Tras pasar 4 años en prisión preventiva, el acusado de matar, descuartizar y deshacerse de los retos de su mujer en la barbacoa de su casa va a quedar en libertad por no haberse celebrado aún el juicio. La detención de Raúl Díaz, acusado de matar a su mujer, Romina Celeste Núñez se produjo el 13 de enero de 2019, y el juzgado decretó su ingreso en prisión sin fianza 3 días después. El plazo de 4 años se cumple, por tanto, este lunes, tal y como recoge un auto al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. Los hechos ocurrieron en Costa Teguise (Lanzarote).
Romina Celeste tenía 29 años y es considerada la primera víctima de violencia de género de 2019. Su marido, ingeniero industrial, de 44 años, nunca ha confesado los hechos. En su declaración advirtió que regresó a casa la noche la nochevieja tras consumir drogas y la encontró muerta. Se asustó, descuartizó el cuerpo de su mujer y quemó parte en la barbacoa que su jardín.
Cuando los vecinos acudieron a la casa, asustados por el olor y las llamas, Raúl Díaz respondió con tranquilidad que estaba asando carne. Lo que quedaba el cuerpo lo desmembró y lo tiró, en varias bolsas de basura, al mar. Para hacerlo, alquiló un coche. Luego se marchó a un puticlub.
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Lo contó el 13 de enero, por teléfono a un amigo. Peor para entonces ya tenía el teléfono intervenido, e inmediatamente fue detenido por la Benemérita. Días antes, el 7 de enero —una semana después de desaparecer Romina—, las insistentes llamadas de la madre de su mujer le impulsaron a acudir al cuartel de la Guardia Civil a denunciar su desaparición.
Casi de manera inmediata, el marido de Romina fue considerado el sospechoso principal de su desaparición. El 30 de diciembre la mujer había acudido al Hospital de Lanzarote con lesiones. No pudieron ni atenderla, y por tanto, ni se emitió el parte ni se activó el protocolo de posibles malos tratos: su marido se presentó en el centro sanitario y se la llevó. Según precisa ABC, las actuaciones recogen que en agosto de 2019 la golpeó en un hotel de Arrecife.
Dado el estado del cuerpo, y que arrojó el resto al mar, la autopsia solo pudo determinar la identidad del cuerpo por el ADN, pero no se ha podido determinar la causa de la muerte. Los investigadores buscaron por toda la costa de Lanzarote, y no apareció el resto de cuerpo, a excepción de un pequeño trozo de pulmón en febrero, insuficiente para determinar la causa de la muerte.
La Fiscalía, que pide para el acusado 20 años y dos meses de cárcel por seis delitos, ya ha pedido a la juez de instrucción medidas cautelares para su puesta en libertad, como la comparecencia diaria en los juzgados del presunto autor y la retirada del pasaporte, mientras se espera la fecha de juicio, que aún no ha sido fijada.
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Por su parte, la familia de Romina, que ejerce de acusación particular, lo acusa de un delito de maltrato habitual, uno de lesiones en el ámbito de violencia de género, homicidio, profanación de cadáver y simulación de delito, por presentar una denuncia falsa sobre la desaparición de su esposa.
Como la Fiscalía, la acusación particular alerta de que existe riesgo de fuga. También coincide con el ministerio fiscal en que no se ha señalado juicio en cuatro años por los continuos recursos de la defensa, que ha cambiado varias veces, con el fin de dilatar la instrucción y agotar así el plazo de prisión preventiva, como ha acabado ocurriendo.