Su nombre comenzó a sonar el jueves. Marta Fernández (Zaragoza, 1966) iba a ser la elegida entre PP y Vox para presidir la mesa de las Cortes de Aragón. En ese momento, alguien supo la que se venía encima. La incorrección política en las redes sociales de Martrynahappy, usuario de Fernández en Twitter e Instagram, desataría un tsunami.
Marta Fernández había arremetido contra las feministas, los periodistas, el Papa, Irene Montero y Pedro Sánchez; había negado el cambio climático, renegado de las vacunas y las mascarillas como medidas anti covid y había cargado contra los inmigrantes.
Quizás no fue buena idea poner aquello, debió pensar alguien el mismo jueves. Era el momento de dar marcha atrás. Entonces, las cuentas de Matrynahappy desaparecieron. Fernández borró su huella digital en las redes de un plumazo. Imposible, en realidad.
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El viernes se confirmó la noticia: Fernández (Vox) llegaba a la presidencia tan solo cuatro años después de haber accedido a su primer cargo político. Sus mensajes comenzaron a pasarle factura y eran expuestos mediante pantallazos en las redes: del "Sánchez dictador" al "ese ser luciferino" para referirse al Papa.
Su historia
Antes de su entrada en Vox en 2019, Fernández no contaba con experiencia política. Su familia no tiene tampoco tradición en las cosas de gobierno.
A pesar de haber nacido en Zaragoza, su historia está ligada a Borja, un pequeño pueblo maño en el que tras la guerra civil muchos emigraron a Zaragoza.
Jesús Martín Martínez era su abuelo. Escribía artículos culturales relacionados con Borja bajo el pseudónimo de Barón de Jausarás, según el Centro de Estudios Borjianos. La web recuerda que firmó numerosos artículos relacionados con las tradiciones de la ciudad. Fue Vocal de Propaganda de la Hermandad de Nuestra Señora de la Peana en Zaragoza, hermandad fundada por los exiliados de la época.
Su madre, María Jesús Martín Arbiol, fue en las listas del Partido Popular en las elecciones municipales de 2011 en Borja. Sin embargo, quienes la conocen aseguran que nunca tuvo aspiraciones políticas. Lo hizo por rellenar, sabiendo que el número que ocupaba en la lista sería irrelevante. Ocupaba el 9 en la lista, de 13. El PP obtuvo entonces 614 votos y apenas logró los tres concejales.
Pero en la familia de Fernández, como en todas, hay distintas aspiraciones políticas. De hecho, uno de sus tíos políticos ha llegado a concurrir por el PSOE y, más tarde, por Izquierda Unida, cuentan en el pueblo.
Con los socialistas se quedó a solo un puesto de ser concejal en unas elecciones que ganó el PAR con 5 puestos. Con Izquierda Unida, en 2019, ni siquiera consiguieron representación y él iba en un puesto bastante secundario en la lista.
Aquellos posicionamientos políticos son las antípodas de Fernández. Incluso, por los comentarios vertidos en redes sociales, podría decirse eso también de sus nuevos socios del Partido Popular.
Solo le quedó Vox
Fernández eligió Vox y se metió en el barro político. Concurrió y accedió al Parlamento de Aragón como diputada por Zaragoza. Venía tras dos décadas en la empresa privada.
Un balance de actividad de la parlamentaria entre agosto de 2019 y julio de 2020 señala sobre su currículum académico: "Licenciada en Derecho por la Universidad de Zaragoza; procurador de los Tribunales (cuatro años); responsable de Departamento de Recursos Humanos en empresa privada (20 años)".
Esas dos décadas comprenden un periodo de tiempo entre 1999 y 2019, cuando llegó a la política. La empresa era Osca Gas, dedicada a la instalación, mantenimiento y reparación de los equipos de gas.
Cuando llega a la política, comienza a participar en las comisiones del Parlamento: Industria, Competitividad y Desarrollo Empresarial; Economía, Planificación y Empleo; Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento; Reglamento y Estatuto de los Diputados. Hace lo propio en las ponencias llamadas 'Relaciones con la Cámara de Cuentas, Consejo de Transparencia de Aragón y Consejo de Comunidades Aragonesas en el Exterior.
En los actos que refleja durante ese año, llaman la atención varios actos a los que acude después de lo expuesto en sus redes.
Uno de ellos es el que se celebra los días 18 y 19 de enero de 2020. "Organización y celebración de Curso de Defensa Personal para Mujeres de Vox de Aragón (Militantes, cargos electos, etcétera), comida y posterior charla sobre "Violencia de Género" impartida por Pedro Fernández Hernández y por mí misma en el Hotel Vincci Zaragoza Zentro".
Otro, el 7 de julio: acto homenaje a las víctimas de la Covid 19 organizado por el Ayuntamiento de Zaragoza.
El último es "un acto homenaje a la última víctima de violencia intrafamiliar, Antonio Ibar, asesinado por su hijastro, realizado frente a la Aljafería".
Redes sociales
"Esto no va de vacunación, va de controlar tu vida", dijo durante la pandemia del Covid-19. "El papa... ¿quién? Ese ser luciferino que se ha sentado en el trono de San Pedro...", apuntó sobre Francisco.
"Sánchez vive de rodillas ante la agenda 2030 y los burócratas de Bruselas están encantados con este títere globalista, es un necesario gusano rastrero para que el Nuevo Orden Mundial continúe con su velocidad de crucero", expuso sobre el presidente del Gobierno, al que también tildó de dictador.
Todos esos comentarios atribuidos a Marta Fernández se podían ver en Twitter el viernes por la mañana. Si el periódico de ayer dicen que no vale para nada, la hemeroteca de las redes sociales queda para (casi) siempre, como si estuviera escrito en piedra y no en una nube. Y, a veces, esa piedra cae sobre el propio tejado.
En una ocasión subía una imagen con la espalda de una mujer y la proclama feminista: "Somos las nietas de las brujas que no pudiste quemar". Debajo, otro texto: "Te equivocas feminista. Sois las nietas de los cristianos que echaron a los moros de la península para que pudierais pasear en tetas por la calle". Además, Cristina adjuntó: "FeminaZis 5.0".
El Heraldo adjuntaba más capturas. "Modelos de tapabocas: mascarillas para ciudadanos; billetes para los periodistas". "Lávate las manos regularmente... que del lavado de cerebro se encargan el gobierno y los medios de comunicación".
Las redes sociales, como es obvio, no le perdonaron los comentarios. Esperaron el momento indicado para verla salir en procesión y dispararle con todo lo que había dicho.
Sus rivales políticos tampoco desaprovecharon el momento. Pilar Alegría no dudó en mandarle un recado: "Es curioso que haya borrado sus redes sociales. A ella misma le dará vergüenza lo que ha escrito. Insultaba y señalaba a migrantes".
Martrynahappy desapareció el jueves. Irreverente y atrevida siempre, le daba igual el colectivo. El día que el nombre de Marta Fernández salió como posible candidata a la presidencia, sus palabras escritas volaron. Las redes sociales, sin embargo, hicieron que permanecieran.