Así consiguió Imbroda el voto musulmán para el PP en Melilla de los barrios a las mezquitas
Aproximadamente el 40% de los melillenses profesan la religión musulmana: hosteleros, camareros, empresarios o agentes de la ley, y son los que también han aupado al PP a la mayoría absoluta.
30 mayo, 2023 02:35La televisión en pantalla grande del establecimiento va dando cuenta del recuento electoral. La clientela sigue con avidez los resultados y el debate posterior, todo ello en Melilla TV. El conteo, prácticamente desde el principio, da como ganador por mayoría absoluta a Juan José Imbroda, del PP, quien volverá a ser presidente de la Asamblea de Melilla. Lo fue desde el año 2000 a 2019, hasta esas elecciones que quedó invicto, pero los pactos entre PSOE, CpM y C's le arrebataron el sillón.
Con el escrutinio al 80%, el pescado está ya totalmente vendido: 14 diputados y mayoría absoluta. ¿El CpM? 5 representantes; se ha dejado 3 en cuatro años. El PSOE acusa el batacazo nacional y pierde uno, logrando solo 3 representantes, e irrumpe un nuevo partido, Somos Melilla, con un único asiento.
Los camareros, todos musulmanes, se sonríen, y empiezan a canturrear y a silbar la canción del anuncio del turrón: "Vuelve, a casa vuelve, vuelve a tu hogar", en clara alusión cariñosa hacia Juan José Imbroda, el candidato popular. Algunos clientes, también musulmanes, incluso aplauden.
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"Aquí lo que queremos es estar unidos. Porque somos todos españoles. ¿Qué es eso del no estés con los blanquitos y hermano musulmán, vótame?" afirma el dueño -musulmán- de uno de los negocios cercanos aludiendo a la división, elevada a la máxima potencia, que ha propugnado en los últimos tiempos Coalición por Melilla, el partido de Mustafa Aberchán.
Porque Melilla, como Ceuta, son galaxia aparte. Los musulmanes son españoles. Su arraigo a las ciudades autónomas, y a la cultura española, es tan profundo como si fueran de Albacete. Disfrutan de la Semana Santa y de la cabalgata de reyes. Los hay policías locales, guardias civiles y policías nacionales. Los hay camareros, empresarios, hosteleros, médicos, abogados y de toda aquella profesión que se le pase en este momento por la cabeza.
En la noche del domingo, uno de ellos, sentado viendo el recuento, hasta se arrancará a decir en voz alta no saber "si estoy más contento con lo de Imbroda que con el batacazo de Podemos y del CpM, que solo saben dividir". El sentir de lo ocurrido por la compra de votos por parte del CpM ha causado además una honda vergüenza. "Ha sido vergonzoso salir por eso en toda España".
El temor
Ninguno querrá dar su nombre a EL ESPAÑOL. "Tengo un negocio y Melilla es pequeño". "No gracias. Hablar sí, pero que no salga mi nombre". Ninguna foto tampoco, excepto algunos valientes, a quienes conocerán conforme avance este reportaje.
Este temor era algo impensable antes la irrupción del partido Coalición por Melilla (CpM). Ya en las elecciones de 2019 se recrudecieron las presiones. "¿Tú sabes que a una familia le dieron una paliza la semana pasada, no? Pues eso", dice otro a EL ESPAÑOL. "Yo he votado al PP. Y muchos como yo", cuenta otro hostelero musulmán. "Yo soy melillense cien por cien: nací en 1974, y la desunión que estoy viendo en estos últimos tiempos no la había visto en la vida".
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Al día siguiente, ya lunes, Juan José Imbroda desgrana datos que han sido abrumadores: el Partido Popular ha ganado en 20 colegios electorales excepto en cuatro, y en ellos, "incluso hemos ganado en alguna mesa". Se trata de los colegios públicos Mediterráneo, León Solá, La Salle y el Juan Caro: los controlados por Coalición por Melilla. En el Rusadir, enclavado como los demás en un barrio periférico de mayoría de población musulmana, ganó Imbroda.
El candidato recabó 15.571 votos, logrando 14 asientos y la mayoría absoluta. Hubo mucha abstención: precisamente, el del voto por correo no culminado al exigirse el DNI. El PP se ha quedado a 170 votos del diputado número 15, y este viernes, cuando se contabilice el voto CERA, el de los residentes en el extranjero, asegura a El ESPAÑOL que está convencido de que conseguirá el decimoquinto representante.
