Las 24 mujeres costaleras de la Borriquita que mueven más de 1.000 kilos: "Nos decían: ¿Dónde vas?"

Aunque durante las dos últimas décadas se ha avanzado más que en estos cinco siglos, muchas creen que el machismo sigue existiendo en Semana Santa. Pero también, sobre todo las más veteranas, que el feminismo en exceso tampoco ayuda a alcanzar la igualdad real. Ya, al menos, ninguna se siente un bicho raro.

Cada vez hay más cuadrillas de costaleras en España, pero es una mínima parte comparada con las masculinas. El misterio de la hermandad de la Borriquita de Rociana del Condado (Huelva) lo portaron el pasado Domingo de Ramos 24 mujeres, más casi una quincena de relevo. Lo llevan haciendo desde 2011 coincidiendo con la bendición de la nueva imagen del escultor local Juan Manuel Parra Hernández.

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La cuadrilla abarca mujeres y niñas con edades comprendidas entre los 15 y los 52 años y los puntos de vista, también por una cuestión generacional, son muy distintos. No obstante, tienen un punto muy en común: para ninguna de ellas supone una penitencia colocarse un costal y llevar sobre sus hombros más de 1.000 kilos de peso, una media más de 40 por cada una.

Fátima, una de las costaleras de la hermandad de la Borriquita de Rociana del Condado (Huelva), mira a su pequeña de dos años. Alberto Díaz Rociana del Condado

Al contrario. En este caso, ellas quieren que la tradición de llevar al cristo del Amor en su entrada triunfal en Jerusalén, montado en su borriquita y acompañado por San Juan, empiece a pesar también en sentido figurado.

Fátima, una de las costaleras, incluso le coloca un diminuto costal a su pequeña de dos años; Jimena entró por su madre en la cuadrilla y María José acompaña por primera vez a su hija de 17 años en la trabajadera.

EL ESPAÑOL estuvo con ellas. Durante la conversación, mientras se ponían el costal unas a otras y se hacían dos trenzas en el pelo para que no les molestara en la nunca, cada una empezó a contar qué le había hecho llegar hasta allí y si creían que todos y todas eran realmente iguales debajo de un paso y de un costal.

Carmen, una de las costaleras de la hermandad de la Borriquita de Rociana del Condado (Huelva), ayuda a Mari a colocarse el costal. Alberto Díaz Rociana del Condado

Rocío, una de las mayores, profesora de Religión, lo tiene claro: "Cuando seguimos celebrando el día de la mujer es que no hay igualdad. Será un triunfo el día que no se celebre". "¿El hombre tiene algún día?", añade Macarena, quien cree que hoy día esa defensa en exceso del feminismo divide aún más a la sociedad tras las polémicas normas como la ley trans y del solo sí es sí y su repercusión en el pasado 8-M, Día de la Mujer. También insiste en recalcar que es su opinión personal.

A los jóvenes les choca más

Las más jovenes asentían con la cabeza las declaraciones de las más veteranas, sin embargo otra de ellas, de 23 años, contó que un amigo le había dicho directamente que a él no le gustaba que salieran las mujeres de costaleras. "¿A dónde vas tú? ¿Tú tienes fuerza para eso?", le dijo un compañero a Jimena de 15 años.

Este periódico también se ha puesto en contacto con la presidenta de la Federación de Asociaciones Mujeres Cofrades y de la Asociación Mujeres Cofrades de Cartagena, María Victoria Botí. Ella cree que la Semana Santa es "un reflejo de la sociedad", en la que aún hay machismo, se ha avanzado mucho, pero queda por avanzar mucho más. 

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Contándole las vivencias de las costaleras más jóvenes de Rociana, Botí cree que es una muestra de ese reflejo, es decir "esa involución" que se está produciendo entre los de más corta edad. Así lo muestra el informe sobre violencia de género y doméstica del Instituto Nacional de Estadística, con datos de 2021. Es decir, entre los menores de 18 años es donde más está creciendo la violencia machista.

Para la presidenta de esta federación "el feminismo no es discriminar al hombre, lo único que queremos es dar visibilidad a la mujer". A su juicio, no tiene sentido que haya mujeres ministras, alcaldesas y directoras de grandes empresas, aunque aún sean pocas, y que haya una hermandad, como la de a la Cofradía de la Purísima Sangre de Sagunto, que siga sin permitir la entrada de mujeres a la entidad centenaria.

El pasado año la conocida como la hermandad de Ferroviarios de Granada tuvo que readmitir a costaleras de la cuadrilla tras una polémica al considerar que habían sido discriminadas por su sexo.

