"Esta niña no es mi hija, sino mi nieta. Es hija de Aless Lequio y cuando crezca le contaré que su padre fue un héroe, para que sepa quién es". Con estas palabras, Ana Obregón ha acabado con todos los rumores. En una entrevista en la revista ¡Hola!, la presentadora se ha abierto en canal y ha contado todo el proceso que le llevó a tomar la decisión de tener a Ana Sandra con el esperma de su hijo Álex Lequio, fallecido víctima de un sarcoma de Ewig en mayo de 2020.
"La decisión de comenzar con el proceso de gestación, que implica, como sabes, la participación de una donante de óvulo y de una gestante, la tomé el día que mi hijo se fue al cielo. Lo que la gente no sabe es que esa fue la última voluntad de Aless —como lo llamaba cariñosamente su madre—: la de traer un hijo suyo al mundo. Y así nos lo comunicó de palabra a su padre y a mí una semana antes de fallecer", cuenta Ana Obregón.
Esto se llama "testamento ológrafo" y "se produce cuando una persona, ante dos testigos, expresa sus últimos deseos, aunque, por las circunstancias que sean, el notario no pueda estar presente. Este documento existe y es legal", revela en la misma entrevista la presentadora.
¿Qué es un testamento ológrafo?
El Código Civil español regula el testamento ológrafo a partir del artículo 688 y, exige, para poder hacerlo, que sea un documento escrito a mano y firmado por el propio testador —en este caso Álex Lequio—, que debe ser mayor de edad, y donde tiene que aparecer claramente el día, el mes y el año en que se realiza.
Este testamento ológrafo se puede entregar a una persona de confianza para que lo custodie hasta el momento de su fallecimiento, según la web Conceptos Jurídicos. Así, la persona que tenga en su poder el documento –en este caso Ana Obregón– tiene obligación de presentarlo ante notario en un plazo de 10 días desde que el testador fallece.
[Una gestación como la de Ana Obregón en Estados Unidos cuesta 170.000 euros]
El testamento ológrafo pierde validez a los cinco años de la muerte del testador y recoge la última voluntad de la persona fallecida antes de morir.
Su última voluntad
Ana Obregón recuerda, en la entrevista, como los médicos "le recomendaron que guardara muestras de esperma, por si los medicamentos le afectaban en el futuro, para asegurarse de poder tener hijos". Las muestras las conservó en Nueva York.
"Cuando Aless ya estaba muy mal y nos dijo que, si algo le ocurría, quería que supiéramos que él quería dejar descendencia en esta vida (…) y así nos lo comunicó a su padre y a mí una semana antes de fallecer. Desde ese momento, lo único que me ha permitido seguir viviendo cada día, cada segundo, es cumplir la misión de traer al mundo a una hija de Aless", detalla.
Doble nacionalidad
Ana Sandra nació el pasado 20 de marzo y su nombre es, en buena medida, un homenaje a su Sandra Torlonia, madre de Alessandro Lequio. Y tendrá doble nacionalidad, según detalla la presentadora: "Todo es legal. La niña ha nacido en América y va a tener pasaporte americano y doble nacionalidad. Legalmente, es mi hija y así aparece en su pasaporte. La registraré en el Consulado español y luego puedo traerla a casa", explica.
Y finaliza, en torno al debate sobre su maternidad cerca de los 70 años. "Si el testamento y la última voluntad de mi hijo era esa, ¿cómo no lo voy a hacer? Si yo le juré que lo iba a salvar y no pude salvarlo, ¿cómo no voy a hacer lo que él quería que hiciera? Nadie en el mundo puede poner en duda que cuando una madre entierra a su hijo tiene que cumplir su última voluntad".