El 17 de abril de 2016 Cuatro estrenó First Dates, un formato presentado por Carlos Sobera donde los participantes acudían al programa en busca del amor en una cita a ciegas televisada para toda España.
Siete años después, el programa producido por Warner Bros International Television Production España es uno de los buques insignia del canal de Mediaset, congregando cada día a más de un millón de espectadores.
Uno de los ganchos de First Dates son las introducciones de los comensales que acudirán ese día a buscar el amor que realiza el actor Richard Pena. En ellas, la voz en off del programa tira de humor e ironía para presentarles y anunciar el por todos conocido: "¿No se ha quedado una noche perfecta para encontrar el amor?".
EL ESPAÑOL ha charlado con Richard Pena, que ha logrado que su voz sea una de las más reconocibles de la televisión en la actualidad. Pena ha repasado con este medio sus comienzos en televisión, su trayectoria profesional y ha desvelado algunas curiosidades del espacio de Cuatro.
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Presentador desde la infancia
Richard Pena lleva enamorado de la televisión desde pequeño, cuando organizaba con sus compañeros del colegio los concursos que el día anterior había visto en casa para practicar la profesión a la que se quería dedicar en el futuro: “Mi madre dice que cuando veía a los presentadores o a los actores, yo exclamaba: '¡Quiero estar ahí!', pero no me acuerdo (risas)”.
El barcelonés reconoce que era un empollón en el colegio, el típico que sacaba muy buenas notas, pero que caía bien a todo el mundo y se hacía con la clase. Admite que, de pequeño, flipaba con la televisión: “Estaba enganchado, pero como aprobaba todo, mis padres no me decían nada”, recuerda
–¿Cómo ha sido su trayectoria en televisión?
–Nunca he tenido contactos o un padrino y me he buscado la vida para encontrar trabajo. Con 19 años me presenté a Operación Triunfo 2, pero me rechazaron en el primer casting, a pesar de mis tres años de clases de canto...
Durante la carrera, con 20 o 21 años, comencé a trabajar en un canal de Barcelona que se llamaba City TV (la actual 8 TV) porque los platós estaban cerca de mi casa. Entré en Vitamina N con Jordi González. En ese programa también participaron Raúl Gómez, Torito, Marta Torné, Yolanda Ramos, Enric Escudé…
Todo eso me sirvió como prácticas para la carrera y para esta profesión porque, por la mañana iba a clase, al mediodía daba clases particulares para ganar algo de dinero, por la tarde a la escuela de cine a estudiar interpretación, y por la noche iba a Vitamina N, así que dormía una media de cuatro horas. Los fines de semana no quería saber nada del mundo (risas).
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–¿Qué pasó cuando acabó la carrera?
–Pues como no encontraba trabajo, estuve de monitor en unas colonias orientadas al cine. A los chavales no les enseñábamos cosas de la naturaleza sino que nuestro objetivo era hacer un corto, un informativo, un programa de entretenimiento… con los medios caseros que teníamos.
Una compañera de la carrera que era mallorquina me dijo que me fuera para Palma a trabajar porque había una productora que buscaba gente. Al final estuve tres años en diferentes canales, comenzando de cámara, que no era lo mío, e incluso, hice un corto que estuvo nominado a los Goya en 2007, donde era el jefe de producción.
Por aquel entonces me apunté a un concurso de Cuatro que se llamaba Money, Money, presentado por Josep Lobató y gané 36.000 euros. Eso me permitió dejar la isla, volver a Barcelona y gastarme el dinero en un Máster, un coche y algunas cosas más, así que el premio voló rápido invirtiendo en el futuro.
–¿Por qué se fue a Madrid en busca de trabajo?
–Como en Barcelona no me salía nada, me fui a Madrid con el poco dinero que me quedaba, pero hubo una época en la que lo pasé fatal y estuve un tiempo viviendo en una habitación de Torrejón comiendo poco y mal, sin querer pedirle dinero a mis padres, hasta que una persona me llamó para decirme que estaban buscando gente para El diario de Patricia.
Me pasé tres semanas seguidas llamándoles para que me contrataran y, por pesado, me lo dieron un puesto en redacción. Ahí conocí a Yolanda Martín, la productora ejecutiva del programa, que años más tarde me llevó a First Dates, donde fue la directora y también productora ejecutiva.
–¿Y qué otros proyectos tuvo antes de fichar por First Dates en 2016?
–Entre El diario de Patricia y First Dates estuve presentando en Mediaset un programa de madrugada que se llamaba Premier Casino; fui el malo de una de las temporadas de la serie de Antena 3 El secreto de Puente Viejo; participé en Amar es para siempre; en Gym Tony de Cuatro; trabajé en dos películas, Perdiendo el norte (es el novio alemán de Blanca Suárez) y Cuerpo de élite. Todo ello combinado con programas detrás de cámara como guionista como en Hermano Mayor de Cuatro; en Gran Hermano 16 estuve de colaborador o de reportero en Castilla-La Mancha.
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–¿Cómo surgió la oportunidad de formar parte del equipo del espacio de Cuatro?
