La aprobación del nuevo Reglamento General de Circulación y la proliferación de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) que, desde 2022, empiezan a extenderse por España, trae consigo también la renovación de algunas señales de tráfico para 2023. La DGT quiere hacer más comprensibles y modernas las placas viales de su catálogo de señales. Alertar de la presencia de controles de velocidad mediante medios aéreos para evitar multas, señalar la presencia de jabalíes en carretera o indicar las estaciones de servicio con tecnología GLP y recarga eléctrica son sólo algunas las numerosas inclusiones más recientes cuyo significado es bastante sencillo de comprender.
"Queremos mantener la señalización como instrumento básico para la Seguridad Vial de forma que transmita fácilmente información de interés sin generar mensajes o significados confusos", asegura la Dirección General de Tráfico en un comunicado.
Sin embargo, algunas de estas nuevas señales, que desde junio se han ido incluyendo en los nuevos tramos de carretera o en sustitución de las placas ya existentes que están más deterioradas, incluye dos de advertencia de peligro que requieren de una explicación más extensa, pues su significado no es del todo evidente en un primer vistazo.
Una de ellas es la P-33 de visibilidad reducida, que muestra un coche que se sumerge en once pequeñas líneas negras. Esto significa que el conductor entra en un tramo en el que frecuentemente la circulación se ve dificultada por una pérdida notable de visibilidad debido a niebla, lluvia, nieve o humo. La anterior placa, con el mismo significado, mostraba la parte trasera de un vehículo rodeado de pequeñas esferas, lo que podía confundir a los usuarios con posibles caídas de objetos o piedras. De no llevar los antiniebla puestos en caso de necesidad, la multa puede ascender a 200 euros.
La segunda señal, la P-35 de trenzado, alerta de la proximidad de un tramo comprendido entre una confluencia y una bifurcación donde se producen distintos movimientos de cambio de carril por parte de los vehículos, cruzándose sus trayectorias y aumentando por ello el riesgo de que se produzcan colisiones. Es, simplemente, una señal informativa y, por tanto, no lleva ningún tipo de multa aparejada, salvo que se cometa alguna otra infracción grave durante la conducción.
"Una vez que entra en vigor la modificación del Reglamento de Circulación, las administraciones pueden instalar las nuevas señales", señala Antonio Pérez Peña, jefe del Servicio de Señalización de la Dirección General de Carreteras (MITMA). "No será necesario sustituir ninguna de las existentes, salvo aquellas que sea necesario por motivos de mantenimiento. Entonces, si se tratase de una señal cuyo diseño se ha modificado, se instalaría la nueva".
Dado que el nuevo Reglamento ya está aprobado, es posible que los conductores comiencen a encontrarse en carretera estas nuevas señales de tráfico de la DGT cuyo principal objetivo, insisten desde la agencia de gobierno, es garantizar la seguridad de los conductores a través de una mejora de la comprensión de la señalización vial.