El colegio al que acudían los ocho menores maltratados en Colmenar.

El colegio al que acudían los ocho menores maltratados en Colmenar. EducaMadrid

Reportajes

Los padres del colegio de los 8 menores maltratados en Colmenar: "Les traían con piojos y sin desayuno"

Según ha podido saber EL ESPAÑOL, eran los propios compañeros de los niños quienes cedían su desayuno a los pequeños durante el recreo. "Se les veía como descompuestos", cuentan los padres. 

9 abril, 2023 02:32

Pasan las horas y poco a poco se van conociendo más detalles sobre el suceso que mantiene en vilo a los habitantes de Colmenar Viejo. Y es que desde que el pasado 29 de marzo la Guardia Civil detuviera a una pareja por maltratar a sus ochos hijos menores de edad, ya nada es igual en este pequeño municipio madrileño. Según informó la Guardia Civil, los menores sufrían castigos físicos constantes, presentaban síntomas de malnutrición y vivían hacinados en literas en una única habitación del domicilio familiar. Pero no sólo eso. Vivían, además, rodeados de enseres, en pésimas condiciones de salubridad, tenían prohibido pisar el salón y eran castigados por sus padres quedando abandonados durante horas en el patio y el garaje de la vivienda. 

Según pudo confirmar la Guardia Civil, los pequeños solían faltar en numerosas ocasiones al colegio donde estudiaban. Y era nada más y nada menos que el propio padre de la familia, un médico de un hospital madrileño, quien justificaba las ausencias de los pequeños. EL ESPAÑOL ha podido hablar con algunos de los padres de los niños que comparten colegio con los menores maltratados y, a pesar de que siempre notaron "cosas raras", aseguran que nunca llegaron a imaginar el horror que había detrás.

Así lo narran algunos de ellos, quienes han sido testigos durante años de las condiciones en las que los niños acudían a la escuela. Detalles que hacían saltar las alarmas pero que nunca sirvieron como detonante para dar el aviso final. Y es que, tal y como señalan, los niños acudían al centro educativo en no muy buenas condiciones higiénicas, llegando incluso en una ocasión a propagar un brote de piojos entre el resto de alumnos. "Un día mi hija vino con piojos y resulta que habían sido todos los hermanos de esta familia. La madre decía que según entraban salían, que ella no iba a gastar dinero en productos para el tratamiento", cuenta una madre que prefiere mantenerse en el anonimato. 

Colegio al que acudían los ocho menores maltratados de Colmenar.

Colegio al que acudían los ocho menores maltratados de Colmenar. EducaMadrid

Situaciones que muchos padres y compañeros de colegio de los pequeños habían presenciado en algunas ocasiones, pero que nunca llegaron a darle la importancia que merecía por miedo a precipitarse en sus consideraciones. Y es que la propagación de los piojos no fue más que una de las múltiples situaciones que llamaron la atención de los padres del colegio durante los 13 años que los menores estudiaron en el centro. 

Según ha podido saber este periódico a través de algunos padres, la pareja detenida nunca se habia involucrado anteriormente en ningún tipo de acto relacionado con los niños y el colegio. Los pequeños no acudían a excursiones, no participaban en actividades extraescolares y tampoco tenían demasiada relación con el resto de alumnos. De hecho, eran los padres del resto de los niños quienes, en fechas señaladas como por ejemplo Carnaval, se encargaban de hacer los disfraces de los menores para que no fueran los únicos que no acudían disfrazados a la escuela en una fecha tan especial. 

[Los vecinos de la pareja detenida por maltratar a sus 8 hijos en Colmenar: "Se oían golpes y gritos"]

Durante el registro del domicilio, los agentes de la Guardia Civil pudieron comprobar las "pésimas" condiciones higiénicas y de salubridad en las que convivían los menores. Pero no solo eso. Tras realizar los análisis pertinentes pudieron apreciar síntomas de malnutrición en los pequeños. Un hecho que tampoco ha sorprendido demasiado entre los padres del colegio, que aseguran que los ocho hermanos nunca llevaban desayuno para el recreo y que eran sus propios compañeros quienes cedían su comida a los niños. "Mis hijos dicen eso, que en el recreo se les veía como descompuestos", cuentan. 

Una familia integrada por un matrimonio de nacionalidad española, de 44 y 45 años respectivamente, y ocho menores de edad que siempre habían llamado la atención en el vecindario. Pero a pesar de que la gran mayoría de los residentes de la urbanización tenían constancia de su presencia, nunca habían cruzado ni media palabra con ellos. El padre, según informan, tan solo salía del domicilio para acudir a su puesto de trabajo y regresar. De hecho, a pesar de vivir durante 13 años en la urbanización de chalets, la mayoría de vecinos aseguran no haberle visto nunca y no conocer cómo es su rostro. 

