Ir al gimnasio puede dar mucha pereza, la operación bikini está llegando a su fin y, como ya es tradición, me ha pillado el toro. Dietas, ejercicio, mucha agua... cualquier opción es buena para intentar bajar esos kilos de más y tonificar el cuerpo. Pero la salud también es importante, no sólo la apariencia. Por eso, he querido probar el nuevo modelo de entrenamiento que ha llegado a Madrid y que aúna estos dos objetivos.
El método 'BeatCore' parece haber llegado a la capital para quedarse. Este local de entrenamiento se sitúa en el número 56 de la céntrica calle Cardenal Cisneros. Fuimos un viernes a las seis de la tarde. Las calles estaban tranquilas, pero dentro del centro se respiraba aún más paz. Al llegar nos recibió José Pérez, que en ese momento se encontraba fregando la recepción. Se trataba de un espacio amplio, con un mostrador, sillones y taquillas donde dejar las pertenencias. José Pérez es, además de cofundador y coordinador de la empresa, el profesor que se encargó de introducirme en el método.
"Te tienes que quitar los zapatos", me advirtió. Yo, como no podía ser de otra manera, obedecí al momento. Había llegado la hora. Siendo sincera, tenía mucho miedo, porque a pesar de haber practicado deporte toda la vida, esto de los ejercicios, la flexibilidad y la resistencia, nunca han sido lo mío. Pero por algún sitio hay que empezar, así que entré a la clase. Otras tres mujeres me acompañaron en el que fue mi primer contacto con el método 'BeatCore', que, hasta donde yo había entendido, se trataba de un entrenamiento similar al pilates.
¿Qué es 'BeatCore'?
Mi ya profesor me corrigió: "Nuestro método no tiene nada que ver con el pilates, más allá de que el entrenamiento se lleva a cabo en una máquina inspirada en la 'reformer' tradicional de pilates. Esa esa es la única similitud. Y que es un entrenamiento de bajo impacto". La máquina en cuestión es la 'beatformer', una especie de tabla negra que se compone de dos poleas y una plataforma central que se desplaza entre otras dos plataformas fijas situadas en los extremos.
Las plataformas están unidas por un sistema de resortes de ocho resistencias ajustables que permiten personalizar el peso y la intensidad de cada ejercicio. Aunque de primeras pueda dar miedo, los entrenadores calman todas las dudas que puedan surgir. Además, los ejercicios deben hacerse muy despacio, porque la velocidad cumple un papel fundamente para lograr los objetivos.
"Siempre y cuando se respeten esos tiempos de duración del ejercicio, lo que vamos a estar haciendo es estimular las fibras lentas que tiene el músculo, que se compone de unas fibras lentas y unas rápidas. A nosotros nos interesan las lentas, que van a estimular el músculo y los efectos van a ser más prolongados en el tiempo. Además, esto viene muy bien para acelerar el metabolismo, para las grasas, para estilización de músculo...", comentó José.
Entramos a una pequeña sala rodeada de espejos y donde pude contar cinco máquinas. Las luces tenues y el ritmo de la música nos acompañaron durante toda la sesión, así como la voz calmada de José, que iba explicando los ejercicios y ayudándonos a hacerlos de la manera correcta. "Me he tomado mi tiempo en diseñar un entrenamiento, un método que realmente es efectivo. Se trata de un entrenamiento de fuerza y de resistencia que no es nada fácil, nada relajante, te exige estar muy concentrado en el momento", me explicó José.
No mentía, la concentración y la fuerza de voluntad son imprescindibles para hacer los ejercicios que, para una principiante como yo, eran difíciles de llevar a cabo. En un primer momento llevaba calcetines, lo que hizo que me resbalase, por lo que José me dijo que "el mejor adherente es la piel", y me descalcé del todo. Una vez lista empezamos con la clase, en la que se llevaron a cabo gran variedad de ejercicios, pudiendo tonificar todo el cuerpo.
