Hace 20 años, en abril de 2003, Telecinco estrenó una serie que cambiaría la televisión en España. Los Serrano, protagonizada por Antonio Resines, Belén Rueda, Fran Perea o Verónica Sánchez fue un auténtico éxito, con millones de espectadores pegados a la televisión cada semana para ver las evoluciones de sus historias.
En el universo de Los Serrano, los personajes secundarios jugaban un papel crucial en las tramas, ya fuera la de los más pequeños en el colegio, la de los adolescentes o en la de los adultos. Uno de ellos era Andrés de la Cruz, que interpretaba a José María Bellido, alias Boliche, uno de los miembros de la pandilla de Guille (Víctor Elías), el mediano de la familia Serrano.
El último capítulo se emitió en verano de 2008, y ese fue el momento en el que Andrés decidió que su lugar no estaba delante de la cámara, si no detrás, en el sector audiovisual. Y a eso ha dedicado su vida desde entonces. EL ESPAÑOL ha contactado con el actor, que ahora es profesor en la ECAM (Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid) para que nos cuente cómo es su vida en la actualidad y recuerde sus tiempos como intérprete y músico, ya que también formaba parte del grupo juvenil Santa Justa Klan.
Boliche en Los Serrano era un niño rebelde que junto a Guille (Víctor Elías), Mustafá (Daniel Esparza) y Valdano (Juan Luppi) no paraban de hacer trastadas en el colegio del barrio de Santa Justa.
“En la vida real, en el colegio, era todo lo contrario a mi personaje. Yo era un chaval muy trabajador, que hacía los deberes, aprobaba con nota, no daba guerra… aunque no fui un chico estudioso, siempre he tenido, y por suerte sigo teniendo, mucha memoria y las cosas se me quedan muy de prisa”, afirma Andrés.
— ¿Había hecho cine o televisión antes de Los Serrano?
— Recuerdo que fueron a mi colegio a hacer un casting para una película, La Comunidad, de Álex de la Iglesia, y tendría 12 o 13 años, no recuerdo bien. Me presenté para el casting y me cogieron. A raíz de ahí me apunté a una agencia e hice un par de películas más, El cielo abierto y El viaje de Carol. Luego ya pasé a Los Serrano.
— ¿Tuvo que superar muchos casting para entrar en la serie de Telecinco?
Pasé una prueba y luego ya hice un casting junto a Víctor Elías, Dani Esparza y otra chica que iba a ser Teté (personaje que finalmente interpretó Natalia Sánchez). Hicimos eso y al día siguiente ya estábamos con los directores preparando todo para la serie.
— ¿Recuerda alguna anécdota de aquella época?
Aquello fue a finales de 2002 o principios de 2003. Me acuerdo de algo que no le he contado a nadie, que me hicieron engañar a Daniel Écija, uno de los creadores de Los Serrano.
Cuando terminamos el casting, me cogió una persona del equipo que no sé quién era, si algún productor o qué, me llevó a un lado y me dijo: “¿Ves a ese de ahí? Te va a venir a preguntar tu edad, dile que tienes 12 años”. Entonces Écija vino y me dijo: “Me encanta lo que has hecho en el casting, pero pareces un poco mayor: ¿Qué edad tienes?”. Le dije que 12 años y me contrataron (risas).
— ¿Cómo fueron esos cinco años en la serie compaginándolo con el colegio, la familia…?
— Pues, tu vida, aunque quieras que no lo haga, cambia, evidentemente, porque ya no tienes tanto tiempo para hacer las cosas como las hacías antes, dejas de ver a mucha gente, aunque yo intenté mantener a mis mismos amigos. En ese sentido yo no cambié. Tuve la suerte de tener una familia muy cercana que me decía las cosas como eran y me ponía los pies en el suelo, porque es muy fácil perder la noción de la realidad cuando estás en este tipo de cosas. Es muy sencillo para un chaval perder los papeles y creerte algo que no eres.
