En un mundo en el que prácticamente todo está digitalizado, las profesiones que implican conocimientos técnicos están cada vez más demandadas. Las empresas son conscientes de lo importante que es contar con buenos profesionales tecnológicos en su plantilla y, por ello, cada vez ofrecen más puestos para los ingenieros. Esto refleja que, aquellos que están planteándose estudiar alguna Ingeniería, o que ya están cursándola, no van a tener problemas para encontrar trabajo.
Ese es el caso de Antonio Luengo Morillo, madrileño de 23 años que acabó el grado de Ingeniería Informática el año pasado y desde entonces ya está trabajando. Antonio estudió el grado en la opción bilingüe en la Universidad Carlos III de Madrid, en el campus de Leganés.
Empezó la carrera en 2018 y la finalizó en 2022, año en el que compaginó las clases con las prácticas curriculares. Su entrada en el mundo laboral llegó antes de lo que puede esperar un estudiante hoy en día en nuestro país. Este joven madrileño cuenta a EL ESPAÑOL que en cuanto acabó la carrera no tuvo dificultad alguna para encontrar trabajo. "En cuanto puse en LinkedIn que estaba disponible, al ser ingeniería informática, que es una carrera bastante demandada, recibí muchas ofertas", explica Antonio.
La Ingeniería Informática es una carrera que ofrece un amplio abanico de salidas al mercado laboral. Desde ciberseguridad y el big data hasta la inteligencia artificial, pasando por el desarrollo de aplicaciones. Aun con todas las opciones sobre la mesa, Antonio cuenta que siempre ha tenido claro en lo que quería especializarse: la ciberseguridad.
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"Desde el principio lo tenía bastante claro y, además, sabía que era una carrera que iba a tener bastantes salidas y no iba a tener problemas para encontrar trabajo", afirma Luengo, añadiendo que haber estudiado la carrera en la capital de España puede que le haya abierto alguna que otra puerta más, pero que realmente la titulación por sí sola tiene una alta demanda por parte de las empresas.
Según el informe 'Análisis de la inserción laboral de los titulados universitarios' del proyecto U-Ranking de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), la Informática ofrece los mejores indicadores de inserción laboral en el mercado, con una tasa de empleo del 96,3%. Respecto a los sueldos, hay un porcentaje de ocupados con un sueldo mayor o igual a 1.500 euros que roza el 80%.
El trabajo fuera de España
Desde que hizo público en su perfil de LinkedIn que estaba abierto a trabajar, le llovieron las ofertas. Antonio afirma que le llegaron propuestas de todo tipo de empresas, desde líderes del sector, hasta Start-ups en crecimiento. Incluso, cuando se dispuso a hacer las prácticas de empresa, no le faltaron pretendientes. Sus primeros pinitos en el sector fueron en la compañía japonesa NTT Data. Pero, al finalizar la carrera, tomó la decisión de trabajar para Knapp Ibérica, una empresa austriaca de automatización de la logística de almacenes. Pero ¿en qué consiste el trabajo de un ingeniero informático en una empresa de tal calibre?
Pues bien, Antonio cuenta en una conversación con EL ESPAÑOL cuál es su función: "La empresa tiene proyectos para diferentes clientes, y yo estoy dos meses preparando el proyecto en la sede de Madrid, preparando el sistema, haciendo testeos en un simulador y, luego, voy al proyecto en el país del cliente e instalo el sistema basándome en las pruebas que he hecho en la sede".
Con esto relata que combina su trabajo en Madrid con otros países. Es decir, viaja por todo el mundo. Sus primeros meses fuera de España fueron en Graz, una ciudad de Austria. Hace varios meses que llegó de Italia y ahora está preparando las maletas para su nuevo destino: Chile, donde estará otros seis meses.
En este sentido, es importante incentivar a los jóvenes para que estudien carreras del campo de la ingeniería. Además, en este ámbito hay un amplio abanico de opciones, ya que existen ingenierías de muchos tipos. De telecomunicaciones, eléctrica, mecánica, informática, de minas, química, civil… y un sin fin de ofertas.
Está claro que las ingenierías tienen gran fama de ser complejas durante los años en los que se estudian, por tratar asignaturas difíciles, tal vez como cálculo, álgebra o programación, "nada que no se pueda conseguir echando codos y haciendo muchos ejercicios y esforzándose, por supuesto", afirma el joven. Además, Antonio anima a los jóvenes a estudiar esta carrera si les gusta todo este "mundillo" de la informática, la inteligencia artificial, la ciberseguridad, el análisis de datos y demás.