Hace quince años que José Manuel se autodenominó 'Trascendencia Total' y para algunos de los que viven en la Fundación Mahasandhi se convirtió en el primer "lama" de Murcia. "Mi hijo dice que una noche vio algo: tuvo una llamada que le decía que debía ir a la India", tal y como asegura su madre, Fina, sobre el origen del nombre dhármico que tiene el impulsor de un complejo religioso de 100.000 metros cuadrados, donde confluyen el budismo, el hinduismo, el cristianismo y también el dinero, ya que la fundación está vinculada a Viajes Mahasandhi, al Instituto de las Ciencias Terapéuticas Devacharya y a los laboratorios Hiranyagarba.
EL ESPAÑOL ha accedido en exclusiva a un vídeo de una ceremonia hindú, oficiada por 'Trascendencia Total', donde decenas de asistentes, ante su presencia, reaccionan postrándose, como si estuviesen ante una deidad. Algunos de sus seguidores lo conciben como un "maestro" y otros como un "lama", por eso realizan semejante reverencia, no a José Manuel, sino hacia su energía. Todo transcurre en el templo de Shiba del complejo de la Fundación Mahasandhi, en el que se escenifica el principio creativo del lingam-yoni: la unión de lo femenino y lo masculino.
En este rito, los asistentes comienzan a hacer ofrendas que consisten en derramar miel, yogur y leche por encima de un linga contenido en un ioni: el primero escenifica un falo, la energía masculina, y el segundo, una vulva, la energía femenina. Paralelamente, dentro del templo de Shiba, se enciende un fuego con plantas aromáticas, cantan mantras, y todos beben de la ofrenda. Podrá compartirse -o no- el contenido de esta ceremonia, pero lo que es un dato objetivo es que por estas instalaciones, en medio de la nada, cada año, acuden cientos de personas interesadas en las enseñanzas del hombre que antaño se llamó José Manuel Cánovas Rivera.
"Mi hijo se marchó a la India con 19 años: solo se llevó un macuto con ropa", prosigue Fina, mientras detalla el viaje que José Manuel emprendió a la ciudad de Dharamsala en 1993, rompiendo con su trayectoria de profesor de ninjutsu en el Gimnasio Yamato de Murcia y como reputado quiromasajista de decenas de pacientes -muchos de ellos deportistas- que acudían a su local en el Barrio de Santa María de Gracia.
Esta es la versión oficial que ofrece la familia sobre el desencadenante del viaje místico de José Manuel para aprender a sanar a la gente más allá del plano físico. Sin embargo, existe otra versión que apunta un antiguo amigo y que habla de que siendo un adolescente, se enamoró hasta las trancas de una mujer, de 41 años, con la que quiso convivir, pero sus progenitores no accedieron y decidió poner 6.864 kilómetros de por medio.
Al margen del motivo que causó el giro trascendental en la vida de José Manuel, lo cierto es que este murciano inició su periplo para formarse por monasterios budistas, mostrando el mismo tesón que le llevó a obtener el cinturón negro de ninjutsu y que ha heredado de su padre: Pepe 'El Rubio', lateral izquierdo que militó en el Real Murcia Imperial. "Estuvo metido en una cueva haciendo meditación varios meses: la piel se le caía a trozos de estar deshidratado y le metían la comida por una puerta", recuerda su madre. "En un año no supimos nada de él. Lo pasó mal. Yo no entiendo de esto, pero llegó a lo más alto".
De hecho, Fina asegura a EL ESPAÑOL que su hijo tuvo visiones durante ese retiro y pasado un año volvió a Murcia: "Haciendo esta meditación tan fuerte, tenía sueños que le decían que pasaría una tragedia grande. Presentía que tendrían un accidente su hermano y su hermana y regresó de la India. Al final, se mató en moto mi hijo, Raúl". Tan luctuosa premonición jalona la leyenda espiritual de este "lama" murciano. "José Manuel me decía que estaba muy unido a Raúl: era su enlace".
Durante doce años, el hijo de Fina alternó largas temporadas en la India con estancias en Murcia, donde volvía a trabajar de quiromasajista para reunir fondos y así regresar a recibir enseñanzas del Lama Wangdor Rinpoche. Entre viaje y viaje, conoció al alquimista francés Petri Murier: productor del Oro Potable, que se comercializa en España como Elixir del Sol, afirmando que influye en el cerebro, la médula y el sistema nervioso.
