En Italia nunca se vieron esas cosas. Canale 5 es la casa del drama, del llanto, de la purpurina, el glamour y el teatro. El entretenimiento es la premisa número uno, el exceso está consentido, pero en él no tienen cabida peroratas izquierdistas. Italia, al final, es un país conservador. Y Mediaset es la tele de Silvio Berlusconi, un político extravagante, pero poco sospechoso de progresista. Esta es la línea que busca trasladar la nueva dirección de la compañía en España. Y ahí el discurso político de Jorge Javier Vázquez tiene difícil encaje.
Su ideología está marcada por aquel “programa para rojos y maricones” que defendió que era Sálvame. “Y quien no lo quiera ver, que no lo vea”. Lo dijo en 2020 y, aunque la audiencia ya no era la de los años más gloriosos, todavía se lo podía permitir. Ahora, sin su protector Paolo Vasile y con una directiva más ortodoxa, ya no. Cabalgando la ola, Pablo Iglesias siguió la broma ofreciendo a Jorge Javier reeditar esos “rojos y maricones” en su televisión, Canal Red. Y ya de paso, como “tiene un caché un poco alto”, Iglesias aprovechó para pedir financiación.
La operación que deja fuera de la ecuación a Jorge Javier se viene gestando desde finales del año pasado. La salida de Vasile dio paso a la llegada de Alessandro Salem y Massimo Musolino como consejeros delegados y a Borja Prado como presidente de la división española de Mediaset. Salem y Musolino son hombres de la casa, curtidos en la sede de Milán. Mientras que Borja Prado también mantiene excelentes relaciones con Italia tras haber sido presidente de Endesa -controlada por la italiana Enel- de 2010 a 2019.
El empresario tiene un marcado perfil conservador, aseguran fuentes cercanas, y es hijo de Manuel Prado y Colón de Carvajal, quien fuera administrador privado del rey Juan Carlos I durante más de 20 años. Durante casi dos décadas, Vasile formó un tándem con Manuel Villanueva, aunque éste se mantenía en un segundo plano. En cambio, la intención de Prado es manejarlo todo de primera mano junto a Salem.
Las directrices, en cualquier caso, vienen ahora desde Italia. A finales de enero se formalizó la absorción de Mediaset España por parte de la matriz italiana. Y desde entonces, la línea que prevalece es la misma que ha controlado Berlusconi desde hace más de tres décadas. Con estridencias, pero sin izquierdismo.
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La reina de la tele
Los recados fueron marcando el camino. Primero fue el código ético aprobado por la dirección de la cadena e impulsado directamente por Alessandro Salem. En él se prohibía explícitamente que en Sálvame se hablara de política. “Los programas de entretenimiento son eso mismo, de entretenimiento y, por lo tanto, sus presentadores y colaboradores deben abstenerse de emitir opiniones, preferencias o comentarios políticos en el seno del programa", rezaba el comunicado.
El documento marcaba un régimen estricto, aunque eximía a programas como el de Ana Rosa, ya que se considera que en él hay un espacio político. Después, los rumores de cancelación de Sálvame se extendieron durante meses. Y, por último, se filtró la decisión de retirarlo de la parrilla, que aún no es oficial. En La Fábrica de la Tele, la productora de Sálvame, mantienen un estricto silencio.
Al margen de la polémica por el documental de Rocío Carrasco, que enfrentó a colaboradores de Sálvame con los de Ana Rosa, entre ambas estrellas ha habido una disputa ideológica, en la que la reina de las mañanas ha salido triunfadora. “Ella se ha convertido en la única estrella, porque además representa lo que quiere la nueva dirección”, aseguran fuentes de la cadena. La productora de Ana Rosa, Unicorn, realiza otros programas en Mediaset como ‘Ya es Mediodía’, ‘Fiesta’ o ‘Cuatro al día’; y también otros contenidos en Telemadrid, ya que la presentadora mantiene una buena relación con la dirección de la cadena, controlada por la Comunidad de Madrid.
Ana Rosa, que desde hace años ha impregnado las mañanas de una ideología más conservadora, será la sustituta de Jorge Javier en las tardes de Telecinco. El relevo no puede ser más sintomático. “Antes se peleaba por ganar la noche, pero ahora las televisiones pugnan por imponerse en la tarde, que es lo que produce un efecto arrastre en el resto de la programación”, indica el exdirector de una importante productora que ha tenido una presencia determinante en la historia reciente de Mediaset.
Renovación en curso
La crisis de audiencia de Mediaset tuvo un antes y un después con el traslado de ‘Pasapalabra’ de Telecinco a Antena 3, lo que provocó que el informativo de Pedro Piqueras perdiera el liderazgo en detrimento del que presenta Vicente Vallés en A3. Mediaset prescindió de los informativos de Cuatro en 2019, aunque la nueva dirección tiene previsto reforzar también su apuesta informativa de cara a las próximas elecciones.
Jorge Javier tiene contrato con la casa hasta septiembre de 2024. En principio seguirá presentando Supervivientes, donde su papel es meramente de entretenimiento, aunque su futuro es toda una incógnita. “Soy consciente de que llega un equipo directivo nuevo y entiendo que querrán hacer con los que trabajamos en televisión o con los muñecos que salimos en ella lo que quieran”, reconocía en una entrevista reciente. Al último que le ha sorprendido la decisión es al propio Jorge Javier.