Jose es el último eslabón de Neumáticos Martínez, una empresa familiar de neumáticos cuyos inicios se remontan al año 1940, recién terminada la guerra, cuando su abuelo llegó a la capital proveniente de Minaya, Albacete, y comenzó a trabajar como peón en un taller mecánico de la famosa calle Alcalá de Madrid. "Allí trabajó mi abuelo durante unos años como empleado hasta que decidió emprender su propio negocio", explica Jose en una entrevista con EL ESPAÑOL.
Así, en 1959, nacería Neumáticos Martínez, situado en el barrio de El Carmen, que posteriormente trasladaría su sede a la calle Servando Batanero, donde se encuentran las actuales instalaciones en las que nos recibe Jose. "Con la crecida del parque automovilístico de los años setenta, la empresa sigue en expansión, hasta el día de hoy", nos cuenta. Y es que ese es el principal cometido del único heredero de este taller que le sirve, con gran orgullo, para ampliar la estela de su tío, su abuelo y su padre.
Siendo niño, Jose aprovechaba cualquier momento para escaparse al taller y aprender el oficio de su familia. "Pasaba muchas tardes después del colegio y durante las vacaciones en el taller aprendiendo lo que tanto me tenían que enseñar mi padre, mi abuelo y mi tío", explica con cierta nostalgia. Años más tarde, durante su etapa universitaria, donde comenzó a estudiar el doble grado en Periodismo y Ciencias políticas -el cual dejó al tercer año debido a "la insatisfacción" que le reportaba-, compaginaba sus estudios con el taller. "Estaba como loco por acabar las clases y venirme a echar una mano aquí, que es lo que más me entusiasmaba", señala.
[El gran enfado de Ángel, el mecánico que no encuentra trabajadores: "Es verano y no quieren"]
Ahora, desde que su padre se jubiló hace ya seis años, Jose es el digno sucesor a la corona de los neumáticos. Como él mismo dice, "me corre el caucho por las venas". Lo que no cabe duda es que este mecánico es el mejor consejero y especialista en neumáticos que podemos encontrar. "En Neumáticos Martínez nos hemos especializado en este importantísimo elemento del automóvil, por lo que no somos un taller como los demás. Nuestro espacio está enteramente consagrado a las ruedas, y es que nos hemos dedicado toda la vida a ello", dice.
Asimismo, Jose advierte de que en el 90% de los talleres "hay aprendices de todo, pero oficiales de nada". Es decir, que se encargan de forma genérica de todo lo que tiene que ver con el vehículo, "desde cambiar unas pastillas de freno, o cambiar el aceite, o cambiar una rueda. Nosotros tenemos el conocimiento total sobre los neumáticos, por eso somos expertos". De hecho, en la Comunidad de Madrid, sólo otros dos talleres, sin contar el de Jose, realizan reparación de neumáticos. "Nos dedicamos exclusivamente a las ruedas y no nos ha hecho falta ampliar los servicios. Pensamos que sería prostituir nuestra esencia", explica.
Ahora, desde que la industria automovilística china proporciona maquinaria sencilla y de bajo coste, que sirve para el cambio y revisión de neumáticos, en cualquier establecimiento que se dedicaba al lavado de coches "también te cambian una rueda". "Aquí yo he visto auténticas barbaridades que me han traído", revela. Por ello, Neumáticos Martínez es sinónimo de especialización y profesionalidad. "Nuestro perfil de clientes es gente que viene buscando a un experto, o clientes que vienen rebotados de otros sitios donde no le han equilibrado bien una rueda y por eso no han podido pasar la ITV, por ejemplo", cuenta.
Por todo ello, le pedimos consejo a este experto para que nos cuente qué tipo de neumáticos existen y cuáles son los mejores para nuestro vehículo. En primer lugar, debemos conocer qué tipo de vehículo tenemos y qué uso le damos. "No es lo mismo sacar el coche para ir al trabajo o a la compra, que los grandes viajeros que hacen 30.000 kilómetros al año", explica. Por tanto, hay muchos tipos de variables a la hora de encontrar nuestro neumático idóneo.
En el supuesto de que seamos una persona que le encanta realizar grandes viajes con su coche, el neumático más adecuado será aquel que tenga gran durabilidad, sobre todo "primeras marcas" como Michelin, Pirelli, Dunlop o Goodyear, que siempre serán más fiables, aunque con un precio más elevado. O unas segundas marcas más asequibles pero que provienen de la misma línea que las anteriores citadas. En el caso de Michelin, Kleber sería su submarca, "que es igual de eficiente que la Michelin pero sin pagar la marca. Al final lo que pagas es la publicidad", advierte el experto.
En estos casos, para una persona que haga, por ejemplo, un trayecto Madrid-Cantabria todas las semanas, Jose recomienda los neumáticos de cuatro estaciones: se trata de una línea de neumáticos que sirven para todas las estaciones del año, "lo que significa que en caso de nevada no hace falta poner cadenas, y en verano no corres el riesgo de que se vaya a calentar demasiado un neumático". Además, en cuanto a durabilidad, si haces distancias largas, "son mucho mejores, ya que no va a hacer falta cambiarlos con tanta frecuencia", explica.
