Se cuelan en los restaurantes, las calles, los monumentos, las oficinas, los institutos e incluso en los supermercados. Los bailes virales de TikTok son ya toda una realidad en nuestro país y han llegado para quedarse. Y es que, aunque algunos han resistido a la tentación de bailar en Nochebuena el trend de 'Despechá' de Rosalía delante de un teléfono móvil, han sido otros muchos los que se han sumado a la moda de seguir los pasos de baile que marcan el día a día de la red social por excelencia entre los jóvenes.
Muchos lo ven como un hobbie, pero otros como un negocio de futuro. Tras haberse conocido las millonarias cifras que han alcanzado algunas personalidades como Lola Lolita, que supera los 10 millones de seguidores en la plataforma, los niños de hoy en día lo tienen más que claro: no quieren ser ni ingenieros ni profesores, quieren ser tiktokers.
Y en la actualidad, aunque parezca mentira, el éxito de la red social de origen chino ha llegado hasta el punto de que los más pequeños ya empiezan a contar con espacios donde poder formarse para ser unos auténticos profesionales de los bailes que dan la vuelta al mundo cada día. Es el caso de la Escuela de Baile DENA BILBAO, dirigida por Lydia Rodríguez, que desde hace unos meses imparte clases de baile especializadas en las coreografías que se hacen virales en TikTok.
"Siempre hemos tenido mucho tirón en redes simplemente subiendo pequeños vídeos de lo que hacíamos en clase, pero gustaba tanto que decidimos darle una vuelta y especializar algunas clases para que el alumnado pudiera mejorar la expresión y verse delante de la cámara. Y fue así como creamos estas clases específicas de TikTok", cuenta Lydia en una entrevista a EL ESPAÑOL.
A pesar de que se encuentran en pleno periodo de iniciación, han sido muchos los alumnos que ya se han interesado por sus clases. De hecho, en la actualidad, cerca de 20 jóvenes acuden cada semana a esta escuela de baile para aprender las coreografías que visualizan cada día a través de las pantallas de sus teléfonos móviles. "Es algo muy nuevo y creo que la gente no lo ubica. La gente no tiene claro qué es lo que se puede hacer. Entonces van probando y van viendo, pero la verdad es que los que prueban se enganchan", asegura Lydia.
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El público mayoritario, como no podía ser de otra manera, adolescentes de entre 9 y 16 años que buscan desconectar por las tardes practicando lo que más les gusta: el baile. Y todo ello ligado a otra de sus grandes pasiones: el contenido en redes sociales. Aunque en la actualidad la mayoría de ellos lo ve como un simple hobbie, desde la academia no descartan que algunos, posteriormente, quieran explotar lo aprendido para sacar rendimiento a través de sus propios canales.
"Con la formación que se les da, luego ellos pueden dedicarse a lo que quieran, tanto a los espectáculos como a hacer su propio canal o impartir clases como profesores. Nosotros les damos la formación", cuentan desde la escuela.
Y es que una de las principales características por las que destaca esta academia de baile es la variedad de actividades que ofrecen. No solo se centran en el baile como una práctica relacionada al ocio, sino también como algo en lo que poder dirigir la trayectoria profesional futura de los más jóvenes.
"Tenemos clases específicas de formación, tanto de profesores como de bailarines. Las de Tiktok es verdad que son más de disfrute. Son más jovencitos, igual no se han atrevido a comentarlo, pero sí que es verdad que si nos lo dijeran les pasaríamos ya con mayor edad a la formación de profesional".
Los orígenes
El baile ha sido siempre la gran pasión de Lydia. De hecho, no dudó en empezar a formarse desde pequeña en algunas disciplinas como la danza clásica. Pero hace años, en España, ciertos estilos musicales que a ella le apasionaban eran todavía unos auténticos desconocidos para la mayoría del público. Por ello, se vio en la obligación de hacer la maleta y viajar a Estados Unidos para formarse en cultura urbana en lugares como Brooklyn o El Bronx. Y no fue la única aventura que vivió en el extrajero. Posteriormente se desplazó a Jamaica, con el fin de aprender todo lo relacionado con el dancehall, y después a grandes capitales europeas como Londres o París.
A su regreso, en el año 2003, decidió fundar la Escuela de Baile DENA Bilbao. Desde entonces, la academia ha tenido una gran repercusión hasta haber alcanzado el cupo de casi 500 alumnos que se suman cada año a las clases de los diferentes estilos que se imparten. Pero sin duda, si hay uno que ha llamado la atención en los últimos meses ha sido el que se centra en las coreografías virales de TikTok.
Una nueva técnica que ya se ha configurado casi como un nuevo estilo de baile en la que, no solo reina el movimiento de los brazos, sino de todo el cuerpo. Y lo más importante, acompañando de los fragmentos de las canciones que más se pegan entre los jóvenes. "Lo que engancha a los alumnos es que son coreografías actuales. Los coreógrafos tenemos una gran trayectoria y somos capaces de crear coreografías espectaculares y muy visuales en cada clase y para cada nivel", cuenta Lydia.
— ¿Han recibido críticas o, de momento, todo comentarios positivos?
— No, de momento todo positivo. Ya te digo, supongo que al que no le guste no lo hará y no lo seguirá. La gente está muy contenta y todas las críticas han sido positivas. La gente está muy emocionada.
A pesar de que cada semana los profesores acuden a clase con nuevas ideas sobre los challenges o trends que más virales se han vuelto en los últimos días, siempre se muestran abiertos a escuchar las propuestas de sus alumnos. "Al final disfrutan más con algo que están escuchando todo el día. Igual hay una semana que les hace ilusión algo en concreto y en ese sentido les escuchamos y les damos mucha libertad. Cada semana es algo diferente y muchos coinciden en lo que en ese momento están escuchando", asegura.
Y si hubo algo en lo que coincidió la mayoría hace poco más de un mes fue en el deseo de sumarse al baile más viral del año, el surgido de la colaboración entre Shakira y Bizarrap. "La pedían mucho, pero creo que se quema demasiado rápido cuando es algo tan explosivo. Pero sí, la pidieron mucho. Y la siguiente, la de Karol G, les encantó. Los jóvenes viven a la semana, están muy presentes".
Por el momento, Lydia prefiere ser cauta y no adelantarse a los acontecimientos. Pero si una cosa tiene clara es que desde su academia se mostrarán completamente abiertos a actualizarse y atender las demandas del público. "Todo lo que nos pidan lo iremos gestionando y adaptando en función de los horarios disponibles que tengamos. Nos iremos adaptando a lo que la gente quiera, como siempre. Y todo lo que pidan se irá creando. Y sí, iremos abriendo más grupos", concluye.