Elegir una carrera es un momento crucial que, en la mayoría de ocasiones, marcará el futuro de todos los alumnos. Pero elegir los estudios no es tan sencillo como parece, y es que la realidad es que hay varios factores que pesan en el estudiante. Por supuesto la vocación y la nota de corte de la carrera importan y mucho. Junto a los resultados de la Selectividad y la media de Bachillerato, determina si se puede o no estudiar el grado escogido. También tiene mucho que ver el grado de empleabilidad y las posibles salidas laborales que tiene dicha carrera. Sin embargo, hay grados que aparentemente lo tienen todo, pero apenas reciben estudiantes. Este es el caso de la carrera de Ingeniería Agrícola, con una nota de corte de un 5 en muchas universidades y un 100% de empleabilidad.
Los límites de nuestro planeta nos están obligando a gestionar los ecosistemas, la biodiversidad y los recursos naturales con criterios de economía circular. Y, para ello, es imprescindible contar con ingenieros agrónomos que trabajen en la investigación y la innovación y conecten la ciencia, la tecnología y la naturaleza para producir alimentos de calidad de manera eficiente y sostenible. Sin embargo, a pesar de la importancia de estos profesionales, todavía son pocos los jóvenes que optan por cursar estos estudios.
Además, si se tiene en cuenta que la industria agroalimentaria es uno de los principales sectores económicos del país, no sorprende que cuente casi con un 100% de probabilidades de encontrar trabajo. Pero a pesar de ser una de las carreras con mayor índice de salidas y con la nota de corte más baja, cada vez cuesta más convencer a los nuevos alumnos de que se planteen este tipo de estudios. De hecho, existe una necesidad real por parte de diferentes empresas de incorporar estos perfiles.
Esta baja tasa de alumnos egresados en ingeniería agrícola puede deberse a diferentes razones. Por una parte y la más importante, se debe a la falta de conocimiento. La realidad es que en algunas zonas, la agricultura y las carreras relacionadas pueden estar estigmatizadas o consideradas como opciones de menor prestigio en comparación con otras áreas profesionales. Este desconocimiento puede influir notablemente en la decisión de escoger una carrera u otra y además desalentar a otros que optan por estos estudios.
Asimismo, el crecimiento de la población mundial y la creciente urbanización han llevado a un mayor énfasis en las carreras de sectores como la tecnología, las finanzas y el comercio, mientras que las carreras agrícolas han perdido algo de atractivo. De hecho, la desconexión entre la población urbana y la agricultura puede influir también en esta elección.