Los vecinos de la pareja detenida por maltratar a sus 8 hijos en Colmenar: "Se oían golpes y gritos"
Los menores convivían en una misma habitación de la que no tenían permitido salir, presentaban síntomas de desnutrición y eran castigados durante horas en el garaje y en el patio de la vivienda.
7 abril, 2023 20:28Más de 240 m² de vivienda, dos plantas, cuatro dormitorios, tres cuartos de baño, garaje, trastero, jardín y piscina comunitaria. Para muchos, una casa de ensueño. Un amplio chalet adosado ubicado en una inmejorable urbanización a escasos kilómetros del casco histórico de Colmenar Viejo y a menos de media hora en coche de la capital madrileña. Pero lo que aquellos que por allí transitan no esperaban era que, lo que había sido percibido por muchos como una vivienda más que deseada, había resultado ser durante años una auténtica casa de los horrores.
La noticia saltaba a la luz a primera hora de la mañana del Viernes Santo dejando atónitos a los vecinos que, a la llegada de los periodistas, aún trataban de asimilar las últimas informaciones recibidas. A pesar de ello, la realidad es que es que en uno de los chalets ubicados en la calle Clara Campoamor, hacía poco más de una semana que la Guardia Civil había detenido a una pareja por maltratar a sus ocho hijos, de entre cuatro y catorce años. Los menores sufrían constantes castigos físicos, presentaban síntomas de malnutrición y vivían arrinconados en una única habitación de la que sus progenitores no les dejaban salir.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL a través de algunos de los residentes de la urbanización, los miembros de la familia eran auténticos desconocidos entre los vecinos. Nadie había hablado con ellos nunca, nadie conocía sus nombres y tampoco sabía nadie lo que ocurría entre las paredes del domicilio. Tan solo la existencia de un matrimonio y ocho hijos escondidos en una vivienda en la que las persianas siempre permanecían bajadas. "Siempre estaban bajadas, a cualquier hora del día. En los 13 años que llevo viviendo aquí nunca han levantado las persianas. Ahora me imagino que era para que no viéramos lo que había dentro", cuenta una vecina.
Y es que lo que había dentro era, nada más y nada menos, que un estado de insalubridad más que evidente en cada uno de los habitáculos del domicilio. Así pudieron comprobarlo durante el registro del domicilio el Fiscal de Guardia, varios agentes tutores de la Policía Local, Servicios Sociales y diversos agentes del Equipo Mujer Menor (Emume) de la Comandancia de Madrid. Al acceder al interior de la vivienda corroboraron el "pésimo" estado de los cuartos de baño y la cocina, dos estancias que se encontraban sucias y llenas de enseres.
Pero no solo el mal estado de la vivienda fue lo que alertó a las autoridades. Los ochos menores convivían en una misma habitación, tenían prohibido pisar el salón y eran castigados por sus padres dejándolos abandonados durante horas en el patio de la vivienda. Así lo corroboran algunos vecinos con lo que ha hablado este periódico y que aseguran haber sido testigos de este tipo de situaciones.
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"Hubo una vez que dejaron a un niño en la terraza durante horas llorando. Yo estuve hablando con él, intentando ver qué le pasaba. Pero como eran tantos niños los que tenían yo pensaba que se lo habrían dejado por error fuera. Cómo te vas a imaginar tú una cosa así. Luego ya subieron la persiana y entonces le dejaron pasar", asegura una de las vecinas de la zona. Y es que, a pesar de los metros y metros cuadrados de jardín con los que contaba la familia, nunca les dejaban salir fuera.
Pero no solo esta vecina ha sido testigo de este tipo de situaciones, más que extrañas por parte de los progenitores. Los residentes que compartían pared con pared con la familia han afirmado haber escuchado golpes, ruidos y gritos a horas poco usuales. Y no sólo eso. Los mismos vecinos aseguran que los progenitores castigaban a los pequeños durante horas dejándoles encerrados en el garaje hasta que les permitían salir.