Asimismo, como es lógico, en los lugares de habituales nevadas, desde hace unos años "exigen llevar neumáticos de invierno, que no es lo mismo que neumáticos de todo tiempo", apunta el experto, y es que, para sitios fríos de bajas temperaturas se exigen los de invierno, "mientras que en climas como los de Madrid, podemos llevar durante todo el año los neumáticos de verano", dice. Los neumáticos de todo tiempo, que son para todas las estaciones, "nos sirven para las dos, sin comprometer su seguridad". Además, "en cuanto a rendimiento y durabilidad salen mucho más rentables que los neumáticos de verano", comenta.
En el caso de una persona que utilice su coche para hacer trayectos cortos, por ejemplo, alguien que vaya de casa al trabajo y del trabajo a casa, lo ideal sería utilizar un neumático estándar. "No necesita una rueda mejor, yo le doy a elegir dentro de sus posibilidades económicas, pero no le voy a recomendar una primera marca que sirva para las cuatro estaciones porque no hace falta. Además, los neumáticos también tienen su caducidad, y para qué quieres una rueda mejor si las cualidades de la goma, al darle poco uso, se van a ir degradando a partir del sexto o séptimo año", cuenta.
Diferencia de precio y seguridad
En cuanto a los precios de los neumáticos, existe una diferencia considerable entre los de primera clase y los de gamas más bajas. Poniendo como ejemplo una rueda de la misma medida -la medida estándar-, que la llevan el 60% de los vehículos, "la marca Michelin nos la ofrece por 115 euros la unidad, y si nos vamos a la más barata, de procedencia china, que es la que suelen llevar los taxistas para ahorrarse dinero -revela Jose-, está en torno a los 65 y 70 euros la unidad".
Lo que está claro es que la diferencia entre un buen y un mal neumático favorece o perjudica a la propia conducción. Sobre todo, este hecho se ve bajo condiciones climatológicas adversas. "Yo he visto cómo dos coches idénticos, pero con distintos neumáticos, resbalaba uno mucho más que el otro en condiciones de lluvia. Y en una frenada, los neumáticos peores, de gamas más bajas, no respondieron", dice Jose. Una muestra de que la diferencia entre unos neumáticos u otros te puede salvar la vida.
[Mira la letra de tus neumáticos antes de la ITV para evitar el suspenso: lo que tiene que poner]
Por otro lado, para reducir el consumo de combustible, hay mucha gente que solicita a Jose un neumático con una calificación A, -la mejor de todas- en resistencia a la rodadura, es decir, la resistencia que experimenta el neumático del coche al rodar sobre una carretera, "y yo le explico que no va a notar grandes diferencias en consumo de combustible, como mucha gente cree". "Si nos tenemos que fijar en algún parámetro sería en la adherencia en mojado", que es cuando el coche más resbala y, por tanto, más combustible consume. "Evidentemente un mejor neumático puede ayudar a ahorrar combustible, pero te sirve de poco si estás todos los días en atascos", cuenta.
Propuesta para nuestro coche
Por último, proponemos a Jose que nos ofrezca un neumático para nuestro coche: Supongamos que tenemos un Renault Clio de hace tres años, en los cuales le hemos hecho 40.000 kilómetros. El uso que le damos al coche es, sobre todo, para conducir por la ciudad. "Lo primero que voy a hacer es observar el desgaste de los neumáticos, tanto delanteros como traseros, y lo que te voy a hacer es pasar las ruedas traseras delante para que las termines de gastar, luego te voy a poner dos neumáticos nuevos detrás".
— ¿Qué neumáticos?
— Pues te pondría unos Kleber, que son de gama media-alta y que para tus necesidades de rodar por la ciudad, y adaptándonos a tu tipo de vehículo, me parece la mejor opción en cuanto a calidad-precio.
Nos convence la propuesta. Sin embargo, otra mucha gente que visita el taller prefiere que le pongan los mismos neumáticos que le traían el coche desde su fabricación. "Ahí no hay ningún problema". Aunque normalmente se dejan aconsejar. "Diría que un 40% de los clientes vienen sabiendo lo que quiere, y un 60% prefieren que les des tu opinión como profesional, y ahí es cuando tu trabajo merece la pena", dice.
Así, con la sensación de haber recibido el mejor de los consejos para nuestros neumáticos, abandonamos el taller de Jose, aunque no sin antes enseñarnos las fotografías de su padre y de su abuelo junto a él de niño. "Cada día intento preservar la huella que me dejaron", confiesa.
— ¿Cuál es el mayor aprendizaje que has recibido de tu familia?
— La honradez y no tener que hacer las cosas dos veces. Es decir, es mejor emplear algo más de tiempo en una tarea concreta que no emplearlo y perderlo dos veces. Algo que no está muy de moda en la profesión.