Las jornadas de José Cancela han sido eternas a lo largo de los últimos años. Compaginaba su trabajo como técnico de mantenimiento en Alcoa, la tercera productora de aluminio del mundo con sede en Cervo (Lugo), con estudiar una Formación Profesional en Mecánica. Una FP que, por cierto, ha concluido de manera brillante, pues este gallego de 44 años ha obtenido un 9,2 sobre 10 de media. Por ello, la Xunta de Galicia le ha otorgado el Premio Extraordinario de FP de la autonomía, un galardón concedido a otras 22 personas en distintas disciplinas profesionales.
Pero el caso de José Cancela (Viveiro, Lugo, 1979) ha sido especial. No sólo trabajaba sus ocho horas diarias –jornada completa–, sino que acudía a su FP presencialmente en el IES Illa de Sarón, situado en Xove (Lugo), el municipio en el que vive desde hace casi 20 años. Para más inri, José es padre de familia, pues tiene dos hijas de nueve y 12 años. Por ello, este hombre se ha convertido en una suerte de superhombre que puede con todo. Nada le ha derrotado en estos últimos tres años de ciclo.
“La verdad, no lo hubiera conseguido sin el apoyo de mi familia. En especial de mi mujer, Vanessa Trastoy, que ha sido fundamental. Ella también trabaja y ha encontrado espacio para cuidar de nuestras hijas y dedicarse a las tareas de casa, ya que yo estaba todo el día, y muchas noches, haciendo cosas. Se lo agradezco mucho”, cuenta José en conversación telefónica con EL ESPAÑOL. Sus hijas Eva, de nueve años, y Sara, de 12, también han sido clave en el éxito de su padre, dado que son “dos chicas brillantes acostumbradas a sacar sobresalientes, por ello quizá mi media no les ha impresionado tanto”, ríe José.
Pero esa media le ha servido a José Cancela para llegar al Olimpo de la FP gallega. El premio concedido por la Xunta, además, viene acompañado de 1.000 euros que gastará en “unas vacaciones familiares”. Bastante merecidas, por el mérito académico y por descansar de un trabajo que no sólo puede ser agotador en lo físico, sino también en lo mental. Y es que José trabaja en Alcoa, la multinacional estadounidense que lleva años con amenazas de ERE, incluso, con una detención de la actividad como tal que perdurará hasta 2024.
José, en Alcoa
“La situación en Alcoa ha sido una de las razones por las que me lancé a estudiar una FP con 42 años. Hice la de Mecánica, porque podía aumentar mis conocimientos de cara a mi profesión en la empresa. O, también, por hacer prácticas obligatorias y conocer otros sitios en el caso de que las cosas no fueran bien. Además, la FP en Mecánica se imparte donde vivo”, se sincera José Cancela.
Era una forma de cubrirse las espaldas, porque el futuro en Alcoa ha sido incierto en los últimos años. Para evitar un ERE tras años de lucha por parte de los trabajadores, ellos mismos accedieron mediante una votación a aceptar una propuesta de la multinacional: detener la actividad de aquel 2021 hasta enero de 2024. Una acción arriesgada que, al menos en el caso de José Cancelo, no ha funcionado mal hasta la fecha.
“Como yo soy técnico de mantenimiento, he seguido trabajando en la fundición y cobrando mi sueldo. Igual que siempre. Ten en cuenta que al ser una fábrica hay que mantenerla y hay que seguir cambiando piezas, limpiando maquinaria, etc. Aun así, el resto de mis compañeros que no se dedicaban a ello fueron reubicados y todos nos dedicamos a mantener la fábrica e incluso a reformarla de cara a la reanudación de la actividad en 2024”, esgrime José Cancela.
De momento, José sigue vinculando su vida laboral a Alcoa. Una vinculación que empezó hace largo tiempo. Tras graduarse en las antiguas FP1 y FP2 de Técnico Especialista de Máquina y Herramientas, el trabajador ingresó en el mercado laboral en una empresa eólica donde estuvo tres años. “Pero después, cuando tenía unos 25 años, entré en Alcoa. Ya llevo 18 años trabajando ahí”, dice el hombre, echando la vista atrás.
…y ahora, una FP
Pero José Cancelo es de esos tipos que cuando la vida pone nuevas oportunidades no las desaprovecha. El empujón que necesitaba para iniciar el Ciclo Superior en Programación de la Producción en Moldeo de Metales y Polímeros vino, en parte, de la mano de esta situación inestable a nivel laboral. Así que se lanzó a la piscina, por si las moscas.
“Al principio fue difícil, además de que empecé en la época en la que aún la Covid estaba fuerte. Y, bueno, la primera evaluación me costó. Luego, vino la segunda y como yo no estaba para perder el tiempo, aproveché al máximo y empecé a encadenar dieces. Y, claro, ya me piqué conmigo mismo y me quería superar todo el rato”, resume José recordando su etapa de estudio.
En esta etapa, él tenía FP de 16:30 a 22:00 de lunes a viernes y trabajaba de 6:00 a 14:00 o de turno de noche, pues él tiene turnos rotativos. “Cuando me tocaba el turno de tarde, lo cambiaba con algún compañero. La verdad que me han dado facilidades. Pero si pillaba ese turno de tarde o fines de semana o festivos, no había ningún problema”, explica el trabajador. Y es que José, por contrato, trabaja seis días seguidos “ya sea fines de semana o festivos” y libra otros cuatro seguidos. Así, durante todo el año.
Pregunta.– ¿Y cuándo veía a sus hijas?
Respuesta.– Pues procuraba dedicarles los fines de semana y entre semana si trabajaba de noche, por ejemplo, al menos procuraba llevarlas al colegio por la mañana para estar un poco con ellas. Luego dormía un poco porque tenía clase a las 16:30.
El broche de oro a esos años de esfuerzo de José Cancela “apoyado” por su familia llegó con el Trabajo de Fin de Grado Superior. En él, diseñó una tabla surf a escala real, absolutamente funcional, y la fabricó. En esta ocasión, el trabajo lo hizo con su compañero, Felipe Baño, y ambos obtuvieron el 10. “Nuestro diseño se basaba en tablas de surf destinadas a una persona de alrededor de 1,80 metros, que es lo que medimos más o menos. Vimos varios diseños y fuimos inspirándonos para diseñar la nuestra y luego hacerla con la máquina y de manera manual”, añade el estudiante.
P.– ¿Ha surfeado con ella?
R.– Mi compañero sí la ha probado, pero yo no.
Igual no la ha probado por falta de tiempo, porque, como se ha contado, José Cancela, con 44 años, no sólo es padre de familia con dos niñas pequeñas, sino que también trabaja y ha sido galardonado con el Premio Extraordinario de FP de Galicia. Ahora y gracias a este reconocimiento también podrá aspirar al nacional. Algo que es consecuencia del apoyo de su familia y de los “buenos profesores” que le ayudaron mucho en la FP “gracias a su profesionalidad y dedicación”.