Valencia

Juan Ramón Adsuara perdió este lunes los papeles. Recibió de buena mañana la horrible noticia que tantas veces ha sufrido desde que llegó en 2011 a la alcaldía de Alfafar. Una joven de 19, estudiante de Florida Universitaria, murió arrollada en el paso a nivel del municipio.

Es la tercera víctima desde el pasado verano, y tanto su ayuntamiento como el de la vecina Sedaví, de donde procedía la chica, contabilizan decenas de muertes entre accidentes y suicidios en las últimas cuatro décadas. "Un centenar", afirman en Alfafar. Desde entonces, piden a Adif un soterramiento que nunca llega.

"¡Esto es una vergüenza, no somos ciudadanos de segunda!", gritaba Adsuara a los técnicos de Adif. Su grado de nerviosismo obligó a mediar a un agente de la Guardia Civil para tranquilizarle. "He perdido los nervios, y pido perdón, pero estamos hartos y la sensación es de una impotencia terrible", lamenta en declaraciones a EL ESPAÑOL.

Una joven de 19 años, la última víctima del paso a nivel de Alfafar. EFE

Según relata el primer edil, desde el pasado verano, además de la joven de este miércoles, han muerto otros dos hombres de 35 y 42 años. "El problema siempre es el mismo. Las barreras están tanto tiempo bajadas que la gente está acostumbrada a cruzar aunque estén bajadas", relata.

Tanto el alcalde como los vecinos del lugar consultados por este periódico detallan el mismo escenario. Cuando el tren se dirige desde Valencia hacia Alfafar, las barreras bajan alrededor de 13 minutos antes de que pase el tren. Cuando ocurre en sentido contrario, desde silla, el tiempo es todavía superior y se prolonga hasta los 20 minutos, según relatan. 

"Esto ha convertido en inefectiva la protección de la barrera. Durante muchos minutos al día el estado natural de la barrera es que esté bajada. La mayoría de los vehículos espera, pero los peatones no lo hacen. Se limitan a mirar hacia los lados y a cruzar", explica.

Preguntadas al respecto, fuentes de Adif lamentan "profundamente" la nueva muerte, y apuntan que "la barrera no puede bajar con un margen temporal más ajustado". La Administración de Infraestructuras Ferroviarias subraya que ha propuesto a los ayuntamientos costear un paso inferior para peatones y bicicletas. No obstante, reconoce que el proyecto no avanza porque los municipios condicionan su creación al compromiso estatal de soterrar las vías, algo que no se ha producido de momento.

[Muere arrollada por un tren de Cercanías una joven en el paso a nivel de Alfafar (Valencia)]

En el caso de la joven fallecida este miércoles, las primeras pesquisas apuntan a un despiste por circular con auriculares y mirando el móvil. La víctima del accidente habría esperado hasta el paso de un tren por una de las vías sin percatarse de que otro convoy se aproximaba en sentido opuesto, el que le quitó la vida. Los servicios sanitarios no pudieron hacer nada por reanimarla.

El paso a nivel se encuentra en un enclave que, entre Alfafar, Sedaví, Benetússer y otros núcleos, ronda los 50.000 habitantes. Cuenta además con el tráfico ferroviario propio del acceso a la tercera capital de España, con trenes que pasan por ese punto sin detenerse en la parada, ubicada a unos 200 metros. Es un cóctel letal que lo convierte "en el paso a nivel con más muertes de España", según afirman en Alfafar.

Nada impide físicamente el paso a los peatones. Adif instaló vallas en zigzag que obligan a los transeúntes a mirar a ambos lados. También señales luminosas y acústicas. Pero nada les cierra el paso si se deciden a cruzar, como ocurre a diario con miles de personas por la gran cantidad de minutos que permanece bajada la barrera.

Cuando se produjo la muerte de un chico el pasado verano, la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, se encontraba en Valencia. "Le preguntaron al respecto y afirmó que llamaría al Ayuntamiento de Alfafar para buscar una solución. Pero no lo hizo. El abandono es total, sufrimos el silencio administrativo. Desde entonces han muerto dos personas más", lamenta Adsuara.

Historias escabrosas

Los vecinos de Sedaví consultados por este periódico relatan historias escabrosas sobre el paso a nivel. "Es tan conocida la siniestralidad que lo ha elegido mucha gente para suicidarse", explica un lugareño, que relata el caso de una mujer del entorno que perdió las dos piernas, pero salvó su vida.

También recuerda uno de los más dolorosos, el de dos jóvenes que se suicidaron de forma simultánea en 1991. "Atrae esta terrible práctica por lo fácil que es acceder a unas vías por donde pasan trenes muy a menudo y a gran velocidad", lamenta un concejal de Sedaví consultado por este medio.

Aquel siniestro provocó importantes movilizaciones. Este miércoles, la televisión pública valenciana, À Punt, emitió imágenes de archivo de aquella protesta, cuya única consecuencia fue la condena a seis meses y un día de prisión a cinco de los manifestantes, que tuvieron que indemnizar a Renfe por cortar el tránsito.

Los vecinos llevaban entonces casi diez años reclamando el soterramiento, y han pasado otros 30 sin que Adif acceda a convertir el paso ferroviario en subterráneo.