casa y no sabemos qué hacer con los juguetes que no usamos y están en muy buenas condiciones”. Por eso, el primer año organizaron una colecta en la iglesia a la que acudían y días antes de la llegada de los reyes, se los entregaron a los padres para “que los pudieran poner debajo del árbol el día 6”.

La asociación llegó después, cuándo “se corrió la voz y empezó a haber más demanda”, “era un paso natural si queríamos seguir con la iniciativa”, asegura Martínez en el almacén de juguetes en el que atiende a EL ESPAÑOL. Durante el año son 5, los voluntarios que se encargan de sacar adelante la asociación. En las épocas de mayor trabajo, como en Navidad, son entre 10 y 15 voluntarios.

Juguetes en el almacén de 'Ningún niño sin sonrisa'.

Juguetes en el almacén de 'Ningún niño sin sonrisa'.

Todos los meses hacen colectas de juguetes de cara a la campaña de navidad. Reciben juguetes por diferentes vías: particulares que se acercan al local para donar de forma presencial, gracias a las empresas que permiten poner una caja para que los trabajadores puedan dejar los juguetes que en su casa ya no usan. Y por último, la colaboración con empresas jugueteras o grandes almacenes: “El Corte Inglés nos dona a lo largo del año, empresas como IMC en la campaña de Navidad y luego otros años, empresas como Clementoni que si lo solicitamos también nos suelen ayudar”, comenta la Presidenta de ‘Ningún niño sin sonrisa’.

Más de 50.000 juguetes

Sobre las donaciones, “el número es incalculable, son muchísimos”, plantea Martínez, “puede que repartamos, aproximadamente, hasta 50.000 juguetes”, completa. De todos los juguetes que reciben “más del 70% se desecha”. Generalmente, porque se donan en malas condiciones. De esa parte que acaba descartada, realizan una selección para mandarla a países en vías de desarrollo en la que pueda hacer falta. No obstante, Mónica insiste: “Casi un 60% de lo que recibimos acaba en la basura”, entre otras razones, “porque yo no le puedo regalar a un niño un juguete de los que regalan en el Burger King”, recuerda.

Donar juguetes de Burger King o en mal estado es más habitual de lo que se puede imaginar. Hace unas semanas, a la asociación llegó un correo preguntando si se podía donar una Barbie a la que le faltaba una pierna, porque “a los pocos días de regalarsela a mi hija, se le rompió, le compré una nueva y con esta ya no juega”, decía el mensaje. “Le dije que si su hija no jugaba con ella, qué le hacía pensar que otra niña si lo fuera a hacer”, respondió Martínez. Este tipo de conductas responden, dice la Presidenta de ‘Ningún niño sin sonrisa’, a que “no tenemos conciencia social de que una cosa es donar y otra reciclar”.

Al principio, recuerda Martínez, “hacíamos un cribado delante del donante, pero, a veces, resultaba violento el hecho de rechazar algún juguete”, incluso, “nos decían lo típico de: “encima que te lo dono”, asegura. Este tipo de anécdotas le permite aprovechar para reivindicar la diferencia entre donar y deshacerse de cosas que no queremos en casa, “hay una clara diferencia”, aclara, visiblemente molesta.

Juguetes de 'Ningún niño sin sonrisa'.

Juguetes de 'Ningún niño sin sonrisa'.

La asociación, a lo largo de los años, ha ido modificando la estrategia de cara a la llegada de los Reyes Magos. Al principio, se les daba a los padres, pero “con los años nos dimos cuenta de que algunos los vendían o no tenían ninguna necesidad de acudir a nosotros”, apostilla. Por eso, ahora “tienen que venir aquí con los niños y lo abren aquí, aunque no sea la mañana del día seis”, con esta estrategia, “pensamos que si el niño ya ha visto el juguete es más difícil quitárselo”, añade Martínez.

A pesar de este sistema, “nos seguimos quedando flipando cuando nos la cuelan”, en ocasiones, según cuenta a EL ESPAÑOL la Presidenta de la entidad, “el coche que viene a por los juguetes es un Audi de última generación, o graban la apertura de los regalos con un el último Iphone que ha sacado Apple…”, “sigue pasando, nosotros no podemos hacer más”, comenta con algo de resignación. “Solo nos queda que se den cuenta de que este tipo de actitudes hacen que otros niños, que realmente lo necesitan, se queden sin regalos”, completa.