–En 2016 me llamó Yolanda Martín para enseñarme el programa piloto de First Dates y lo primero que pensé fue que por qué no se le había ocurrido eso antes a nadie. Es un programa con una mecánica muy sencilla y que engancha al público. Primero entré en un puesto en redacción, luego en el departamento de casting para seleccionar a las parejas, en el de guion, presenté los programas especiales en Mtmad que se llamaron First Dates Lessons… creo que, menos fregar el plató, he hecho de todo en el programa (risas).
Al mes de empezar la emisión vimos que nos llegaban algunos vídeos de casting buenísimos y surgió la idea de Yolanda de que yo hiciera la voz de off de la introducción del programa y así poder mostrarlos. Y, hasta ahora, siete años después. Dos minutos de introducción de First Dates me han dado muchas alegrías, creo que es el tiempo mejor aprovechado de mi vida porque me ha dado una identidad y ha puesto mi nombre en el mapa. Jamás habría pensado que lo fuera a conseguir por mi voz.
–¿Cómo la cuida?
–No hago nada especialmente, es que mi voz viene de fábrica (risas). Mi hermano o mi padre al teléfono tienen una voz parecida a la mía. No la cuido, hablo muchísimo y no hago ninguna rutina especial.
–¿Se animaría a participar en una de las citas del programa?
–Me lo han ofrecido alguna vez y he dicho que no, pero porque como me conoce todo el equipo, me daría un poco de vergüenza y sería una presión añadida. No soy tan valiente como los comensales que acuden a diario al restaurante de Cuatro. Eso sí, actualmente estoy soltero.
–¿Ha tenido alguna cita memorable en su vida personal que pueda comentar?
En una ocasión tuve una en la que mi pareja bebió mucho durante la cena y, cuando ya nos íbamos a despedir y besar, se giró y vomitó. No hubo beso (risas). Volvimos a quedar una segunda vez en la que me pidió disculpas por todo lo sucedido, pero no fue a más.
Siempre con el papel de extranjero
Rubio, alto y en una buena forma física. Esa es la carta de presentación de Richard Pena en los casting, dando el perfil para personajes nórdicos, alemanes… pero lejos de ser beneficioso para él, ese aspecto físico le ha impedido lograr papeles en diferentes ficciones.
“Ese es un cabreo personal que tengo con la industria del cine por el tema de las razas. Hace años que no hago un casting porque los directores me dicen que soy el guiri cachas, nada más, y hasta que no tengan un papel de eso, nada”, comenta el barcelonés.
“Pero cuando quieren a un guiri, llaman a uno de verdad, entonces es el pez que se muerde la cola… Me encantaría hacer muchas más cosas como actor, pero esta barrera no se rompe, por lo menos conmigo. Porque no me dicen que no me contratan porque sea malo, sino por esa barrera”, añade.
–¿Se ha planteado alguna vez hacer doblaje de películas o series?
–No porque me gusta más la imagen, soy actor de pantalla.
–¿Qué otros proyectos profesionales tiene aparte de seguir en First Dates?
–De momento estoy centrado en el programa, aunque también he participado en FBoy Island de HBO Max. Lo curioso es que en ese programa hago de mayordomo en una de las villas de los concursantes, pero no hablo. En First Dates pongo la voz y en Fboy Island la cara ¡a ver si consigo las dos cosas juntas en el próximo proyecto! (risas).
Estoy a la espera de que a algún directivo se le ocurra que, como mi voz es conocida, para que los espectadores me pongan cara me dejen presentar algún concurso o ser colaborador de algún programa, por ejemplo.
También gané el premio a la Mejor Interpretación en el segundo Festival de Cine Internacional AIFF de Madrid por el corto Degenerados. Fue seleccionado entre más de 800 proyectos inscritos y me eligieron a mí como mejor interpretación en una categoría mixta.
Apasionado del deporte
En su cuenta de Instagram donde cuenta con más de 17.500 seguidores, el actor muestra imágenes de su trabajo en First Dates, su afición al cine, como miembro del jurado en certámenes de belleza o en el gimnasio, luciendo músculos.
“Me gusta mucho entrenar y sentirme bien, además, en mi trabajo es muy importante la imagen, aunque ahora solo sea una voz, pero por esa preparación física me salió el trabajo en la serie Gym Tony”, comenta el actor.
–¿Lleva mucho tiempo entrenando en el gimnasio?
–Me aficioné tarde, con 27 años, cuando fui a un gimnasio de donde vivo, el Total Gym de Algete (Madrid), en el que encontré al entrenador perfecto para mí, que me mantiene en forma y con el que llevo trabajando 12 años. El tema de la comida me cuesta más porque me gusta mucho comer y las dietas las sigo a un 70 %. Mi entrenador me dice que cuando las haga al 100 %, los resultados serán más visibles. Pero me gusta entrenar y verme bien.
–¿Otras aficiones?
–Consumo muchísimo cine, mi casa parece un videoclub porque tendré unas 4.500 películas en Blu Ray y el trastero de casa de mis padres repleto de cintas antiguas de VHS, y voy mucho a las salas de cine a ver estrenos. También me gusta tener un rato de soledad para mí mismo de vez en cuando.