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En cualquier caso, cada vez hay más cuadrillas de mujeres. Una de las primeras se conformó en la hermandad del Amor en Córdoba. Sin embargo, por ejemplo en la ciudad de Sevilla, capital por antonomasia en España de la Semana Santa, no hay ninguna en pleno siglo XXI y podría haberlas.

Costaleras colocadas en las trabajaderas del paso de la hermandad de la Borriquita de Rociana del Condado (Huelva) Alberto Díaz Rociana del Condado

Botí asegura que el decreto emitido por el que fuera arzobispo de Sevilla, el fallecido monseñor Juan José Asenjo, que determinó la plena igualdad de derechos en las hermandades se extendió también al mundo del costal y a los puestos de dirección de las entidades.

Las cuadrillas mixtas

En otras zonas donde también hay mucho arraigo y un gran peso de la tradición, como la de Zamora, sí se están abriendo incluso a conformar cuadrillas mixtas. A Rocío y a Socorro, dos de las más veteranas de la cuadrilla de Rociana, no les importaría. "Eso sí, mientras que haya respeto". 

Botí mantiene que la Iglesia está a favor de la igualdad, pero sus actuaciones evolucionan muy lentamente. No obstante, reconoce que "al mundo cofrade hay que conocerlo". También porque en parte la tradición pesa mucho en la Semana Santa y a veces es malentendida.

Natalia, la primera mujer contraguía -como auxiliar del capataz en la trasera derecha- este año irá fuera por una lesión de espalda. Como costalera fundadora recuerda con una sonrisa cuando decidieron dar un paso al frente y conformar la cuadrilla. 

Costaleras de la hermandad de la Borriquita de Rociana del Condado (Huelva) se preparan para el retranqueo del paso. Alberto Díaz Rociana del Condado

El antiguo paso de la Borriquita lo portaban costaleros voluntarios de las otras dos hermandades de la localidad, hasta que un grupo de mujeres decidió que tendría la propia suya. "Pusieron un anuncio en la radio local, hubo una reunión en la Casa de la Cultura y por el boca a boca la gente se empezó a animar".

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"Se conformó con mucho sacrificio porque hoy ya se ve con mucha normalidad, pero a los más mayores del pueblo al principio les costó aceptarlo", recuerda Natalia, quien fue una de las primeras en apuntarse junto a su hija, que en aquel momento contaba con 18 años. No obstante, después tuvo una gran aceptación en el pueblo.

El objetivo, asegura la presidenta de la Hermandad, María José Padilla, es que las que han entrado más jóvenes aguanten y no se cansen de un año para otro. El 90% de estas mujeres son naturales de Rociana, pero otras proceden de localidades vecinas, como Almonte, donde no hay cuadrillas femeninas.

El paso la Borriquita de Rociana del Condado portado por costaleras durante el retranqueo. Alberto Díaz Rociana del Condado

No quieren que se pierda la tradición. Este año han vuelto a poner una cuña de radio y un anuncio en redes sociales porque hacían falta costaleras y ha cundido la llamada. "Se han apuntado seis o siete nuevas y estoy segura de que muchas jóvenes que han venido hoy a verlas se apuntarán el año que viene", asegura Padilla.

Por último, hablamos con dos únicos hombres que conforman esta cuadrilla. "Los kilos no distinguen de hombros femeninos o masculinos, pesan igual", asegura Genaro Cadena, el capataz del paso, junto al segundo, Manuel Moreno.

Genaro también es capataz en una cuadrilla de hombres y se moja en decir que prefiere dirigir la de mujeres no por una razón feminista o machista, sino que empezaron de cero con él. "Su trabajo debajo del paso lo he almodado yo, son muy perfeccionistas y tienen mucho más tacto".

No obstante, reconoce que sí le sonó raro la primera vez que llamó a un costalero con nombre de mujer, pero que tardó poco en acostumbrarse. 

El capataz Genaro Cadena conversa con costaleras de la hermandad de la Borriquita de Rociana del Condado (Huelva) Alberto Díaz Rociana del Condado

"¡Mari Ángeles!", gritó justo antes de dar la levantá en el retranqueo a una de las costaleras, encargada de llevar los cambios en las marchas. "¡Dimeeee!", contestó ella. "Los ensayos han terminado, haced lo que sabéis hacer, atentas a lo que se manda y avanzad sin miedo", transmitió Genaro a las demás.

Tras más de diez años llevando este paso, estas mujeres insisten en que ya no se sienten bichos raros porque creen que ya se ve con normalidad. Sin embargo en su fuero interno siguen pensando que continúan abriendo caminos para que las que vengan detrás sigan siendo los pies de su cristo del Amor. De momento, ellas lo fueron el pasado Domingo de Ramos y están felices con el resultado.