Aquellos años de formación son el germen de 'Trascendencia Total': un ser iluminado para sus seguidores, al que solo se le puede ver en julio, cuando sale de su casa cueva para impartir enseñanzas y liderar celebraciones espirituales, a las que acuden usuarios de la Fundación Mahasandhi -previo pago o entregando un donativo-.
Las reflexiones de este quiromasajista sin estudios universitarios, al que sus adeptos consideran el "Lama de Mahasandhi", se cuelgan en Youtube, bajo el título: 'Preguntas y respuestas con Trascendencia Total'. En los vídeos, este líder espiritual aparece sentado en la posición del loto, sin hablar, tan solo gesticula, mientras su pareja y asistenta personal, Geli, verbaliza su mensaje sobre la consciencia pura, el amor, la esencia de la mente...
'Trascendencia Total' suma cuatro años sin hablar porque inició un voto de silencio que no romperá hasta que se ejecute Amitabha: un proyecto que promueve la Fundación Mahasandhi para construir un Buda de la luz infinita que será el más grande de Europa, con 30 metros de altura, y cuyo trono será un edificio habitable, con salas de meditación, yoga y cursos sobre filosofía, salud integral, disciplinas artísticas...
Este enorme Buda estará acompañado de una estupa, un templete, un estanque y un auditorio al aire libre. Con este proyecto megalómano, seguirá ganando enteros el peculiar imperio que José Manuel (Murcia, 1973) inició hace quince años y que es apreciable para la vista: Mahasandhi ha pasado de ocupar un descampado semidesértico de 9.000 metros cuadrados, a abarcar un complejo de 100.000 metros, compuesto por catorce casas cueva donde residen unas treinta personas, un albergue, un iglú, un fastuoso jardín y tres templos para ceremonias religiosas, yoga...
"José Manuel quería traer a la Región de Murcia lo que había aprendido en la India y me pidió que le buscase un terreno para montar un templo", según relata Fina Rivera. Por aquel entonces, corría el 2009, y esta hostelera decidió buscar una finca para José Manuel en el pueblo del que ella era oriunda: Abanilla. "Mi hijo me decía: 'La madre divina me lo encontrará'". Y la zona que localizó fue un paraje, en medio de la nada, al que se accede por una pista de tierra, y que está situado a unos kilómetros de El Tollé: una pedanía abanillera que no llega a cien habitantes.
"Mi hijo compró una casa cueva y una parcela que le costaron dos millones y medio de las antiguas pesetas. Yo decía que estaba loco: a mí eso no me gustaba, pero ahora aquello es precioso", aclara Fina. EL ESPAÑOL visita este complejo donde sus treinta residentes han sido 'rebautizados' por 'Trascendencia Total' con nombres que responden a términos en sánscrito: la lengua indoeuropea de los textos sagrados.
Nuestra guía es Satya: significa 'verdad'. "Este año es nuestro quince aniversario. Somos una fundación, sin ánimo de lucro, pero lo que realmente buscamos aquí, digamos que es la unión de todas las religiones: aquí convergen todas. Cuando tú profundizas en lo que es la religión, te das cuenta de que todas son iguales, la esencia es la misma, y al final, el objetivo es llegar a ver tu propia esencia: ¿Quién eres tú?", tal y como nos pregunta Satya. "Lo que aquí hacemos es que la gente trate de reenfocar, cambiar esa mirada que mira hacia fuera y nutrirnos a nivel interior".
El recorrido se inicia en la Gompa: un templo con un enorme Buda, 'escoltado' por Shiva y Jesucristo. En el exterior llama la atención el árbol Bodhi: el ficus en el que Buda se sentó a meditar y logró la iluminación. Proseguimos por las estupas que representan los ocho momentos más importantes en la vida de Buda, justo antes de llegar a la sala Shri Chakra, donde 'Trascendencia Total' imparte sus enseñanzas. Esta estancia está presidida por una foto gigante de este maestro murciano, cuyo tamaño es mucho mayor que los retratos de los lamas que cuelgan de la pared: el mensaje narcisista subliminal es evidente.
"La mayoría de personas que estamos aquí es porque hemos tenido una llamada muy fuerte o una experiencia de tocar fondo, que es cuando realmente te empiezas a plantear el sentido de la vida. La pérdida de un ser querido, una relación o el trabajo: son los ejemplos más comunes [de la gente que reside en la comunidad de Mahasandhi] porque son los pilares en los que más basamos nuestra vida. Todo empieza cuando estás incómodo, no te sientes bien [...]", reflexiona Satya.
