España es un país de viñedos. Miles de hectáreas sembradas de vides inundan regiones por completo, incluso aquellas zonas olvidadas, como las de Segovia y Soria, han vuelto a reverdecer con su uva característica. En un sector en el que la oferta supera a la demanda, las bodegas buscan ese valor añadido que haga que el consumidor se decante por su botella antes que por la de la competencia. Y en esto, los Rioja son los reyes de los caldos españoles. Entonces, ¿por qué hace unos días se dieron algunos titulares que decían que los de Castilla y León les habían superado en ventas?
La disputa procede de un informe de la consultora Nielsen IQ, encargado desde la Consejería de Castilla y León, que determina que los vinos de esta región habían desbancado a los Rioja de la primera posición, sobre todo por el tirón de la denominación de origen (DO) Ribera del Duero y la DO Rueda. La región castellana, de esta forma, se situaría líder del mercado nacional respecto a los canales tradicionales de alimentación y hostelería, con un volumen de ventas del 27,6%, mientras que los Rioja se quedan muy cerca, en el 27,5%. Pero, ¿por qué ha levantado tanta polvareda este análisis?
“Es un poco chusco hacer este tipo de comparaciones”, inicia su diatriba José Luis Lapuente, director general del consejo regulador de la DO calificada (DOCA) Rioja. Conoce bien este informe de Nielsen IQ, para él no es nuevo, aunque sí la metodología seguida: “Hay que pensar que Castilla y León tiene 16 denominaciones de origen, y entre ellas algunas bastante conocidas como Toro, Bierzo, Ribera o Rueda. Han añadido algunos vinos de pago y calidad y con todo ese paquete se comparan con los Rioja”.
En efecto, comparar los vinos de una comunidad autónoma con los vinos de una denominación de origen no parece lo más preciso, de primeras. Sobre todo, teniendo en cuenta que los Rioja no se encuadran únicamente en La Rioja como tal, sino que también abarcan áreas del País Vasco y Navarra.
Esa parcial homonimia explotada en el informe es lo que podría llegar a confundir al potencial consumidor a la hora de elegir el vino con el que acompañará su velada. “Sí, recibimos la información con cierta contrariedad porque nos parece muy ventajista, y más cuando algunos periodistas titulaban con esos datos que no se corresponden entre sí únicamente para provocar la lectura del artículo”, sostiene Lapuente.
De todas formas, el director general de la DOCA Rioja está tranquilo, pues es consciente de que un consumidor medio de los mejores caldos sabrá diferenciar entre churras y merinas, que es lo que se ha juntado en el informe de la consultora. “Esto ni mucho menos nos traerá una bajada de ventas porque tenemos una posición muy sólida en el mercado nacional”, apunta.
[Uno de los grandes símbolos de Rioja cumple 50 años: la historia de una bodega en evolución]
Líderes del mercado internacional
Pero no solo respecto al interior. Los Rioja son la DO más expuesta al mercado exterior. Prácticamente, un 40% de estos vinos se venden fuera. “Estamos muy por delante de otros vinos tranquilos. Si nos comparamos con los Ribera o Rueda, estos se quedan a la mitad, no llegan al 20% de exportación”, puntualiza el propio Lapuente. Del mismo modo, los dos últimos años han servido a la DO para afianzarse en su posición de liderazgo: en 2022 cerraron con las mismas cifras que 2021, siendo líderes en cuota de mercado.
Por otra parte, España cada vez es más rica en vino. Los caldos se perfeccionan y se enfocan a nichos cada vez más especializados. Cuando hay más oferta que demanda, las bodegas deben ofrecer algo más que un buen producto de calidad. Por eso, tal y como comenta Lapuente, las experiencias que trascienden el propio vino están a la orden del día en el sector. Sin ir más lejos, el enoturismo cada vez es una de las opciones de ocio más valoradas y frecuentadas por gran parte de la sociedad.
Los Rioja, un referente
Un año antes de la pandemia, las bodegas de Rioja, que no de La Rioja, recibieron 860.000 visitas. Aquello fue en el 2019. En 2022, la cifra se acercó, quedándose en las 750.000 visitas. “Cuando una panoplia de argumentos de valor se ofrece en el lugar de origen, acompañada de la gastronomía y el paisaje, se convierte en ese plus que hace que el consumidor nos elija”, incide el director general de la DOCA Rioja.
En definitiva, esta DO no solo es la más antigua del panorama español, sino aquella que ha ido abriendo camino a las demás. Según Lapuente, los vinos Rioja han marcado las necesidades, el control de las añadas, las categorías que existen. “Ahora parecen cosas muy normales y habituales, pero son fruto de nuestro afán de superación que, incluso, ha provocado las regulaciones que tenemos”, concluye.
Un informe al que le faltan datos
Los vinos de la DO Ribera del Duero también gozan de buena fama en España. Se trata de una de las 16 denominaciones de origen de Castilla y León incluidas en el informe de Nielsen IQ que, en teoría, desbancaron de la primera posición a los Rioja. “Estos datos hay que cogerlos con pinzas, porque se compara una DO con una región autónoma”, dice Miguel Sanz, director del consejo regulador de la DO Ribera del Duero, sobre el análisis encargado por parte de la Consejería de Agricultura castellanoleonesa.
Sanz añade que estos datos tan solo recogen lo que es el sector de la alimentación y la hostelería. Es decir, mide el volumen de ventas siempre y cuando se lea el código de barras de las botellas. ¿Qué problema hay con ello? El mismo Sanz responde: “Hay muchos datos que se quedan fuera, como la venta online, que cada vez es mayor, o lo que se vende en las vinotecas o las tiendas gourmet, o incluso las botellas que se venden directamente en las bodegas”.
Asimismo, el director del consejo regulador de la DO Ribera del Duero admite que, aun siendo más favorables las cifras respecto al volumen de ventas, no sucede así en cuanto al valor. “Desde mi punto de vista, ese es el dato más importante, que indica si vendes vinos de calidad, de alto valor añadido o no. El año pasado fue complicado por la subida de los precios de las materias primas, pero otros años sí que ha ido bien. En 2021, al salir de la pandemia, la capacidad de consumo de la población se notó al comprar estos vinos de alto valor añadido”, se explaya el experto.
En realidad, en la mente del consumidor ni siquiera existe la idea de “vinos de Castilla y León”, pero sí la imagen de un Ribera del Duero, un Toro o un Rueda. “Entiendo que los Rioja estén algo molestos con este informe, porque no son comparaciones precisas, ni mucho menos. Todo el país le tiene que estar agradecido a esta denominación de origen porque es la vívida imagen del vino español en el mundo”, sentencia Sanz. En resumidas cuentas, desbancar a los Rioja no será tarea fácil, ni incluso posible en el medio plazo, por muchos informes que comparen datos desajustados para, por un momento, hacer creer lo contrario.