Se abre la sesión. Las miradas recorren la Sala 3 de la Audiencia Provincial de Madrid para detenerse en la mesa del acusado. Allí se ubica Rafael Escobedo, presunto asesino de los marqueses de Urquijo. Sin embargo, en aquella tarde de julio de los años 80, no es Escobedo quien acapara los focos, sino el hombre que, como cara visible de la defensa, le acompaña.
Abundante bigote, pelo engominado con destellos rojizos, corbata a rayas oblicuas, americana a cuadros… Los rasgos llamativos de este letrado parecen no tener fin. Mientras apura un cigarro, observa con tranquilidad la sala, expectante. Por fin llega el momento en el que se conoce su nombre: Marcos García-Montes.
Más de 40 años después, el nombre y la apariencia de García-Montes regresa a la palestra, al primer plano mediático. Después de participar en multitud de casos celebérrimos, la familia de Daniel Sancho, presunto asesino de Edwin Arrieta, ha contactado con el prestigioso abogado para que coordine la defensa del cocinero español. Junto a los servicios tailandeses, tratará de lograr el mejor resultado posible para él.
El ‘abogado de los famosos’
En la página web del Bufete Jurídico Marcos García-Montes se reseña la trayectoria del letrado con varias estadísticas. Una cifra destaca sobre las demás: 11.289 casos ganados. Entre ellos, aparecen varios procesos sonadísimos, sucesos y escándalos legendarios de nuestro país. El caso Wanninkhof, el caso Malaya, el caso Rumasa…
Cada uno de los mediáticos casos en los que participaba le iba convirtiendo en un sospechoso habitual. A todos les acabó sonando su llamativa imagen, sus estrafalarias ropas y su frondoso mostacho. El letrado, que cuenta con una extensa formación en Derecho y Criminología, se hizo un hueco en el imaginario popular… y en el directorio telefónico de las celebridades.
Como él mismo cuenta, un profesor le reprendió por ser “un abogado romántico que se involucra demasiado en los asuntos”. En una entrevista con la revista de moda Luna y Sol, hace gala de esta frase, aduciendo que, para él, “es un honor implicarte en un asunto sin asumir como propio el dolor ajeno”.
Tal vez esta empatía explique que famosos como Isabel Pantoja, Carmen Sevilla o Bertín Osborne hayan recurrido a los servicios del madrileño para distintos asuntos. Por ejemplo, Pantoja contrató a García-Montes para defenderlo frente a las acusaciones de blanqueo de capitales a raíz del caso Malaya. Otros como Osborne o Cayetano Martínez de Irujo se sirvieron del letrado para defender su derecho al honor y a la imagen personal.
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Para García-Montes, además, el contacto con los periodistas no supone ningún problema. En repetidas ocasiones ha comparecido en ruedas de prensa, ante multitud de periodistas, para dar las claves de los casos. Seguramente su comunicación mesurada y profesional, junto al ‘amor’ que le tienen las cámaras, haya convencido a más de un famoso. No hay mejor socio para las celebridades cuando entran en el juzgado.
Las aficiones del abogado
La vida de García-Montes no se reduce al ámbito jurídico. De hecho, el letrado es un consumado guitarrista, capaz tanto de arrancarse por bulerías como de hacer llorar las cuerdas al más puro estilo de Los Beatles. A pesar de definirse como un “músico normalito”, García-Montes confiesa que llegó a compartir escenario con Paco de Lucía, allá cuando este todavía era un niño prodigio.
A día de hoy, colabora con diversos proyectos enfocados en el rock y, según cuenta en la entrevista mencionada, forma parte del grupo homenaje de Los Íberos, legendaria formación de los años 60. Más de un aficionado a la crónica negra ha quedado sorprendido al ver que García-Montes pasea su bigote también por salas de conciertos y festivales en los que comparte cartel con Los Pekenikes o Los Brincos.
Un nuevo caso mediático
Recientemente, García-Montes apareció en el canal de Youtube Estado de Alarma TV para analizar el caso de Daniel Sancho y dar su opinión sobre el porvenir del acusado. “Les aconsejo que busquen un buen abogado en España”, recomendaba a la familia desde esta plataforma. Dos semanas después, parece que Rodolfo Sancho y sus allegados han tomado buena nota de sus declaraciones.
En este mismo programa, el diplomado en Criminología no se mostraba muy esperanzador en torno a las posibilidades de Sancho de evitar la pena capital: “la condena a muerte es más que viable y posible”, admitía. Sin embargo, como recordó, el rey tailandés lleva evitando su aplicación a través de indultos desde hace varios años.
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De todas formas, García-Montes no perdió ocasión para ofrecer un nuevo consejo a Daniel Sancho. “Lo que más le conviene es contar la verdad con arrepentimiento”. ¿Y cómo se demuestra el arrepentimiento? “Tiene que aportar una confesión de los hechos relevante para la investigación, señalando donde tiró las partes del cuerpo que faltan y colaborando en todo lo que le pidan”, proseguía el letrado.
En ese momento, sugiere que el paso más razonable para la familia pasa por hacerse con una buena representación jurídica en España. “Principalmente para establecer una colaboración estrecha con los servicios tailandeses en lo que se refiere a la condena y a la extradición”, desarrollaba.
A partir de su contratación como abogado del cocinero, García-Montes se encargará de que todos estos pasos se lleven a cabo de la mejor manera posible. Para él, la condena de Sancho será rebajada, vía indulto, a cadena perpetua. En ese momento, se solicitará su traslado a España, donde cumpliría el resto de la pena. En total, estima, “pasará cinco o seis años en la cárcel tailandesa”.