Julia Faustyna, la joven de origen polaco que recientemente aseguró que era Madeleine McCann, podría estar en peligro tras las amenazas de muerte, que según la joven ha denunciado en los últimos días.
Según han confirmado algunos medios, la policia polaca ha tomado en consideración estos mensajes y han concluido que son potencialmente peligrosos y están siendo investigados.
Fia Johansson, la portavoz de Julia Faustyna ha confirmado en su cuenta de instagram la existencia de “graves amenazas” por sus propias redes sociales y por otros medios como el correo electrónico. Odio, que ha incrementado de forma exponencial desde que se creó la cuenta de instagram en la que asegura que es la niña desaparecida hace más de 15 años.
Bajo el nombre “Yo soy Madeleine McCann” logró, en pocas horas, más de un millón de seguidores, entre ellos, Fia Johansson, que según ha confirmado, “confío en su relato”. Johansson, vidente de profesión, ha relatado cómo han sido las amenazas, de que tipo y que una de ellas habría sido de muerte y, según la policía, “creíble”, es por eso, por lo que las autoridades se encuentran inmersas en una investigación minuciosa para dar con el o los autores del mensaje.
Por otro lado, la familia de quién dice ser Madeleine, ha querido deslizar que la joven sufre algunos problemas mentales y que “siempre ha querido ser popular”. Por su parte, Faustyna ha acusado a la familia de la pequeña de esconder información sobre la investigación.
A pesar de ganar miles de seguidores en pocas horas, la cuenta de instagram bajo el nombre de “Yo soy Madeleine” ha sido suspendida temporalmente debido a la multitud de denuncias que podría haber recibido Julia Faustyna y las posteriores amenazas de muerte.
Reconoce que podría no ser Madeleine
Aunque la prensa internacional, en un primer momento, recogió la noticia. Los investigadores dudaron en todo momento de su relato, por la multitud de fallos en su historia. Para empezar, Madeleine tendría hoy 19 años, no 21, que son los que tiene Julia Faustyna.
Según se avanzaba en la investigación de su historia, los investigadores han ido desestimando cada una de sus versiones. En esta situación y al verse completamente descubierta, la joven admitió, por primera vez, que podría no ser Madeleine, pero que en su vida “habían ocurrido cosas muy graves”, haciendo ver que podría ser otra niña secuestrada.