En la tournée, la guía explica que el complejo ofrece a los visitantes aprender las enseñanzas del maestro, sesiones de meditación, yoga o retiros espirituales para limpiarse. Algunas actividades son previo pago, otras gratuitas, aunque hay varias huchas distribuidas por el complejo para dejar la 'voluntad' y Satya siempre que puede recuerda que se pueden hacer donativos a la comunidad. Los retiros pueden ser de fin de semana, de cinco días, de diez días... Los más radicales consisten en aislarse completamente de la vida exterior, con voto de silencio y ayuno, dentro de una casa cueva como hace José Manuel: 'Trascendencia Total'.
"Esos retiros son duros, van por sets de tres días, lo puedes hacer de un set, de tres sets, de ocho sets…", según advierte Satya. "Son muy estrictos y duros: no puedes hablar y no puedes comer, incluso hay un día en el que ni siquiera bebes líquido. Te pasas sin comer más de 30 horas. Paro eso hay que prepararse. El primer día tomas líquido y comes algo sólido, tipo crema. El segundo día no comes nada. Y al tercero, puedes comer después de realizar la práctica que son tres sadhanas diarias".
- ¿Puedo ver al lama 'Trascendencia Total'?
- Satya: Lleva cuatro años sin hablar, tiene voto de silencio. Para reunir energía, dijo que hasta que no se construyera el Buda no volvería a hablar. Él sale de su casa cueva, una vez al año, en los retiros de julio. Ahí sí se le pueden hacer preguntas. Hay veces que él siente que tiene que dar enseñanzas, y dependiendo de cómo se mueva la energía, si lo siente, pues él lo hace [sale de la cueva a dar enseñanzas]. El motivo de este centro, de que él esté aquí ['Trascendencia Total'] y de que todos estemos aquí [viviendo en el complejo Mahasandhi]: es para beneficiar a todos los seres sintientes.
Tales ideas religiosas, inicialmente, despertaron sospechas en la Guardia Civil. De hecho, una fuente de la Benemérita explica a EL ESPAÑOL que montaron controles para monitorizar la actividad de Mahasandhi cuando funcionaba como asociación: "Era opaca y hermética".
Además, en un pueblo de fuertes creencias católicas, como lo demuestra la rotonda de entrada a Abanilla, presidida por la Santísima Cruz, una iniciativa así despertaba muchos recelos y se escuchaban historias de todo tipo. Desde la presunta aplicación de terapias con drogas ilegales -marihuana, ayahuasca y LSD-, a la supuesta práctica que realizaban los miembros de esta comunidad, consistente en cortarse el frenillo de la lengua, para realizar un rito chamánico donde se tapaban los orificios nasales con la lengua. Incluso se hablaba de la muerte de una mujer por cáncer tras dejar su medicación.
Tanto la Guardia Civil como la Policía Local confirman a este diario que nunca han realizado una intervención en ese paraje de El Tollé por rituales con drogas, ni han recibido denuncias por la captación de personas, ni han hecho aprehensiones de sustancias ilegales entre sus usuarios. Una fuente del Instituto Armado resalta que en los controles que realizaron para monitorizar la actividad de Mahasandhi, solo detectaron que no eran unos perroflautas: "Acuden personas de nivel adquisitivo alto".
El maestro 'Trascendencia Total' tiene tirón desde el principio: en el primer retiro espiritual que organizó, medio centenar de personas aguantaron en tiendas de campaña, en una zona árida, durante tres semanas. "El perfil de los seguidores era de lo de más variado: había hasta familias", según detalla una fuente de la Policía Local. "Hubo un profesor que lo abandonó todo para irse a esa comunidad y donó sus propiedades".
Varias personas que tuvieron vínculos con Mahasandhi, cuentan a EL ESPAÑOL las claves del crecimiento de esta asociación que en 2020 se constituyó como una fundación que atrae a cientos de seguidores y mueve dinero: recibe donativos; sus socios pagan 10 euros al mes; organiza retiros espirituales por los que cobra de 300 a 435 euros por persona; oferta en internet colecciones de audios con enseñanzas místicas, por precios que oscilan de 9 a 135 euros; tiene una tienda para vender productos para sus ceremonias, como vasos de ofrenda, tambores tibetanos...
