Buran, en la imagen difundida por la Policía Nacional solicitando información ciudadana.

Buran, en la imagen difundida por la Policía Nacional solicitando información ciudadana. E.E.

Reportajes REPORTAJES

Buran, la iraní que quería trabajo en Jerez asesinada y descuartizada por un octogenario reincidente

La mujer, de 64 años, desapareció hace dos meses del albergue en el que vivía: mantenía relaciones esporádicas a cambio de dinero con Miguel, su asesino confeso, quien había pasado 15 años en prisión por matar a otra persona.

29 agosto, 2023 02:43

El cadáver de la mujer apareció este domingo desmembrado y en bolsas de plástico, en un pozo de riego agrícola en una finca de Jerez de la Frontera (Cádiz). A gran profundidad y cubierto de escombros, para dificultar que fuera hallado. Las pruebas de ADN no lo han confirmado todavía, pero sí Miguel, un hombre de 78 años de edad quien, tras ser detenido, ha confesado a la Policía Nacional ser el autor del crimen de Buran Fouruzam, una iraní de 64 años afincada en la localidad andaluza desde 2020.

Nada más hallarse el cuerpo, el hombre fue detenido y acabó contándole a los agentes que había vuelto a matar. Porque Miguel, según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, ya había pasado 15 años en prisión por asesinar a otra persona, aunque este crimen no lo perpetró en Jerez de la Frontera.

Buran Fouruzam desapareció sin dejar rastro el 6 de julio: fue su hermana Susan, que reside en un pueblo de Toledo, quien denunció a la Guardia Civil su desaparición al no poder contactar con ella por teléfono y sospechar que esa actitud no era propia de Buran y tenía que haberle pasado algo. La mujer era muy activa en redes sociales, donde subía vídeos, canciones y criticaba el uso del burka, del hiyab y al régimen político iraní. Su última publicación es de la víspera de su desaparición. Después se la tragó la tierra.

[Encuentran el cadáver de una mujer en el fondo de un pozo de una finca de Jerez de la Frontera]

Nacida en 1958 en Tehran (Irán), la mujer era viuda y tenía, además de su hermana en Toledo, una hija, Sara, que vive en Madrid. En Jerez de la Frontera había trabajado de todo: desde guardesa en fincas agrícolas a la hostelería. De hecho, buscaba trabajo como pinche de cocina. "Experiencia y seriedad", rezaba el anuncio que publicó el pasado 18 de mayo. La mujer pasaba necesidades económicas y había acabado viviendo en un albergue de la localidad. Saliendo de él tras pernoctar fue la última vez que fue vista con vida.

Fuentes cercanas al caso cuentan a EL ESPAÑOL que la mujer mantenía relaciones esporádicas a cambio de dinero con quien acabaría matándola. El caso, por tanto, no se investiga judicialmente, de momento, como violencia de género sino como asesinato, al no mediar entre ella y su asesino un vínculo sentimental sino puramente comercial. 

Su desaparición, súbita y sin dejar rastro, pronto activó todas las alarmas. Se interrogó a conocidos y desde el principio, por sus antecedentes, el octogenario estuvo en el foco policial. Al pasar un mes sin poder dar con ella, la Policía Nacional decidió difundir en sus redes sociales un aviso para localizarla.

[Encuentran el cadáver de un hombre en una finca de Cuenca capital]

La publicación iba acompañada de una foto y de su descripción física: piel blanca, complexión delgada, 1,60 metros de altura, 55 kilogramos de peso, cabello corto, rubio y rizado, ojos verdes, usa gafas graduadas y necesita medicación. "Podría haber desaparecido de forma involuntaria, forzosa y con riesgo para su vida". La contundencia del mensaje, según fuentes de la investigación, también buscaba que el sospechoso se pusiera nervioso, "que se activase y diera un paso en falso", como así ha acabado ocurriendo.

Las mismas fuentes subrayan a este periódico que sabían que el cuerpo de Buran se encontraba donde finalmente fue hallado, en algún lugar de las 10.000 hectáreas del Cortijo de Ducha, al norte de la localidad y cerca del aeropuerto. La propiedad, con instalaciones hoteleras y hosteleras en una alquería reformada, se encuentra cerrada, y por tanto, alejada de ojos curiosos. Perteneció al grupo de empresas Romero Caballero y está a la venta en la inmobiliaria de una entidad bancaria por 3,2 millones de euros.  

Agentes de la Policía Nacional, junto al pozo en el que se halló el cadáver de Buran.

Agentes de la Policía Nacional, junto al pozo en el que se halló el cadáver de Buran. Policía Nacional

El hombre poseía otra finca agrícola en las inmediaciones del cortijo. Era, por tanto, un entorno que conocía y controlaba, idóneo para deshacerse del cadáver y que no fuera encontrado en mucho tiempo. Pero nada más publicarse el anuncio policial de la desaparición de la mujer, el hombre, principal sospechoso y sometido sin saberlo a vigilancia policial, comenzó a hacer "movimientos" extraños por el lugar, tal y como confiaba la Policía. En concreto, en torno al pozo, que se encuentra junto a un camino que bordea la propiedad. 

No se le detuvo hasta el domingo, cuando a primera hora de la tarde los agentes de la Unidad de Subsuelo y la Policía Científica, con apoyo de la Unidad de Medios Aéreos empezaron a extraer bolsas de plástico del pozo. De inmediato, el sospechoso fue detenido. Ya en Comisaría acabó confesado tanto el crimen como la identidad de la mujer. 

Será autopsia, cuyos resultados aún no se conocen, la que determine cómo acabó el hombre con la vida de Buran. La investigación, declarada secreta, está siendo realizada por funcionarios adscritos a la UDEV (Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta) y de la brigada de la Policía Judicial de la Comisaría de Jerez.