La polémica generada tras el beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso se tradujo en el atrincheramiento de la madre del presidente de la RFEF en una iglesia de Motril para hacer huelga de hambre. Ángeles Béjar, que llevaba tres días encerrada, tuvo que ser trasladada al hospital Santa Ana de Motril tras sufrir “una crisis”, según confirmó el párroco de la iglesia. Sin embargo, justo cuando un reportero se disponía a grabar el suceso, este vivió uno de los momentos más tensos de su carrera profesional y, seguramente, personal.
Tras darse a conocer el supuesto traslado de la madre de Rubiales a dependencias sanitarias, el periodista de 'Así es la vida', José Domingo Bueno, se dispuso a preguntar a los lugareños de Motril sobre la posible puerta trasera por la que supuestamente salió Ángeles. Este, con el objetivo de recoger diferentes testimonios de los vecinos, decidió entrevistar a una vecina del pueblo.
Tras asegurar que no tenía conocimiento de otra puerta en la iglesia, y mostrando nula empatía hacia Jenni Hermoso, la mujer anónima cometió un acto completamente indignante y reprochable ya que intentó besar y tocar las partes íntimas a Bueno. Aprovechando su intervención, la interventora lanzó un importante alegato: "No es normal que crucifiquen a un hombre que ha llevado a España a ganar la Copa del Mundo, mierda. ¡Pero que miréis eso más bien que ir detrás de él por un piquito! A ver, te voy a dar un piquito a ti". En ese momento, se acercó a Bueno para besarle los labios; mientras tanto, el reportero no tuvo más remedio que retirarse para que la mujer no llevara a cabo su intención, sin consentimiento alguno.
Atónitos con sus actos, el suceso no terminó ahí. La desconocida continuó diciendo: "Yo puedo hacerte todo lo que quiera, soy una mujer. Como cogerte de los huevos si quiero, ¡mira! ¿Y un hombre no puede? Pobre...". Del mismo modo, la defensora de Rubiales intentó posar sus manos en las partes íntimas del periodista, quien volvió a distanciarse ante esta situación tan surrealista.
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La estupefacción de Bueno fue absoluta. Además, este quiso subrayar la gravedad de "minimizar un acto tan inapropiado" como besar a alguien sin su consentimiento y tratar de imitarlo sin ningún pudor.
Huelga de hambre
Ángeles Béjar, madre del presidente suspendido de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), decidió hacer huelga de hambre y encerrarse en la iglesia de la Divina Pastora de Motril, con el objetivo de reclamar justicia para su hijo. Sin embargo, tras tres días de atrincheramiento tuvo que ser trasladada al hospital Santa Ana de Motril, donde fue ingresada en el servicio de urgencias en observación.
La madre de Rubiales tenía previsto realizar en la tarde del miércoles una comparecencia ante los medios de comunicación cuando se le presentó una crisis ocasionada por la enfermedad crónica de riñón que padece y agravadas por los tres días de encierro y de huelga de hambre que llevaba. Según aseguró el cura de la iglesia, Ángeles Béjar estaba "supercansada y con mucha conmoción, no sólo a nivel anímico. Tenía angustia y estaba mareada".
Béjar, que llevaba tres días sin comer en protesta por la suspensión de su hijo, presentaba una importante hinchazón en las piernas, pudiéndose haber ocasionado por la acumulación de líquidos, vómitos, mareos y angustia, así como un fuerte malestar físico que motivó que el médico que la trató en la iglesia donde secundaba el encierro recomendara el traslado inmediato a un centro sanitario.
Actualmente, la madre del presidente de la RFEF se encuentra estable en casa ya que fue dada de alta la pasada noche del miércoles. Béjer ha respondido de forma satisfactoria al tratamiento y esto ha hecho que la paciente mejore en el cuadro clínico por el que fue ingresada.