Es el Grand Prix, es el Grand Prix, el programa del abuelo y del niño, has de saltar para evitar que la vaquilla te dé un buen revolcón...
Si lo has cantado, tareado o silbado es probable que TikTok no sea tu aplicación de cabecera, que no llames bro a tus amigos, que no le digas a tu suegro que se vienen cositas y que el simpatiquísimo rostro de Ramón García se te haya presentado en la memoria como un holograma.
También puede que hayas leído que vuelve Ramonchu al programa que, junto con las campanadas, le hizo un hueco en nuestra memoria colectiva. Y puede que te hayas acordado del siglo XXI y te hayas puesto un poco nostálgico al leer que lo hará sin vaquilla y que puede que sea un dragón —sí, un dragón, informa ABC— quien la sustituya, no incluidos los animales mitólogicos en la nueva Ley de Bienestar Animal.
"La inclusión de animales en espectáculos escénicos o filmaciones de cine o televisión u otros medios audiovisuales requerirá una declaración responsable ante la autoridad competente en la que se recojan los datos de identificación de los animales participantes, tiempos de filmación o representación, las condiciones físicas que garanticen el bienestar de los animales durante el transcurso de la filmación y los datos de las personas responsables de garantizar su bienestar", reza el artículo 62 de la conocida como Ley Belarra.
Un precepto que choca con la posibilidad de volver a rodar un programa como se hacía antaño. La ley, claro está, no recoge las corridas de toros, reguladas por la Ley 10/1991 sobre Potestades Administrativas en materia de Espectáculos Taurinos.
El Consejo de Administración de RTVE ha aprobado este jueves la producción de siete entregas por un presupuesto de 3,8 millones de euros. Cada programa, por lo tanto, saldrá a razón de 542.857 euros más IVA.
La productora encargada de rescatar el mítico formato será Europroducciones, propietaria de los derechos de el Grand Prix. Para reemplazar a la vaquilla, la pública maneja varias opciones. La que más fuerza ha cogido es la de reemplazarla por un dragón, según informa el medio citado. El formato tampoco tendrá la plaza de toros, en la que los concursantes de los pueblos tenían que esquivar a la red en las diferentes gymkanas.
De esta forma, desaparecerán juegos como Los Sumos, Los bebés golosos, la vaca pichichi y La Caperucita y el lobo. Aunque no se ha confirmado, parece que pruebas tan emblemáticas como La cucaña, Los Troncos locos, Los bolos y La patata caliente sí formarán parte de El Grand Prix en esta nueva etapa, al igual que las gradas con el público. Ahora, todos los esfuerzos se concentran en encontrar un lugar con dimensiones acordes al programa para grabar las entregas.