"Los primeros seguidores pagamos 3.500 euros, cada uno, para construir una Gompa: un templo para la meditación", tal y como explican estos antiguos miembros de Mahasandhi, poniendo como única condición que no se desvelen sus identidades.
"La comunidad empezó a crecer porque compramos parcelas y levantamos casas cueva de nueva construcción cerca de la Rambla de Mascosa: unas costaban 12.000 euros, 40.000 euros, 140.000…". Todas están hechas en la característica tierra arcillosa de este paraje, mediante el mismo sistema: una excavación con forma de bóveda, para distribuir la tensión por las paredes que tienen un grosor de un metro. La mayoría de casas tienen dos o tres habitaciones, aseo, cocina y comedor.
"Todos pagan su luz y agua, además de una derrama de 300 a 500 euros para financiar reparaciones", según detallan sobre las condiciones de alojamiento. "Cuando entras en la comunidad no puedes revender ni alquilar la casa cueva". Estos inmuebles han engordado el valor económico de este complejo que partió de la única casa cueva original, propiedad de 'Trascendencia Total', y que está conectada directamente con la sala Shri Chakra y el espectacular Jardín de Akanishta. "La casa del maestro tiene jacuzzi, sauna, suelo radiante, gimnasio, caja fuerte, un laboratorio...".
Los únicos que tienen trato directo con este líder espiritual son su pareja, Geli, la directora del Instituto de las Ciencias Terapéuticas Devacharya, o los miembros del patronato de la Fundación Mahasandhi, a los que da instrucciones sobre cómo debe funcionar todo. Prueba de ello son los ocho compromisos de convivencia de Mahasandhi donde se especifica esto a los integrantes de su comunidad: 'Me comprometo a realizar las labores de servicio voluntario (karma yoga)'.
Los exmiembros que atienden a este diario, resumen así la dinámica del complejo: "El maestro es Dios y hay que darle lo mejor. El maestro te hace jurar que no contarás nada de lo que se ve dentro". O dicho de otra manera: lo que pasa en El Tollé se queda en El Tollé. Valga como ejemplo práctico lo que cuenta a este diario una fuente de la Benemérita: "Una vez se produjo un servicio por violencia de género, un episodio de maltrato psicológico entre dos miembros, pero la comunidad quería arreglarlo sin la mediación de la Guardia Civil y les dijimos que eso no podía ser".
Por las instalaciones de Mahasandhi han pasado ingenieros industriales, médicos, docentes, psicólogos… Unos para aprender las enseñanzas de 'Trascendencia Total', otros para someterse a retiros espirituales o para romper con sus vidas, instalándose en El Tollé. En la actualidad, treinta personas residen en sus casas cueva. El perfil de los habitantes de esta comunidad va desde la dueña de un herbolario, a un comercial o el propietario de una pequeña empresa que comercializa frutas y hortalizas.
También están los que trabajan en el mantenimiento del complejo, en la construcción de casas cueva, incluso están empleados en Hiranyagarba: la empresa de medicina natural, hongos y cosmética ecológica, cuyo nombre obedece a una palabra sánscrita que significa la matriz de la existencia. El origen de esta mercantil está en los conocimientos que José Manuel adquirió con el alquimista francés, Petri Murier, y los elixires que empezó a producir con productos que traía de sus viajes a la India, como la ashwagandha: un arbusto asiático que sirve para tratar el estrés.
Esta empresa la fundó José Manuel con la ayuda de varios socios, como los dueños de un herbolario y unos viveros. Hiranyagarba tiene su sede en el Polígono Base 2000 de Lorquí y su facturación anual, por vender elixires para encontrar el equilibrio vital, oscila de 500.000 a 1.000.000 euros, según un portal especializado. Tal dato evidencia la visión empresarial de este "lama" que en su juventud cursó Primaria y Secundaria en el Colegio Maristas: un centro católico, cuyo objetivo es promover la formación de sus alumnos al estilo de San Marcelino Champagnat, con una concepción cristiana de la persona, la vida y el mundo.
Cuando uno introduce la dirección de la Fundación Mahasandhi en Google Maps, el Camino Viejo de Macisvenda número 100 del paraje de El Tollé, en pantalla también aparecen los iconos de los laboratorios Hiranyagarba, Viajes Mahasandhi y el Instituto de las Ciencias Terapéuticas Devacharya. Esto no es una simple coincidencia porque detrás siempre está el "lama" José Manuel, mercantilizando sus experiencias por la India, aunque su nombre no aparezca en los cargos directivos.