El padre, un médico
A pesar de que los vecinos no conocían muchos detalles sobre la familia, la Guardia Civil ha confirmado que el padre trabajaba como médico en un hospital madrileño. De hecho, durante el registro se hallaron uniformes hospitalarios (batas, trajes de quirófano), material hospitalario (guantes, mascarillas, gasas, medicamentos), de los que en un primer momento no se pudo acreditar su procedencia por lo que se investiga al varón por un delito de hurto.
Un hombre al que definen como "misterioso", muy "raro" y que nunca se dejaba ver. No se llegó a relacionar con ningún vecino y tampoco merodeaba nunca por los alrededores de la vivienda. Tan solo salía de la casa para coger el coche y acudir a su puesto de trabajo y regresar al domicilio. Así durante los 13 años que la familia llevaba en la vivienda junto a sus hijos en régimen de alquiler.
"Nosotros nos imaginábamos que era médico porque veíamos los uniformes colgados, pero yo nunca le he visto. Solo le ví una vez saliendo del garaje. Pero en casa nunca porque, ya te digo, siempre estaban con las persianas bajadas", explica una vecina. Su despacho, según ha confirmado la Guardia Civil, era el único habitáculo de la vivienda que presentaba buenas condiciones de salud.
La madre de la familia, por su parte, también era reacia a dejarse ver entre los vecinos. No llevaba a sus hijos a la piscina ni tampoco al parque. Tan solo al colegio, las veces que acudían, y sin cruzar mirada con nadie. "Ha sido siempre una mujer que llamaba la atención. Muy desaliñada, muy dejada. Cada vez la veías con un hijo nuevo, yo ya perdía la cuenta. Pero nunca hablaba con nadie", cuentan los vecinos.
Y es que, en muchas ocasiones, los niños tampoco acudían al centro educativo. Las primeras pesquisas revelaron que los ocho menores solían faltar de forma constante a la escuela, siendo justificadas las ausencias por el propio padre.
A pesar de que las informaciones apuntan a que son ocho los hijos menores que residían junto a sus progenitores en estas pésimas condiciones, algunos vecinos creen que podrían tener más hijos, solo que algunos son mayores de edad. De hecho, una de las residentes de la urbanización asegura que son precisamente estos hijos más mayores de la familia los que se encargan de encubrir las acciones de sus padres. "Hubo un día que me puse a hablar con los pequeños y enseguida salió la mayor a decirles que se metieran para dentro y que no hablaran con la gente", cuenta.
La detención
Según informó la Guardia Civil en un comunicado, fue el pasado 29 de marzo cuando, bajo la dirección del titular del Juzgado de Instrucción nº1 de Colmenar Viejo, se registraba el domicilio en el marco de una investigación articulada por el Equipo de Policía Judicial de Colmenar.
La investigación se inició días antes y a raíz de una denuncia donde se ponía en conocimiento unos presuntos malos tratos contra una menor de edad ocasionados por su padre. De hecho, algunas informaciones apuntan a que estas presiones y avisos a las autoridades se produjeron por parte del entorno de amigas de una de las hijas.
A raíz de estos hechos se realizó un estudio del entorno familiar de la presunta víctima, contrastando también los datos con los agentes tutores de la Policía Local y Servicios Sociales de Colmenar Viejo. Una información que también corroboran los vecinos, que habían oído en varias ocasiones por la urbanización que los Servicios Sociales ya estaban investigando el caso.
Pero no solo se acabó confirmando de la investigación la violencia ejercida contra los hijos. La mujer de 44 años, que resultó detenida, podría haber sido víctima de un delito de violencia de género por parte de su marido. Por ello, el Juzgado ha decretado una orden de alejamiento con respeto a su marido.
Ahora, a los progenitores detenidos se les atribuyen delitos de maltrato, contra los derechos y deberes familiares, obstrucción a la justicia. Del mismo modo, al padre también se le atribuyen delitos de violencia de género y hurto. A los dos se les ha sido retirada cautelarmente la patria potestad de los menores, de los que tienen una orden de alejamiento. Los menores, por su parte, han ingresado en un centro de primera acogida de la Comunidad de Madrid.