“La empresa ha descartado tu CV”. Sin duda, se ha convertido en los últimos años en uno de los mensajes más frecuentes en las aplicaciones de búsqueda de empleo. Y todavía esta frase es más habitual si los postulantes a la oferta son personas que se sitúan por encima de los 55 años de edad. En nuestro país, la tasa de paro entre ciudadanos de 55 a 64 años se sitúa en el 13,8%, un porcentaje muy por encima de la media europea, donde el desempleo para esta franja de edad tan solo alcanza el 5,2%.
Sin embargo, a pesar de ser uno de los mensajes más habituales — e hirientes — para los mayores de 60 años que buscan reincorporarse al mercado laboral, lo cierto es que no todas las empresas toman este tipo de decisiones y rechazan los currículums de forma automática basándose, única y exclusivamente, en la edad. Es el caso de CICUE, la empresa almeriense que ya se ha convertido en todo un referente en la contratación de personas mayores. De hecho, tal y como cuenta su propio gerente, José Juan, su hazaña ha llegado hasta el punto de que, en total, el 20% de los trabajadores de la entidad superan los 60 años.
Como si de cualquier personalidad conocida se tratara, José Juan atiende a EL ESPAÑOL tras hacer un hueco en su apretada agenda. “La semana pasada fue un poco estresante porque hubo que compaginar el trabajo, el inicio de año y todas las modificaciones que hay”, explica. Pero a pesar de tener que hacer frente y dar respuesta a un gran número de responsabilidades, no pierde la oportunidad de hablar con los periodistas para hacer que sus declaraciones sirvan como ejemplo para el resto de empresarios.
Desde su registro en el año 2000, la empresa CICUE ha basado su actividad en la externalización de personal para empresas privadas y públicas, centrándose sobre todo en el ámbito de la limpieza, el mantenimiento y la jardinería. Y aunque se ha colocado en la cresta de la ola por los servicios de calidad que ofrece, la realidad es que la entidad de José Juan y sus dos socios ha dado el salto a los medios de comunicación en las últimas semanas por haberse convertido en todo un ejemplo en la contratación de empleados mayores de 60 años.
Su objetivo, asegura, es concienciar a la sociedad de que se puede crear un modelo diferente de contratación que dé esperanza a aquellos que llevan años, e incluso décadas, buscando empleo. “A veces no somos conscientes de lo mal que lo está pasando la gente que está a nuestro alrededor”, explica José Juan en conversación con este periódico.
Sin ir más lejos, encontramos el caso de José María, un almeriense nacido en la Chanca que a sus 60 años y tras haber estado en paro desde 2010 consiguió un empleo gracias a este empresario. "He tenido muchos momentos de desesperación, de pensar que nunca encontraría trabajo. Llegué al punto de que perdí la esperanza por completo, pensé que jamás me volverían a contratar, pero gracias a CICUE ha sido diferente", explicaba el propio José María en una entrevista con EL ESPAÑOL.
Sin embargo, desde que fue seleccionado desarrolla sus trabajos de limpieza con un gran rendimiento y unos resultados equiparables a los de cualquiera de sus compañeros, la gran mayoría de ellos mucho más jóvenes. “A José María le hemos formado para un puesto que no se le contrató y está respondiendo. Está desarrollando sus tareas de una forma inigualable. No lo podemos visibilizar mejor que como lo hemos hecho. Son casos dignos de alabar, con capacidad de seguir trabajando, ilusionados y, sobre todo, a pesar de haberlo pasado realmente mal”.
Misma situación la de Pepe, un hombre de 62 años de edad al que el propio José Juan decidió contratar tras darle la oportunidad de concertar una entrevista para el proceso de selección. Una vez terminada la charla, no se lo pensó dos veces y decidió incorporarle al equipo. “Lo volvería hacer. Sé que he acertado y es un ejemplo para sus compañeros, para los jóvenes. Necesitamos que alguien transmita los valores del compañerismo, del trabajo, del esfuerzo, de todo”, añade.
De hecho, su predisposición y ganas llegan hasta el punto de que sus compañeros, en ocasiones, aseguran que no pueden llegar a su nivel. “Pepe, es que no podemos seguir tu ritmo”, le dicen.
Cambiar el sistema
Cada día, por las manos de José Juan pasan decenas de currículums. Y aunque para él la edad no es un factor determinante a la hora de contratar, la realidad es que encontrar empleo habiendo superado las seis décadas de edad continúa siendo una tarea complicada. Por ello, y tras su larga experiencia en procesos de selección, este empresario almeriense tiene clara su visión y aboga por un cambio radical en el sistema.
“Creo que estamos penalizando a personas que tienen un potencial todavía muy alto en el mercado laboral. Me parece muy frívolo. Al final no dejamos de pensar que son personas con una vida, una historia y unas ganas. Creo que el sistema en general está premiando el individualismo, la división, el conseguir el dinero fácil sin trabajar y sin esfuerzo y estamos penalizando la otra parte, un sistema humano, colaborativo”, asegura.
Para él, los mayores de 60 son el claro ejemplo de la representación de los valores del conocimiento de la humanidad, un factor completamente necesario en todas las empresas, independientemente del ámbito de trabajo. “Pienso que si se pierde eso vamos a tener un gran problema en las próximas décadas. Estamos abocados a algo bastante complicado si no lo hacemos así”.
— Dices que el sistema penaliza a este grupo de personas, pero, ¿cuáles son los principales motivos que llevan a los empresarios a no contratar a mayores de 60? ¿Hablamos de prejuicios o de normalización de una dinámica de contratación concreta?
— Creo que es por las dos cosas. Está bastante asentado y no nos paramos a pensar cuánto de verdad es. Pero yo creo que hay un poco de prejuicios a la hora de contratar a esas personas. No es mi caso, pero las consideran viejas. No sé cuánto habrá calado, porque la sociedad no cambia de un día para otro, pero que es posible es una realidad. La gente lo ha visto.
Por ello, de cara al futuro, José Juan espera poder seguir siendo un ejemplo para el resto de empresarios. Vivir situaciones familiares como las de Pepe o José María fue lo que le motivó a llevar a cabo esta práctica, junto a sus dos socios. Ahora, mira hacia adelante y se visualiza de la misma forma, ayudando a los colectivos más desfavorecidos. No solo a los mayores de 60, sino también a personas inmigrantes o mujeres víctimas de violencia machista, grupos a los que ayudan desde sus inicios.
“Aquí, la supervisora, Bibi, que es inmigrante, procedente de Colombia, sabe perfectamente que para nosotros lo importante es que sean buena gente. Que los clientes se sientan contentos más allá de si tienen 60 o 25 años. Eso es lo que quizá puede diferenciarnos. Al final buscamos que sea una empresa humana”.
Y aunque tiene la mirada fija hacia adelante, para los próximos años José Juan pide un regreso al pasado. “Me encantaría del futuro que podamos volver al pasado, a tener más valores y más humanos. Creo que tenemos la experiencia suficiente como para poder hablar con un poco de propiedad y decirle a la sociedad que se puede hacer de otra manera y que si la gente tiene ganas de trabajar, hay empresas dispuestas a dar trabajo”, añade.
Porque para él, como para muchos en el amor, la edad es tan solo un número.