Paseó durante la tarde del domingo junto a sus dos hijos como sin ningún tipo de tragedia fuera a ocurrir horas más tarde. Ángel Rodríguez Da Costa, un profesor de Física y Química de 46 años de edad, disfrutaba de un día junto a sus dos pequeños, de tan solo 6 y 9 años. Pero como solía ocurrir cada día que pasaba con ellos, al caer el sol, llegaba el momento de entregarselos a su expareja, Beatriz Lujo Gesteira, a quien le pertenecía la custodia de sus dos hijos desde hacía varios años.
Lo que nadie esperaba — y mucho menos los vecinos que bien les conocían — era que durante ese encuentro concertado para dejar a los niños en casa de Bea, Ángel aprovecharía para acabar con la vida de la que era su expareja tras una fuerte discusión. El presunto agresor, según apuntan las primeras informaciones, cogió un arma punzante, algo parecido a un machete, y golpeó a su expareja en la parte trasera del cráneo y ante la mirada atónita de sus dos pequeños.
El cuerpo de Beatriz fue localizado en la puerta de su vivienda familiar a primera hora de la noche, sobre las 21.30 horas. Una vez dada la voz de alarma, la Guardia Civil se personó en el domicilio de la víctima donde fue hallada con un fuerte traumatismo y signos de violencia. Fueron los propios menores quienes relataron a su tía que su padre había golpeado a su madre con un machete.
Posteriormente, y completamente ensangrentado tras haber matado a la que era su pareja, Ángel subió a su coche y se trasladó con sus dos hijos hasta el domicilio de sus padres, con quien dejó a los pequeños. A partir de ese preciso instante comenzó una huida que se alargó durante toda la madrugada. Eso sí, dejando tiempo al presunto agresor para alertar a su hermana sobre su deseo de quitarse la vida.
Pero, finalmente, el profesor decidió personarse a primera hora de la mañana del lunes en la Comisaría de la Policía Nacional de Ourense, donde confesó el crimen. Unas declaraciones que no sorprendieron a los agentes, concretamente a los de la Guardia Civil de la Comandancia de Pontevedra, que ya habían fichado al individuo como el principal sospechoso del crimen.
[Detenido un hombre por le presunto asesinato de su expareja en Baiona (Ourense)]
En el momento de la confesión, Ángel tan solo portaba encima las llaves del coche y la ropa que llevaba puesta, completamente ensangrentada tras cometer la agresión mortal. Por ello, la relación entre él y la víctima, el hecho de haber dejado a los niños de forma precipitada con sus padres y la ropa completamente llena de sangre llevaron a los investigadores a situar al individuo en el punto de mira.
Tal y como señalan las primeras informaciones, la víctima no había puesto denuncias previas al que era su pareja por malos tratos. De hecho, no constaban lesiones ni ningún tipo de indicio que llevara a pensar que la relación entre ambos podría acabar en un trágico suceso. Lo que sí que se ha podido conocer es que Ángel, el presunto agresor, ya había sido detenido por agredir a su propia madre en el año 2018.
La pareja llevaba cinco años separados, concretamente desde el año 2017. Desde que terminó su relación, Beatriz fue la encargada de quedarse con la custodia de sus dos hijos, con quien residía en su vivienda ubicada en el barrio de Percibilleira, en Baiona. Pero a pesar de que era ella quien contaba con la tutela de los pequeños, permitía que los dos menores, de tan solo 6 y 9 años, pasaran algunos fines de semana junto a su padre.
Beatriz Lijó Gesteira tenía 47 años y toda una vida por delante. Tal y como dejaba ver en sus redes sociales, era una gran aficionada al fútbol. En concreto, al Celta de Vigo, equipo al que incluso llego a ver jugar en el Santiago Bernabéu contra el Real Madrid. A pesar de ser abogada tras haber estudiado Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela, la víctima trabajaba como funcionaria del Ministerio de Hacienda. Por su parte, Ángel, el presunto agresor, había dedicado su trayectoria profesional a la docencia e impartía clases de Física y Química en un instituto de Redondela, en Pontevedra.
De confirmarse el asesinato machista, Beatriz sería la víctima número 8 por violencia de género en nuestro país en lo que va de 2023, la primera en Galicia.
Repulsa en Galicia
Desde primera hora de la mañana han sido muchos los dirigentes políticos que han mostrado su rechazo ante lo que ya se investiga como un nuevo crimen machista en nuestro país. La primera de ellas ha sido la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Carmen Larriba, quien incidía en la importancia de no olvidar que la violencia de género existe.
"Una vez más la realidad golpea. La violencia de género existe, los crímenes machistas. Las mujeres mueren por el hecho de ser mujeres. Una vez más lanzar el mensaje de que las mujeres no tengan miedo, que no están solas", aseguraba.
Del mismo modo, tampoco ha tardado en reaccionar al suceso el propio presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, quien ha expresado a primera mañana su dolor tras lo ocurrido. "Mucho dolor al conocer un nuevo caso de asesinato machista en Galicia. No hay suficientes palabras para condenar esta atrocidad que sufren las mujeres", apuntaba.
En Baiona, lugar donde residía Beatriz junto a sus dos hijos, el alcalde del municipio, Carlos Gómez, se ha puesto al servicio de todos los vecinos y familiares de la víctima que necesiten ayuda en los próximos días. "Como ayuntamiento, como responsables públicos, mostrar nuestro rechazo, nuestra condena a actos tan inhumanos como este", confesaba hablando de consternación e impotencia ante lo ocurrido.
Las movilizaciones vecinales tampoco han tardado en llegar. De hecho, horas después de confirmarse la tragedia, cientos de personas se han concentrado en la Plaza del Ayuntamiento de Baiona de forma espontánea para mostrar su rechazo al crimen. Del mismo modo, el Consistorio del municipio ha decretado tres días de luto oficial tras lo ocurrido.