Vivienda donde residía el matrimonio con sus ocho hijos.

Vivienda donde residía el matrimonio con sus ocho hijos. D.M

"Nosotros nos imaginábamos que era médico porque veíamos los uniformes colgados, pero yo nunca le he visto. Solo le ví una vez saliendo del garaje. Pero en casa nunca porque, ya te digo, siempre estaban con las persianas bajadas. Siempre estaban bajadas, a cualquier hora del día. En los 13 años que llevo viviendo aquí nunca han levantado las persianas. Ahora me imagino que era para que no viéramos lo que había dentro", contaba una vecina a EL ESPAÑOL. 

La madre de la familia, por su parte, también era reacia a dejarse ver entre los vecinos. No llevaba a sus hijos a la piscina comunitaria de la urbanización, ni tampoco al parque. Tan solo al colegio, las veces que acudían, y sin cruzar mirada con nadie. "Ha sido siempre una mujer que llamaba la atención. Muy desaliñada, muy dejada. Cada vez la veías con un hijo nuevo, yo ya perdía la cuenta. Pero nunca hablaba con nadie", cuentan los vecinos.

En el colegio era conocida por ser la madre de la familia "de muchos niños". Pero a pesar de dejarse ver durante el camino a la escuela junto a sus hijos, siempre evitaba el trato con el resto de madres. "Yo una vez le pregunté que cómo se apañaba con tantos hijos y me dijo que cada uno tenía su función. Que los mayores ponían la lavadora y eran quienes cuidaban de los pequeños", cuenta una madre de la escuela. 

Una información que también corrobora a este periódico otra vecina de la zona. Una mujer de mediana edad que en una ocasión intentó interesarse por los pequeños y enseguida se dio de bruces con la hermana mayor, de 14 años, pidiendo a los pequeños que no hablaran con la gente. Y es que, a pesar de que la Guardia Civil asegura que eran ocho los menores que convivían en el domicilio familiar, algunos vecinos y padres del colegio creen que podrían tener algún que otro hijo más mayor de edad.

Vivienda donde residía la pareja junto a sus ocho hijos menores de edad.

Vivienda donde residía la pareja junto a sus ocho hijos menores de edad. D.M

Ruidos, golpes y gritos

Los ochos menores convivían en una misma habitación, tenían prohibido pisar el salón y eran castigados por sus padres dejándolos abandonados durante horas en el patio de la vivienda. Así lo informó la propia Guardia Civil y pudieron corroborar a EL ESPAÑOL algunos de los vecinos de las viviendas colindantes a la de la familia. 

"Hubo una vez que dejaron a un niño en la terraza durante horas llorando. Yo estuve hablando con él, intentando ver qué le pasaba. Pero como eran tantos niños los que tenían yo pensaba que se lo habrían dejado por error fuera. Cómo te vas a imaginar tú una cosa así. Luego ya subieron la persiana y entonces le dejaron pasar", explicaba una vecina de la zona. 

Pero no sólo eso. El vecino de la vivienda colindante aseguró haber sido testigo de gritos, ruidos y golpes a altas horas de la noche. Y de hecho, el mismo vecino asegura que los progenitores castigaban a los pequeños durante horas dejándoles encerrados en el garaje hasta que les permitían salir. 

La detención 

La investigación se inició días antes de la detención y a raíz de una denuncia donde se ponía en conocimiento unos presuntos malos tratos contra una del las hijas menores de edad por parte de su padre. De hecho, algunas informaciones apuntan a que estas presiones y avisos a las autoridades se produjeron por parte del entorno de amigas de una de las hijas. 

A raíz de estos hechos, la Guardia Civil realizó un estudio del entorno familiar de la presunta víctima, contrastando también los datos con los agentes tutores de la Policía Local y Servicios Sociales de Colmenar Viejo. Una información que también corroboran los vecinos, que habían oído en varias ocasiones por la urbanización que los Servicios Sociales ya estaban detrás del caso. 

Ahora, tras su detención el pasado 29 de marzo, la pareja ha quedado en libertad bajo medidas cautelares, según informó este sábado la Guardia Civil. A pesar de ello, a los dos se les ha sido retirada cautelarmente la patria potestad de los menores, de los que tienen una orden de alejamiento. Los ocho niños ya han ingresado en un centro de primera acogida de la Comunidad de Madrid.