Me temblaban las piernas, la falta de costumbre pasó factura. Pero, poco a poco, con la continua ayuda del profesor, pude ir mejorando la técnica y terminar dignamente la sesión. Se trata un trabajo en el que, a pesar de su apariencia tranquila, estás fortaleciendo muchos músculos, por lo que te acaba doliendo todo el cuerpo. Esto es signo de dos cosas, de un trabajo bien hecho, y de un método efectivo. En estos casos el dolor es una buena señal.
No cabe duda de que la moda de este formato de entrenamiento tiene una explicación, los buenos resultados. En Estados Unidos ya es una realidad asentada, y en capitales europeas como Londres, Estocolmo o París, ya hay centros que suenan con fuerza. "A Madrid llegará pronto, pero a día de hoy 'BeatCore' es el primer centro con este estilo de entrenamiento", comentó José Pérez. Famosas como Georgina, Michelle Obama, o Meghan Markle han escogido la 'beatformer' como la mejor aliada para mantenerse en forma.
En cuanto al equipo de trabajo, "todos los entrenadores que van formando parte del equipo de 'BeatCore', o son fisioterapeutas o vienen de Ciencias del Deporte. Actualmente, los cuatro profesores que componemos el equipo hemos combinado los dos estudios, tanto de fisioterapia como Ciencias del Deporte, que es la mezcla perfecta para ejecutar este método", afirmó José Pérez. Además, comentó que "todo el que quiera formar parte del equipo recibe una buena formación de 20 horas específicas de método 'BeatCore', que le capacita perfectamente para empezar a entrenar en nuestro centro".
En lo referente a los precios, ofrecen distintas tarifas. Probar una única sesión tiene un coste de 27 euros, pero si se contrata alguno de los bonos el precio se reduce considerablemente. Cuentan con vales para no socios de cuatro sesiones al mes por 104 euros, mientras que las mismas clases para los socios cuestan 90 euros, aunque hay que tener que en cuenta que la elección de este formato lleva aparejada una permanencia de tres meses. Además, también cuentan con bonos de ocho y diez sesiones al mes, cuya elección reduce aún más el precio de partida.
El centro lleva abierto cuatro meses, y el boca a boca ha sido fundamental para atraer a más clientes. Karen, una de mis compañeras de clase, me comentó que conoció 'BeatCore' a través de una amiga: "Vengo dos días a la semana, los lunes a las siete de la mañana y los viernes a las seis de la tarde. Nunca he sido de hacer deporte temprano, pero luego siento que empiezo la mañana de otra manera. Siempre vengo a clase con mi amiga, nuestro plan es: primero 'BeatCore' y después cervezas".
Y vaya si es un buen plan, después de un entremiento de este tipo lo mejor es pasear por el centro de Madrid y tomar algo con amigos. Karen empieza y termina la semana haciendo deporte, y a mí ya me ha picado el gusanillo y quién sabe si pronto volveré a subirme en una 'beatformer'. Desde luego que, al igual que la amiga de Karen, le recomendaría a las mías probar este novedoso método, a pesar de que las agujetas sigan acompañándome días después.
En la actualidad, el centro cuenta con lista de espera en alguna de las sesiones puntas, sin embargo, podemos contar la exclusiva que nos ha trasladado el cofundador de 'BeatCore'. "A principios de septiembre vamos a abrir un segundo centro entrenamiento en el corazón del barrio Salamanca, en la zona de Goya. Estamos trabajando muy duro para ello, somos pioneros y queremos crecer rápido. Llevar a cabo este segundo proyecto es muy ilusionante y creemos que va a funcionar muy bien", comentó José Pérez en primicia para EL ESPAÑOL.
Esta periodista salió de clase un viernes a las siete de la tarde, pero sigue sintiendo reminiscencias por todo el cuerpo. Los ejercicios me han acompañado varios días: al subir escaleras, sentarme en el metro, o levantar los brazos. Pero, como ya dije, estos dolores son signo de que el método funciona. Que se lo digan a mis compañeras de clase, que mientras yo me caía de la máquina, a ellas parecía no costarles ningún esfuerzo. Supongo que ahí está la clave, en practicar y mejorar cada día, porque, como dicen, "la práctica hace al maestro".