Quién vota
Pero en Melilla ¿quién votó a Imbroda? "Pues muchísimos musulmanes melillenses de todos los barrios", cuenta Fadela Mohatar, musulmana, melillense, periodista, la DIRCOM de Juan José Imbroda y número 5 en las listas del próximo presidente de la Asamblea de la Ciudad Autónoma.
Detalla que aproximadamente la población melillense está compuesta de un 40% de musulmanes; en menor medida, también hay judíos, y el resto profesa mayoritariamente religiones cristianas.
Fadela explica que "yo me como los polvorones, me como el cordero y felicito el Hanukka" como ejemplo de respeto y unión. Y como ella, muchos. En Melilla "siempre ha sido una tierra de concordia y también de matrimonios mixtos".
No es la única de la lista de Imbroda que profesa la religión musulmana. En el número 8 está Fadwa Abelhadj, nacida en Marruecos pero "hija adoptiva de Melilla". Desde 2012 es la intérprete de árabe, francés y tamazight -el dialecto bereber del Atlas- en el Cuerpo Nacional de Policía.
"Hay muchísimos musulmanes en la Policía y en la Guardia Civil de Melilla. Muchísimos. No sabría ni contarlos. Pero no sabría porque aquí no lo hacemos: aquí solo notamos qué religión tiene cada uno cuando llegan las fiestas", cuenta Fadwa a este periódico. "Quiero decir, que aquí da exactamente igual que un Policía se llame Mohamed. Que los hay. Lo que no hay son distinciones".
Nasera Al-Lal, la número 11, entrará como consejera en la Asamblea, donde ya tiene experiencia de dos legislaturas, desde 2011 a 2019. La número 14 es Randa Mohamed. Madrileña pero afincada en Melilla desde hace años, es logopeda. Se afilió al PP de Melilla a los 18 años. Fuera quedarán otros musulmanes de la candidatura del PP, como Hassan Driss, Abdelmalik Mohamed, Hosman Doudouh o Yamel-Din Mohamed. La representación de la lista es "muy ilustrativa" porque refleja exactamente ese 40% de musulmanes melillenses. "Que son los que también nos han votado", explica Fadela.
Otros, como Mohamed, han sido hasta interventores del PP este domingo en colegios conflictivos. Mohamed es un afiliado de toda la vida y ha pasado por decenas de procesos electorales. Con EL ESPAÑOL charla el domingo en la puerta de un colegio electoral. "Sí, siempre la lían los mismos. Pero a mí me da igual todo. Ya estoy curado de espanto con esta gente".
Farah tiene 27 años, es musulmana y afiliada al Partido Popular de Melilla. "La situación de crispación aquí había llegado a tal punto que me llegué a plantear que si ganaba el partido de Mustafa Aberchán, me iba de Melilla", dispara a EL ESPAÑOL.
Por ser del PP, o votantes del PP, o simplemente no simpatizantes del CpM, muchos han sufrido acoso tanto en redes sociales como por la calle. "Nos llaman vendidos, y que votamos con los cristianos. Para mí eso no tiene nada que ver. En Melilla hay muchísimos musulmanes que han apoyado y apoyan al PP. Yo esta persecución catastrófica no la había visto jamás en Melilla".
Cuando la semana pasada corrió por Melilla la noticia de la familia de La Cañada que presuntamente recibió una paliza por parte de miembros del CpM al negarse a vender su voto, cuenta Fadela que el PP "decidió no hacer campaña en ese barrio, ni tampoco en el de Pinares, para no generar ni problemas ni tensiones". Y Yusef se ofreció.
No es ni afiliado. Ni tampoco Ali, Hassan, Bil, Tarek, Yusef, Sabir, Nahman, Mohamed, Faisal, Hakim e Ibraim Habiba. Ni cortos ni perezosos, se plantaron en ambos barrios de mayoría musulmana y controlados férreamente por el CpM a hacer un reparto de propaganda electoral. Y la subieron, con un par, a TikTok.
"Nos dio mucha rabia que esos barrios se fueran a quedar fuera, así que nos ofrecimos a hacer el reparto", resume Yusef. Los doce jóvenes lo hicieron sin ningún reparo: un reparto de propaganda electoral a favor de la candidatura de Juan José Imbroda.
"Sin contraprestación ni ánimo de nada. Lo hicimos de corazón. Porque a mí el PP, cuando les he ido a pedir ayuda por algo, me han abierto siempre las puertas y me han tratado con mucho cariño. El CpM es un partido separatista. Los 20 años que gobernó Imbroda estábamos todos los musulmanes unidos... y no lo sabíamos. Ahora somos o verdes o azules. Publícalo: que para mí es un orgullo luchar contra esa división".