Almacén de 'Ningún niño sin sonrisa'.

Almacén de 'Ningún niño sin sonrisa'.

Para evitar este tipo de fraudes, ‘Ningún niño sin sonrisa’ pide para la inscripción en el programa una fotocopia de la partida de nacimiento o libro de familia, “algún documento que certifique que el niño existe”, comenta Martínez. Además, las familias deben aportar una carta de servicios sociales o alguna organización sin ánimo de lucro como Cáritas que demuestre que necesitas ayuda, “hay gente que nos trae la nómina, cuándo ves la nómina y sabes que tiene tres hijos, entiendes que te pidan ayuda”, sostiene.

En la solicitud, que está abierta algo más de un mes, los padres adjuntan la carta a los Reyes Magos, “y siempre se incluyen cosas de las que piden en la carta”, además, en todas las bolsas de regalos que los menores reciben, siempre incluye un juguete educativo o familiar, dos libros y un peluche.

El caso de Erika y su familia

Erika tiene 37 años, está casada y tiene dos hijos. En su casa, solo trabaja su marido, Juan, en el sector de la construcción. Ella no puede trabajar por una fibromialgia, la cual se la detectaron hace poco más de 8 años. Tanto ella como su marido son de origen ecuatoriano, aunque llevan en España más de 20 años.

Su familia conoció a la asociación a través de una amiga, “cuando el local estaba en la calle Calle del Conde de Peñalver”. La familia León lleva 7 años apoyándose en la asociación para que, al menos, uno de sus hijos, reciba regalos -la edad máxima para recibir regalos son los 12 años-. Durante estos años “nos han ayudado mucho, siempre había regalos que el niño pedía además de juegos para pasar tiempo en familia”, recuerda Erika.

Erika León, beneficiada del programa de 'Ningún niño sin sonrisa'.

Erika León, beneficiada del programa de 'Ningún niño sin sonrisa'.

A la casa de los León, nunca han llegado regalos de forma masiva, en los peores momentos económicos para la familia, “solo llegaban para el pequeño”. El niño, como recuerda su madre, preguntaba sobre la falta de regalos a sus padres, cuestión que atajaron hasta los 10 años, con excusas: “Le decíamos que papá y mamá no reciben regalos porque son mayores”, “al final te inventas historias para que no pierdan la ilusión”, añade.

Sus hijos “siempre han sido muy maduros”, circunstancia que les ha permitido, tanto a su marido, como a ella ser muy sinceros. “Le contamos la verdad a los 10 años, lo llevó muy bien y lo entendió, hemos tenido mucha suerte con ellos”, reconoce a EL ESPAÑOL Erika con orgullo y una sonrisa.

Erika León en el almacén de 'Ningún niño sin sonrisa'.

Erika León en el almacén de 'Ningún niño sin sonrisa'.

Juan y Erika esperan poder tener regalos el año que viene, aunque lo que tienen claro es que “seguiremos colaborando con la asociación, nosotros y nuestros hijos”, por “la importante labor que hacen y por lo tanto que nos han ayudado”, recuerda emocionada. Mónica y su asociación, además de prestar su ayuda en reyes, que de no encontrarla “le tendríamos que haber antes contado a nuestro hijo la verdad”, también les han asistido en otros momentos del año, “al principio de curso, ayudan a las familias con el material escolar”.

El tabú de reconocer una ayuda

Mónica y Erika reconocen el gran tabú que existe con respecto a recibir ayuda. “Hay muchas familias que necesitan ayuda y no la piden”, dice Eika. “En la asociación hemos notado que en España no hay cultura de pedir ayuda, que los españoles no estamos acostumbrados, deberíamos normalizarlo más”, completa Mónica Martinez. La principal razón, apunta la Presidenta de la asociación, es “la gran vergüenza que pasan al pedirla”.

“Yo me niego a robar” asegura Erika. “Prefiero pedir ayuda, no me da ninguna vergüenza y lo seguiré haciendo hasta que pueda sacar a mis hijos adelante con mis propios medios, mientras es lo que hay”.