Murcia

El drama de la inmigración ilegal tiene nombre, apellidos y un rostro angelical: Ritedj Hamadouch. Esta niña nacida en Argelia, el 9 de septiembre de 2014, con sólo 8 añitos, forma parte de la lista de entre seis y siete desaparecidos de una patera que se quedó a la deriva después de salir de las costas de Orán. Su muerte debería sonrojar a las autoridades argelinas y españolas porque escenifica el fracaso de la lucha contra las mafias que se dedican a traficar con seres humanos.

Kheira, la madre de la niña, según los testimonios recabados por una ONG y la Policía Nacional, "pagó unos 7.000 euros" por el pasaje de ambas en una embarcación de fibra, con un motor Yamaha, de 60 caballos de potencia. El resto de tripulantes desembolsaron "unos 5.000 euros, por persona", para lanzarse al mar hacinados en una lancha en la que viajaban entre 15 y 16 tripulantes. Tales datos suponen en la práctica que esta mafia se embolsó 70.000 euros de una tacada por un solo viaje.

El miércoles 22 de marzo partieron desde una playa de Orán: una ciudad portuaria, situada al noroeste de Argelia. El punto de destino estaba a más de 200 kilómetros de distancia: Almería. La ruta de nueve horas nunca fue completada por los 16 tripulantes: 15 argelinos y 1 marroquí, entre los que estaba esta niña, su madre, y un menor de edad, de 16 años.

"Parece ser que tuvieron un fallo en el motor y se quedaron a la deriva a unos 25 kilómetros de la costa argelina", tal y como explican fuentes del Centro Internacional para la Identificación de Migrantes Desaparecidos (CIPIMD): la ONG a la que alertaron varios familiares de los tripulantes, al no recibir confirmación de su llegada a suelo español.

La tripulación permaneció en altamar, sin rumbo, durante diez largos días, soportando un calor sofocante a diario y la bajada brusca de las temperaturas cuando caía la noche. Aquella patera se convirtió en una prisión más dura que el infierno: no tenían comida ni agua. De hecho, unos terminaron deshidratados y otros con hipotermia.

Una patera argelina varada en una playa de Mallorca. R. M.

"No pudieron contactar con sus familiares para solicitar ayuda porque no tenían cobertura en sus móviles", según explican desde CIPIMD. "Un yate vio la patera este viernes y alertó a Salvamento Marítimo". De forma que se activó la búsqueda de la tripulación desde el puerto de Cartagena: se movilizó la Salvamar Draco, equipada con sistemas posicionamiento dinámico (DP) y Jet Anchor, así como una sonda de barrido lateral en 3D, con alcance de hasta 300 metros, y un equipo de comunicaciones por satélite.

Cuando Salvamento Marítimo localizó la patera solo había 9 tripulantes: ni rastro de la pequeña Ritedj, de 8 añitos. Su madre, Kheira, estaba destrozada, consciente de que nunca más la volvería a ver. Prueba de ello es que fuentes de la Policía Nacional y de una ONG confirman que dan "por fallecidos" a los desaparecidos, cuya cifra oscila de 6 a 7: "En base a los testimonios de los supervivientes recabados hasta ahora, salieron entre 15 y 16 personas de Orán y solo fueron rescatados nueve tripulantes".

Cruz Roja se ocupó de atender a 5 de los supervivientes, antes de ser trasladados al Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE). Los cuatro restantes tuvieron que ingresar de urgencia en el Hospital Santa Lucía de Cartagena. Dos están en observación y otros dos en la Unidad de Cuidados Intensivos: Kheira, la madre de Ritedj, y un menor de edad, de 16 años. "Uno de los que ha llegado es el patrón y tiró a gente por la borda aún viva. Le han señalado otros integrantes como el patrón, le van a imputar homicidios", tal y como explica una fuente policial a EL ESPAÑOL.

El detenido es un argelino, de 25 años, que responde a las iniciales A. Z. B., con experiencia llevando pateras y que se enfrentará a supuestos delitos por trata de seres humanos y homicidio.

Una vista aérea del Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) de Cartagena.

La Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (Ucrif) ya ha abierto una investigación para esclarecer lo sucedido en la patera, cuando permanecieron sin rumbo durante diez días interminables. Los investigadores deberán aclarar si el patrón supuestamente se deshizo de varios tripulantes o si algunas personas se lanzaron al mar, presos de la desesperación porque iban a morir de sed.

"Podría haber otro paterista en la lancha que se arrojó al agua al estar a la deriva", tal y como afirman fuentes policiales. La Ucrif también deberá esclarecer las circunstancias de la muerte de la chiquilla: si Ritedj fue supuestamente lanzada por la borda por el patrón o si cayó al mar, fruto del cansancio, puesto que un voluntario de una ONG asegura a EL ESPAÑOL que la chiquilla acabó en el agua tras desfallecer y el copiloto de la embarcación, el segundo paterista, se tiró para intentar salvarla.

La costa de Almería solo era una parada más en el camino de los tripulantes de esta patera, ya que algunos contaban con familiares en Suiza, Francia, Murcia y Alicante. Prueba de ello es lo que cuenta un voluntario de una ONG: "Kheira se dirigía con su hija, Ritedj, a París, para reunirse con su otro hijo que lleva años allí". La trágica muerte de esta niña de 8 años debería hacer que las autoridades del Gobierno de España y de Argelia tomen medidas, debido a que se prevé la llegada de más pateras en las próximas fechas a la vista de las buenas condiciones climatológicas.

De hecho, un portavoz de la Delegación del Gobierno confirma que desde el 23 de marzo se han interceptado 9 pateras en las costas murcianas, con 128 inmigrantes en total, al margen de esta última embarcación donde han muerto entre 6 y 7 inmigrantes, después de lanzarse al mar para buscar una vida mejor en suelo europeo.

Comisaría de la Policía Nacional en Cartagena donde se instruye la investigación de esta patera en la que ha muerto una niña.

Hasta la Comisaría que la Policía Nacional tiene en Cartagena se acercaron este sábado varios familiares de los tripulantes de la patera. Una de ellas era Mari Ángeles, una vecina de Alicante, totalmente angustiada ante la falta de información sobre su cuñado Ziane: "No sé si está vivo o muerto".

Esta mujer confirma a EL ESPAÑOL que su familiar entregó a una mafia una fuerte suma de dinero para viajar hacinado: "Creó que pagó 5.000 euros, le envió un audio a su hermano que vive en París, diciéndole que salía de Orán hacia Almería". Mari Ángeles no podía quitarse de la cabeza que este sábado era el cumpleaños de Ziane: "Iba a cumplir 37 años".

El macabro final que ha tenido este viaje organizado por una mafia de trata de seres humanos, es el segundo que se produce en apenas unos días en aguas del mar Mediterráneo, ya que el martes 21 de marzo zarpó desde Argelia otra patera. "La zódiac salió desde Cherchell: iban entre 15 y 16 tripulantes", tal y como explican fuentes de una ONG. "Entre la tripulación había una mujer embarazada y un bebé de 8 meses: naufragaron porque llevan un motor de solo 40 caballos".

Unos pescadores de Dénia se encontraron los dos primeros cuerpos de los fallecidos. "Estaban haciendo pesca de arrastre y engancharon los cadáveres". El tiempo que está reinando en la costa española en estos días, más propio del verano que de la primavera, con un mar en calma, no cabe duda que está ejerciendo un efecto llamada para las mafias a las que poco les importa el final del viaje: solo quieren hacer caja con las vidas de los inmigrantes que sueñan con un futuro mejor en Europa.