Murcia

Francisco ha vuelto al lugar del que posiblemente nunca debería de haber salido: la prisión. Este veinteañero, salió de la cárcel el 28 de septiembre de 2022, después de pasar un año a la sombra por clavarle un cristal en el cuello a otro hombre con el que discutió en un bar de Murcia. Nada más recuperar la libertad por esa tentativa de homicidio, a Francisco lo arrestaron por un delito de lesiones cometido el 15 de diciembre, pero volvió a la calle y con ello a las andadas: este jueves 20 de abril, sin motivo alguno, le dio un hachazo en la cabeza a un subinspector de la Policía Nacional.

Ese ha sido el bagaje delictivo de Francisco en los seis meses y medio que ha pasado en libertad. Limitarse a afirmar que ha sido fallida su reinserción en la sociedad, parece a todas luces que es quedarse corto y que el sistema debería realizar una reflexión mayor. En primer lugar, porque su historial delictivo se remonta a 2018 cuando fue detenido por robo con violencia y amenazas y desde entonces no ha dejado de reincidir. Y en segundo lugar, porque el ataque contra el subinspector se produjo "sin motivo aparente", según se recoge literalmente en las diligencias que obran en el juzgado y a las que ha accedido en exclusiva EL ESPAÑOL.

Francisco fue con un hacha a por este mando policial, con la ayuda de sus dos hermanos: Pedro y Manuel. Otros dos fieras. Pedro, de unos 20 años, tiene antecedentes por amenazas y por lesiones porque se vio envuelto con su hermano Francisco en la famosa pelea del bar de Murcia donde ambos le pegaron a un hombre con el que discutieron, hasta que Francisco quiso poner fin a la disputa, clavándole un cristal en el cuello para matarle.

En el 'currículum' de Manuel, de unos 27 años, hay delitos por daños, hurto y una tentativa de homicidio. Hace un año, Manuel 'medió' en la disputa que mantenía un amigo suyo con su expareja, por la custodia de los hijos, y sacó un cuchillo jamonero que intentó clavarle a un familiar de la madre de los niños. Estos tres hermanos, con historial delictivo y sin oficio conocido, casi le quitan la vida a un subinspector con veinte años de bagaje en el Cuerpo Nacional y que este verano llegó destinado a la Comisaría de Alcantarilla para coordinar sus servicios.

Dos policías nacionales llegando a la Comisaría de Alcantarilla donde está destinado el subinspector que ha recibido el hachazo por ayudar a una mujer, víctima de un robo, estando fuera de servicio. Badía

El brutal ataque se produjo este jueves, cuando el mando policial estaba fuera de servicio, salió a correr por la orilla del río Segura y al llegar a La Fica en Murcia, se tuvo que desviar por el Carril Condomina porque el citado recinto estaba cerrado por un evento. Cuando se adentró por ese carril, sobre las cinco y media de la tarde, se percató de que en un descampado anexo donde estacionan los coches, a una mujer le habían reventado la ventanilla de su vehículo y como habría hecho cualquier policía nacional, el subinspector detuvo su marcha para prestarle auxilio.

En las diligencias que obran en el Juzgado de Instrucción número 7 de Murcia, se detalla que cuando el subinspector se detuvo con la mujer, mientras que ella telefoneaba a una grúa, el mando policial comenzó con "las primeras gestiones" para investigar el "robo observado" en el vehículo: "Búsqueda de cámaras en la zona, seguimiento de rastros, búsqueda de testigos y otras pesquisas". De forma que al percatarse de que a unos metros del descampado hay una casa, se acercó a preguntar si habían visto a la persona que le reventó el cristal al coche de la víctima.

Los inquilinos de esa casa de huerta eran Francisco, de 25 años, Pedro, de 20 años, y Manuel, de 27 años. Y sus intenciones eran malas desde el mismo momento en el que el subinspector se identifica como Policía Nacional: "En relación con los hechos, se puede apreciar cómo es una actuación conjunta y coordinada por parte de 3 varones, en el que uno de ellos busca el enfrentamiento con la víctima, para seguidamente solicitar la ayuda de los otros dos hermanos que lejos de apaciguar la situación, rodean a la víctima y anticipan su intención textualizándola: 'Te voy a matar'".

El descampado del Carril Condomina de Murcia, donde el subinspector de la Policía Nacional se detuvo, este jueves, para prestar auxilio a una mujer a la que reventaron una de las ventanillas de su coche. Google Maps

El subinspector le pide calma al trío, pero Francisco, hacha en mano, tiene claro que este policía nacional no sale vivo de allí y su hermano, Pedro, le ayuda para que no se marche: "Le bloquean el paso y tratan de agredirle, siendo esquivado afortunadamente por la víctima en primera instancia".

Después de esquivar esa embestida, el subinspector se gira para huir, y Francisco le intercepta de un hachazo: "Aprovechando el momento en el que la víctima está girada, tratando de marcharse, para atacarlo por la espalda, con un hacha, acometiendo en una parte vital del cuerpo como es la cabeza. Todo ello, en concordancia con la pretensión que ya habían manifestado verbalmente: 'Te voy a matar'".

