España permite a Portugal extraer del Tajo el doble de agua acordada mientras Murcia y Alicante se secan
"Es una política de destrucción", lamentan los agricultures del sureste español, ahogados por la sequía mientras se les recorta la entrega de agua.
10 mayo, 2023 03:15La fuerte sequía que asola al sur del país ha vuelto a poner sobre la mesa uno de los hechos que, para algunos de los agricultores más afectados, más clama al cielo: el río Tajo, uno de los más caudalosos de España, entrega a Portugal una media anual de 6.616 hectómetros cúbicos de agua, muy por encima de los 2.700 que establece la Convención de Albufeira de 1998, suscrito entre ambos países para una justa distribución de los recursos hídricos de este río cuyo recorrido se extiende a ambos lados de la frontera.
Mientras, las comunidades de regantes de Almería, Murcia y Alicante, cuya supervivencia depende del trasvase Tajo-Segura, ven cómo sus huertos se secan porque no les llega suficiente agua. Es más, protestan porque el Gobierno pretenda reducir la cantidad de agua trasvasada, al tiempo que abre el grifo al país vecino muy por encima de lo que debería.
“Es una política de destrucción. Necesitamos el agua del Tajo porque es la nuestra, pero se entrega injustificadamente a Portugal, mientras desde el Ministerio de Transición Ecológica dicen que el río no tiene agua”, lamenta Eladio Aniorte, quien ha sido presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Alicante durante 42 años.
La Convención de Albufeira es el acuerdo que regula la distribución de recursos entre los ríos que comparten España y Portugal desde 1998. El texto establece que España tiene que transferir anualmente un mínimo de 2.700 hectómetros cúbicos de agua del Tajo al país vecino. Normalmente, si no hay sequía y hay excedentes, suele llegar más agua, incluso cantidades superiores a los 8.000 hectómetros cúbicos, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Tajo. La cesión de agua al país vecino se produce por el embalse de Cedillo, en Extremadura, y compartido con Portugal, cuya operación depende de Iberdrola.
Hasta 2008, España podía transferir el agua a su conveniencia, siempre que cumpliese con la cantidad acordada. A partir de ese año, ambos países establecieron cuotas semanales de siete hectómetros cúbicos y trimestrales de entre 130 y 350, los cuales, casi siempre se han rebasado.
Menos agua
Lo sorprendente es que, en medio de la fuerte sequía actual, el promedio de agua transferida a Portugal se ha mantenido por encima del doble de lo acordado. Mientras, el Gobierno planteó, tras un Consejo de Ministros el pasado febrero, el recorte de 100 hectómetros cúbicos anuales (reducir de 38 a 27 hectómetros cada transferencia mensual) que llegan al sureste español a través del trasvase Tajo-Segura, lo cual equivale al 1,5% del agua que llega a Portugal por el mismo río.
Desde que el acueducto que deriva el agua del Tajo al Segura comenzó a funcionar en 1980, hasta 2018, la zona ha recibido del Tajo una media anual de 334 hectómetros cúbicos. A partir de 2013, tras el consenso alcanzado entre el Ministerio, las administraciones autonómicas y los agricultores, se estableció una entrega máxima de 650 hectómetros cúbicos, sobre los cuales se quiere aplicar el recorte, que afectaría principalmente al río Segura.
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La Región de Murcia pidió medidas cautelares a esta reducción, las cuales han sido admitidas por el Tribunal Supremo. Pero de seguir adelante el recorte, este afectaría a una zona con una actividad económica de 238 millones de euros (el 0,6% del PIB de la cuenca del Segura) y donde se produce un 44% de la fruta que exporta España. El plan del Gobierno supondría, además, un consiguiente encarecimiento del precio del agua de uso urbano de las poblaciones de la demarcación de este río.
“La agricultura, después del turismo, es el principal pilar de este país y se la maltrata constantemente. Los 600 asesores ecologistas de la ministra [Teresa] Rivera quieren que abandonemos los cultivos mientras sobra agua de los ríos para darla a Portugal o tirarla al mar, para luego desalación. No es justo”, lamenta Aniorte.
Desalación
En este sentido, el veterano exrepresentante de los agricultores alicantinos se queja de que “en España hay 50.000 hectómetros cúbicos de agua sobrante que van al mar anualmente” y que las “medidas ecologistas” pretenden corregir los problemas de los agricultores del sureste peninsular con la desalación de agua marina.
“¿Para qué vamos a desalar agua del mar si tenemos agua? De toda la vida, lo que se ha hecho, ha sido usar el agua de los ríos, y en todos los lugares del mundo, menos aquí, el agua se lleva desde donde sobra a donde hace falta. Desalar agua está muy bien, pero no se puede sustituir el agua de los ríos por este mecanismo, y cuyo impacto ecológico y económico puede ser devastador”, dice Aniorte.
Aniorte se refiere además a que el coste de un metro cúbico de agua desalinizada puede ascender “hasta los 2 euros”, mientras que actualmente, el agua del trasvase se paga a 0,30 euros el metro cúbico. “Es insostenible”, matiza. La última gran sequía en la cuenca del Segura provocó pérdidas por 220 millones de euros, siendo los agricultores los principales afectados. Mientras, el Tajo sigue dando más agua a Portugal de la que nunca llegará a esta zona.