Si tienes una familia como la mía y, además, te guardas todo el dinero que estás ganando para tus estudios, tu vida y tu futuro, tienes mucha suerte. Mi experiencia fue maravillosa, la verdad es que yo Los Serano los recuerdo con muchísimo cariño, aprendí mucho y descubrí, gracias a aquello, que lo que quería estudiar y a lo que quería dedicarme de mayor era trabajar en el sector audiovisual.
Me lo pasaba genial, hice muchas amistades, me llevaba bien con todo el mundo, adoraba a mis compañeros tanto del equipo artístico como del equipo técnico… Y a día de hoy, sigo teniendo relación con bastantes de ellos. Me llevé una experiencia muy bonita.
En el instituto hubo un momento en el que casi apenas iba a clase, se volvió un poco complicado compaginarlo, pero al final salió todo bien, como tenía que salir y ya está, todo muy bien. Repetí Segundo de Bachillerato cuando ya estábamos con el grupo de música Santa Justa Klan porque aquello ya fue…
Era una persona que con ir a clase me valía, porque como tengo buena memoria... Pero claro, si no vas a clase, pues complicado, entonces tenía que estudiar mucho. Hice lo que pude con las herramientas que tenía en ese momento.
Santa Justa Klan
La música siempre fue muy importante en el universo de Los Serrano. El tema 1 más 1 son 7 de la cabecera inicial interpretado por Fran Perea fue todo un éxito que catapultó al actor a la fama y el estrellato.
En 2005, cuando el malagueño abandonó la serie, los productores siguieron explotando el filón de la música con los actores de la serie, y crearon el grupo juvenil Santa Justa Klan (SJK) formado por los personajes de Teté (Natalia Sánchez), Guille (Víctor Elías), Boliche (Andrés de la Cruz) y DVD (Adrián Rodríguez), publicando dos discos inéditos y un recopilatorio. “Los guionistas nos presentaron una trama en la que nuestros personajes se volvían cantantes de una temporada para otra”, recuerda el madrileño.
— ¿Cómo surgió el grupo de música Santa Justa Klan?
— Francamente, nos parecía una oportunidad muy bonita, muy divertida, fue una experiencia increíble, pero a todos los niveles fue una locura. Nos lo pasamos bomba. Sacamos dos discos (Santa Justa Klan en 2005 y D.P.M. en 2006), más un recopilatorio que publicó la discográfica. El segundo no triunfó mucho porque, al ser un subproducto de una serie, si esa ficción no te apoya todo lo que debería apoyar, pues el disco no sale, y eso que nos gustaba más que el primero. Nosotros teníamos claro desde un principio que Santa Justa Klan formaba parte del universo de Los Serrano, no éramos nosotros, era algo del propio de la serie.
— ¿Compaginaban conciertos o giras con la serie?
— Los conciertos sí, pero las giras eran, sobre todo, en verano, cuando parábamos con los rodajes de la serie. También hacíamos firmas de discos… Fue increíble.
— ¿Cómo gestionaban ese éxito?
— Tanto Natalia Sánchez como Adrián Rodríguez, Víctor Elías o yo, éramos gente muy coherente y teníamos muy claro que eso era una cosa de la que había que aprovechar el momento y disfrutarlo porque se iba a acabar, con lo cual nos lo tomábamos con humor y muy agradecidos.
Recuerdo la primera firma de discos que tuvimos en Valencia que rompimos el récord de gente en un evento así, de hecho, nos tuvieron que evacuar porque se empezaron a romper las filas. Aquello fue una locura increíble y lo recuerdo con mucho cariño, como algo anecdótico de tu vida que contar.
— La música era un personaje más en Los Serrano entre ustedes y Fran Perea...
— Sí, por ejemplo, Víctor Elías es un gran músico (acompañó a Taburete en los teclados en su última gira). Yo toco la guitarra, pero por motivos laborales, al final uno se decanta para un lado o para otro, y lo dejé. Pero Víctor no solo no lo hizo, sino que se apuntó al conservatorio y decidió que su vida iba a ser la música. Y bueno, ahí está, el tío lo ha conseguido, es un grandísimo productor musical, aparte de una grandísima persona.
