La muerte de Ian ha conmocionado a toda la provincia de Pontevedra, concretamente a O Porriño, de la comarca de Vigo. El niño de dos años de edad falleció este jueves 6 de julio en la localidad tras quedarse encerrado en el coche de su madre durante varias horas. Ella debía llevarle a la guardería, pero se le olvidó, se dirigió a su puesto de trabajo en una empresa farmacéutica y dejó el coche en el parking.
Cuando el padre acudió por la tarde, sobre las 15:45, a buscar al pequeño al centro, saltaron las alarmas. Él llamó a la madre, ella acudió rápidamente al estacionamiento, y se encontró a su hijo en el interior del vehículo en parada respiratoria. Cuando llegó la policía, una ambulancia y varios trabajadores de la empresa estaban asistiendo a Ian, sin éxito. A los 15 minutos se confirmó el fallecimiento, indica un agente a EFE. Todo apunta a que el niño murió por un golpe de calor. Se ha abierto una investigación y las fuerzas policiales están a la espera de los resultados de la autopsia.
Los dos progenitores declararán el próximo lunes ante la Guardia Civil para explicar lo ocurrido, ya que, por el momento, ambos están en shock y no se encuentran en condiciones para dar ningún tipo de declaración.
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"Las primeras pruebas de la Guardia Civil es que la madre le cuidó a la perfección hasta el último momento porque hacía fresquito en O Porriño, por lo visto hacía 14 o 15 grados, y le puso una chaquetilla, aunque luego esto fue peor. El crío tenía puesta la chaqueta, pero me dicen que un coche al aire libre, aunque sea en Galicia a unos 18 o 20 grados, en una hora hay 35 grados dentro y en hora y media 40 grados, era un efecto invernadero", explica Luis Rendueles en 'El programa de Ana Rosa'.
Este viernes, decenas de ciudadanos de O Porriño lloran la muerte de Ian, que cumpliría tres años en octubre, y han guardado tres minutos de silencio delante del Ayuntamiento, con banderas a media asta y con ribete negro, y la administración ha decretado tres días de luto y ha suspendido las fiestas Porrigalia, programadas en la localidad.
Una de las vecinas, Dina, ha explicado a Efe que su hija conocía a la madre del pequeño al ser compañeras de trabajo y que aseguraba que era una persona "muy responsable, la más responsable que puedas encontrar". También ha confesado que está "muy triste", al igual que todo el pueblo, y que esta "desgracia" supone un "dolor muy grande". "No creo que pueda sobrevivir una persona con una desgracia como esta en la familia".
El alcalde, Alejandro Lorenzo, ha hablado por teléfono con los familiares del pequeño y ha subrayado que es "un momento muy duro para ellos" por una muerte tan "trágica y triste", según Efe. "Hay que prestar todo el apoyo, toda la ayuda, a la familia. El pueblo demuestra que está con ellos y triste por este día", ha sentenciado.