El mando policial logró escapar, aunque parece que Francisco no estaba satisfecho con el hachazo que le había propinado en el cráneo, ya que junto a sus dos hermanos, Pedro y Manuel, así como otros familiares, persiguieron al subinspector hasta el edificio en el que se escondió. "Los hechos no se consuman gracias a que la víctima logra huir, corriendo, refugiándose en un lugar cercano, así como por la rápida actuación policial, dado que familiares de los autores, e incluso los propios autores (como indica el testigo), acudieron al lugar donde estaba la víctima refugiándose".

El subinspector de la Policía Nacional siendo atendido de urgencia tras recibir el hachazo en la cabeza.

En las diligencias que instruye el juzgado se hace constar que el ataque se perpetró en superioridad numérica, respecto a la víctima, y por sorpresa, para que el mando policial no tuviese la opción de defenderse. De hecho, acabó trasladado de urgencia al hospital con una brecha de 7 centímetros en la cabeza y un traumatismo: "En relación al peligro inherente al intento, se puede destacar que los hechos se consuman con un arma blanca, y a su vez, contundente, como es un hacha, y por la espalda, sin posibilidad alguna de defensa por parte de la víctima, en un ataque cometido por parte de tres varones, contra una víctima, siendo golpeado con el hacha en la cabeza".

Además, el trío de hermanos vendió cara su detención cuando varias patrullas se personaron en el Carril Condomina y los agentes tuvieron que reducirles para ponerles los grilletes. "Es relevante el reseñar que los detenidos, en este hecho, y en otros similares (otras tentativas de homicidio por las que han sido detenidos anteriormente), han realizado actos de fuga, tratando de eludir la acción de la Policía, y por ende de la Justicia, huyendo tras las agresiones y resistiéndose activamente en sus detenciones".

"En el hecho que nos ocupa, se expone en comparecencia de los funcionarios que practican la detención que los autores se disponían a abandonar el lugar de los hechos, a bordo de un vehículo, teniendo que ser interceptados, y no solo eso, sino que se resistieron a la detención, teniendo que emplear la fuerza mínima indispensable para su arresto y evitar que se dieran a la fuga".

"A todo ello hay que sumarle que Manuel y Pedro, hasta el momento no han entrado en prisión, a pesar de los antecedentes policiales que presentan, si bien, Francisco ingresó en la cárcel el 17 de septiembre de 2021, tras su arresto por homicidio en grado de tentativa del 16 de septiembre de 2021, permaneciendo en el centro penitenciario hasta el 28 de agosto de 2022".

El hacha empleada para atacar por la espalda al subinspector de la Policía Nacional destinado en la Comisaría de Alcantarilla.

A los dos meses de recuperar la libertad, Francisco volvió a ser arrestado por amenazas, y a los seis meses, le propinó el hachazo al subinspector. Tales episodios llevan a los agentes a advertir en su atestado sobre lo siguiente al titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Murcia: "De ello se acredita un más que patente riesgo de reiteración delictiva y por tanto, se valora como muy alta la probabilidad de la comisión de delitos futuros y la peligrosidad que ello conlleva, dado que la totalidad o la mayoría de los antecedentes policiales son con motivo de delitos violentos contra las personas: homicidio, lesiones, amenazas, robos violentos…".

También se advierte desde la Policía Nacional al magistrado, sobre el carácter agresivo y de la peligrosidad que tienen los tres hermanos cuando actúan juntos: Francisco, Pedro y Manuel. "Cualquier ciudadano se puede ver inmerso en una agresión de estas características". Prueba de ello es que en el atestado se expone que Francisco supuestamente le dio un hachazo al subinspector, simplemente, por mirarle fijamente.

"Como queda patente en el presente atestado, así como en su historial delictivo, los autores de los hechos ya han actuado conjuntamente contra otras personas, empleando armas blancas o medios peligrosos (hacha, cuchillo o cristal), acometiendo contra cualquier persona con la que tienen una disputa, o incluso como en este caso, sin motivo aparente alguno: se le quedó mirando fijamente, tras lo cual, [Francisco] sale junto a otros dos varones con hacha en mano y con manifestaciones de causar la muerte".

A pesar de tales advertencias, este sábado solo se ordenó el ingreso en prisión de Francisco, como supuesto autor del hachazo al mando policial, mientras que a sus hermanos, Pedro y Manuel, se les impuso una orden de alejamiento respecto del subinspector y la obligación de comparecer periódicamente en los juzgados.

El secretario general del Sindicato Unificado de Policía en la Región de Murcia, Adrián Rodríguez, confirma que el letrado de esta organización ya ha contactado con el mando policial que recibió el hachazo, para personarse como acusación particular en el procedimiento judicial abierto -por un homicidio en grado de tentativa y un delito de atentado a agente de la autoridad-. Además, el SUP tratará de personarse como acusación popular.