— ¿En qué invirtió el dinero que ganó en esos cinco años de Los Serrano y en el grupo musical?
— Le dije a mis padres que lo podían usar cuando quisieran, pero nunca lo tocaron y lo dejaron para mí. Me pagué mis estudios, mi coche, la entrada de mi casa de la que sigo pagando la hipoteca… pude hacer mi vida mucho más fácilmente porque, a día de hoy, estudiar audiovisuales es algo que requiere dinero.
También me permite comprarme mis caprichos, que soy coleccionista de cine. La pieza más preciada que tengo es una edición de las películas del director chino Wong Kar-wai que me encanta. Es una caja preciosa en la que vienen siete películas. Pero me suelo comprar todas las ediciones de coleccionista que sacan porque me gusta apoyar a las distribuidoras, que el formato físico está muriendo por el tema de las plataformas. Una película te la pueden poner en Netflix, pero te la quitan al tiempo. Si te la compras, siempre estará en tu estantería.
Nostalgia del pasado
Hace unas semanas, Antonio Resines dejó caer en La Resistencia que se estaba preparando un reencuentro de los actores de Los Serrano en un lugar y una fecha por determinar. También Alexandra Jiménez y Alejo Sauras hablaron de ello en el programa Déjate querer, donde volvieron a interpretar a África y Raúl.
— ¿Sigue en contacto con alguien más de la serie?
— Hablo de vez en cuando con algún productor de la serie, algún técnico.... Con el que más contacto tengo es con Víctor Elías. Con Natalia y con Adri también hablo, pero menos. Es que ella tiene su vida, con sus niños, su marido… y es más complicado. De hecho, Víctor, más actores de Los Serrano y yo vamos a ir al próximo concierto de Fran Perea, no nos lo perderemos.
— ¿Entonces es posible un reencuentro?
— Me gustaría que nos juntáramos todos en un programa tipo La Resistencia, por ejemplo, para charlar, estoy a favor de ello. Sería una cosa muy interesante y alegraría los corazones de mucha gente que, a día de hoy, sigue viendo la serie en plataformas como una ficción de referencia. Está de moda la nostalgia. Pero un reencuentro para hacer algunos capítulos de la serie… creo que sería más complicado.
Una vez acabada la serie, Andrés no dejó la televisión y el cine, pero se cambió de bando: “Tenía claro que ese no era mi camino, no sé si estaría equivocado o no, que lo que quería era estar detrás de las cámaras, no delante, y se terminó”, reconoce.
“Recuerdo que me llamaron para un capítulo de 7 vidas y dije que no. A día de hoy no me arrepiento, no sé si lo haré en un futuro porque económicamente me reportaba una tranquilidad tremenda, pero para mí el dinero no lo es todo”, añade.
— ¿Qué estudió cuando acabaron Los Serrano?
— Terminé el Bachillerato justo al finalizar la serie, estudié un grado superior de Realización de Espectáculos Audiovisuales y un Máster en VFX, que ahora está muy de moda por el tema de Avatar, pero cuando yo lo estudiaba éramos cuatro gatos. Me puse a trabajar y hasta ahora. No he parado y he tenido mucha suerte, porque cuando salí al mercado laboral fue en 2008 con toda la crisis, pero no he parado de moverme y buscar cosas.
— ¿Qué hizo desde entonces?
— Empecé en postproducción y haciendo publicidad de becario, luego en un equipo de montaje, salté al cine, a la televisión, de vuelta al cine… y acabé en la ECAM (Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid) donde estoy ahora, que soy el coordinador de postproducción del centro. También doy clases de Flujos de trabajo y Corrección de color. Fuera de la ECAM también trabajo en películas porque creo que los profesionales que damos clase tenemos que ser gente que está en activo, no puedo engañar a mis alumnos contándoles algo que no sea real. Eso sí, me quedo sin fines de semana y sin pelo por ellos (risas), pero es la vida que he elegido. Ahora mismo hay en taquilla una película en la que he trabajado, Bajo terapia, de Gerardo Herrero, con Alexandra Jiménez, que era África en Los Serrano; Antonio Pagudo, de La que se avecina; Fele Martínez, de Machos Alfa; Eva Ugarte o Malena Alterio.
