Castori Cuello es una compradora habitual de Joaquín Barroso, en el centro de salud de Olivenza (Badajoz). Ella venía de ganar 1.000 euros en los rascas de la ONCE el martes y el miércoles por la tarde decidió echar un eurito más, a ver si había suerte y repetía premio. Esta vez el premio fue de 7,50 euros y, por qué no, lo volvió a intentar.
Le pidió a Joaquín un rasca millonario, de los que valen 5 euros —ya saben lo que dicen: el dinero del juego para el juego— y comenzó a descubrir los números. Había suerte ganadora y el vendedor pensaba que le habían tocado 5.000 euros. Él terminó de rascar ese premio y se dio cuenta de que se había equivocado. La cifra no era de cuatro números, sino de seis: 500.000 euros, el mayor de los premios, para la ganadora de este popular juego de la ONCE.
"Eso fue un caos", recuerda Barroso en conversación con EL ESPAÑOL. La alegría y el júbilo dieron paso a las fotos, a los mensajes y a las llamadas de los periodistas. Joaquín ya tiene ganas de dejar atrás incluso el premio, que le andan molestando y preguntándole incluso en sus días de descanso. Él atiende amablemente, pero tiene ganas de pasar página.
Lleva seis años trabajando para la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE). Desde el año 2017, informa la asociación. Para Joaquín ha sido su primer gran premio, aunque espera que no sea el último. "Me gustaría dar uno más gordo, sí", expone a este periódico.
Difícil empresa teniendo en cuenta lo que repartió. El Rasca Millonario es uno de los juegos de la lotería instantánea de la ONCE. En él se pueden conseguir hasta 500.000 euros con un solo boleto, que tiene un precio de 5 euros.
Para ganar, el número de la banca debe coincidir con el del jugador. Además, se pueden encontrar uno de los símbolos especiales. Los premios van desde los 500.000 hasta cifras más bajas como 1.000 euros.
Estos premios son comercializados por 19.000 agentes. Entre ellos se encuentra Joaquín, que esta vez tuvo la suerte de repartir 500.007,5 euros en apenas unos minutos con dos boletos distintos.
Una ganadora, tres premios
Lo curioso de esta historia no es simplemente que el mismo cuponero vendiera dos premios. Es que, además, la ganadora se hizo con tres premios en apenas 24 horas.
El martes consiguió uno de 1.000 euros y luego los dos mencionados. En total, libre de impuestos, el montante alcanzado es de 410.000 euros.
Castori asegura que no despegará los pies del suelo. "El dinero que viene fácil, fácil se va", comenta. Lo primero, como casi siempre, será tapar algunos agujeros, después ayudará a sus hijos y luego se dará un par de caprichos: poner una piscina en su parcela y viajar a una feria de marisco que se celebra en Galicia. Lo que sobre quedará a buen recaudo en el banco.
A sus 48 años, la oliventina ha estado toda su vida trabajando en el campo. Sin embargo, dos hernias discales y una enfermedad digestiva le han obligado a pedir la baja por enfermedad.
Ahora se ha convertido en una especie de musa mística para todo el pueblo. En Olivenza todos quieren que ella toque otro boleto para ver si les da suerte.