Eso es lo que ocurre con Viajes Mahasandhi, cuya página web está en construcción, solo dispone de una cuenta de Facebook donde ofrecen excursiones por este país asiático, bajo el lema: 'Viajes que transforman'. En uno de sus post explican que 'Trascendencia Total' es la persona que guiará al grupo: "Decimos que nuestros viajes transforman porque esa es la motivación principal con la que los hacemos. Uno de los consejos que nos da Trascendencia (nuestro guía) es que no nos preocupemos por nada y en muchas ocasiones, solo escuchar eso ya nos alivia [...]".
Los tours cuestan, al menos, 1.500 euros por persona, según explica a este diario uno de los turistas que ha viajado con 'Trascendencia Total' para conocer Varanasi: la ciudad sagrada de los hindúes, a orillas del río Ganges.
En el Instituto de las Ciencias Terapéuticas Devacharya ocurre lo mismo. En su vídeo de presentación, se explica que la idea surge cuando José Manuel se encontraba formándose en la India, y en su camino se cruza el homeópata y acupuntor israelí, Koby Nehushtan. Los dos juntos acuerdan impulsar este proyecto que oferta seminarios sobre alquimia y cursos sobre medicinas alternativas: naturopatía, sintergética, tibetana, ayurveda...
El precio de la formación on line varía de 5 a 95 euros, las consultas con el homeópata y acupuntor israelí, Koby Nehushtan, cuestan 120 euros, por media hora. Este peculiar centro de estudios se presentó ante 380 personas, en el prestigioso Hotel Nelva de Murcia. Durante mucho tiempo, su staff impartió clases los fines de semana, en el Auditorio Municipal de Abanilla, con la asistencia de cientos de personas que dejaban donativos.
Por aquel entonces, Mahasandhi todavía era una asociación, pero con todas estas iniciativas ideadas por el lama José Manuel, cada vez movía más dinero. De modo que hace tres años se tuvo que constituir como fundación porque sin una entidad jurídica era inviable que el Gobierno murciano y el Ayuntamiento de Abanilla, les concediesen permisos ambientales, así como licencias de obra, para ejecutar Amitabha: el proyecto ideado por 'Trascendencia Total' para levantar un Buda de la luz infinita que coronará El Tollé. En la web de esta organización sin ánimo de lucro, se explica cómo colaborar con esta iniciativa: apadrinando un árbol sagrado, mediante el mecenazgo o con un donativo.
"En el proyecto del Buda más grande de Europa, la gente está dando dinero como loca, a cambio de que pongan su nombre en una loseta. Al principio, todo era altruista, pero ahora se ha convertido en un negocio puro y duro", lamentan algunos antiguos miembros de esta comunidad. En el Ayuntamiento apoyan a la Fundación Mahasandhi porque ayuda a proyectar la imagen de Abanilla, de cara al turismo. Además, cuenta con un proyecto humanitario que recauda fondos para colaborar con la comunidad de refugiados tibetanos en Tso Pema.
Para ello organizan galas benéficas, algunas de las cuales han contado con el apoyo de personalidades, como el conocido actor Enrique Martínez, uno de los protagonistas de una de las series de mayor éxito en Antena 3: 'Los hombres de Paco'. La figura del Lama de Mahasandhi se mueve entre la pasión espiritual que despierta entre sus seguidores y las críticas de sus detractores: antiguos miembros de la comunidad que ponen en duda el carácter de deidad de este murciano, que puso a su hijo el nombre budista de Osel [La Luz], y que atesora una intensa vida sentimental, ya que el maestro ha tenido varias parejas, casi siempre mayores que él.
"No ha sido discípulo de ningún lama: solo ha recibido enseñanzas como cualquier tibetano, como si fuese a misa. Para ser un lama tienes que hacer un retiro de 3 años, 3 meses, 3 semanas y 3 días y realizar estudios durante catorce años", sostienen los haters del maestro. EL ESPAÑOL envió un cuestionario a la Fundación Mahasandhi, donde se interesaba por la formación espiritual de José Manuel, su papel en el patronato o el volumen de ingresos del complejo, así como de sus empresas. Pero ninguna de las doce preguntas ha sido respondida.
Lo mejor para sacar una conclusión de esta historia es visitar el complejo de El Tollé que está abierto al público y valorar qué vibraciones despierta Mahasandhi: el sueño hecho realidad de José Manuel, el murciano que estuvo en la residencia del mismísimo Dalai Lama.