— ¿Sus alumnos le reconocen? ¿Y por la calle?
— Son gente muy respetuosa, pero por supuesto que me reconocen, aunque no me lo dicen hasta que no cogen confianza conmigo y algunos, ni eso. No tengo ningún problema en hablar de mi pasado y me parece una tontería ignorarlo como mucha gente hace porque eso te ha hecho ser quien eres ahora. No obstante, tampoco voy diciendo que salía en Los Serrano. Si me preguntan, lo comento. En cada nueva promoción corre como la pólvora la noticia de mi pasado en la ficción de Telecinco (risas).
Fuera de la escuela es muy raro que me reconozcan, en muy pocas ocasiones como un cajero del supermercado el otro día o en una cafetería, pero son cosas muy puntuales. En la época de Loa Serrano sí que era algo muy salvaje.
— ¿Cuál es el lado negativo de la fama repentina lograda por la repercusión de la serie?
— Soy una persona que tiende siempre a quedarse con lo bueno de las experiencias de la vida. A mí, por ejemplo, no me gusta el reconocimiento de la gente por la calle, prefiero pasar desapercibido, estar con mis amigos, ir al cine… y ese tipo de cosas, por aquel entonces, no podía hacerlas cómodamente. El 95% de la gente es muy respetuosa, pero el 5% que no lo es hace mucho ruido.
Y menos mal que en aquellos años no había redes sociales como ahora para criticar la serie. Pienso que una serie como Los Serrano ahora mismo no se podría hacer. Por un lado me halaga y me alegra que la mentalidad de la sociedad haya cambiado, pero también hay que ver las cosas desde la perspectiva desde la que se hicieron. No puedes ver Los Serrano ahora con la mentalidad actual, tienes que retrotraerte para hacerlo porque cosas que antes nos parecían normales o divertidas, ahora no lo parecen tanto, pero no nos olvidemos de que era una serie de televisión y ficción.
Siempre digo que yo he tenido muchísima suerte de no haber vivido la época de las redes sociales cuando salía en la tele porque, posiblemente, me habrían descuartizado. Me habrían reventado los típicos cien energúmenos de forocoches.
De hecho, en esa web filtraron mi número de teléfono, me putearon mogollón cuando salí de la serie y buscaba trabajo, fue una locura… En el momento que mandé un mensaje al moderador diciéndole lo que estaba pasando, cerró el hilo inmediatamente, pero el daño ya estaba hecho.
— ¿Cómo fue su cambio físico en estos años?
— Mucha gente que tiene sobrepeso lleva toda la vida estando a dieta, pero yo creo que estaba en el momento adecuado para hacerlo, me encontraba en una situación en mi vida muy buena. Empecé a ir a una dietista que me fue muy bien y no me costó absolutamente nada perder peso. Ahora he engorado un poquillo más, me estoy intentando quitar unos kilos y me está costando la vida por el estrés y eso.
— ¿Ha vuelto a ver Los Serrano en estos años?
— No, solo he visto brevemente la masacre que han hecho de pasarlo de cuatro tercios (4:3) a dieciséis novenos (16:9), cortando todo, pero es por deformación profesional, que no pasaba nada por dejarle las bandas a los lados. No la he vuelto a ver porque no me gusta repasar mis trabajos, como tampoco lo hago con las películas en las que participo.
— ¿Y los discos de Santa Justa Klan?
— Esos sí que los tengo en casa (risas) y mi madre tiene colgados en la pared del comedor de su casa los Discos de Oro y de Platino por las ventas de los álbumes, pero no los he vuelto a escuchar. No me siento avergonzado porque tengo muy claro para que era ese producto, pero es que no es mi estilo.