Los radares en las carreteras españolas van en aumento para reducir el número de accidentes en las vías. Casi 3.000 radares se encuentran por todo el territorio nacional, más de 2.000 son fijos y 243, son de móvil y cinturón de seguridad. Mientras que 400 radares corresponden a semáforos, como apunta el II Observatorio de Radares elaborado por Coyote.
En 2022, la Dirección General de Tráfico (DGT) recaudó en multas 5.542.178 millones de euros, un 15,6% más que un año antes. Esta supone la mayor recaudación que se ha llevado a cabo en la DGT en los últimos 10 años.
Las multas de tráfico son uno de los principales problemas que se pueden encontrar los conductores que de forma habitual circulan por las carreteras de España. Además de una sanción económica, los conductores también se enfrentan a una pérdida de puntos en el carnet de conducir.
¿Qué tipos de radares están ocultos? En la actualidad, se pueden encontrar varios tipos de radares para avisar de las infracciones de tráfico. En primer lugar, se encuentran los coches y las motos patrulla, que son vehículos identificados por la DGT o la Policía Municipal o Local con un radar.
Se pueden identificar visualmente observando los modelos de sus vehículos. Estos suelen ser Fiat Ulysse y Citroën C8-, Citroën C4 Picasso, Toyota Land Cruiser. Sin embargo, en los nuevos modelos de Multaradar C, se incluyen el radar y el flash en la parte frontal del coche.
Cómo detectar los radares ocultos en las carreteras
Hay que fijarse bien para poder observar otro tipo de radar que se encuentra en el techo al lado de la sirena. Así podrás evitar una multa si tienes controlado dónde se sitúan estos radares.
Aunque no todos los radares van sujetos a un vehículo, también se encuentran en un trípode. De esta manera, son menos visibles porque pueden ser colocados en lugares más ocultos como detrás de los coches.
[Qué son los radares de cruce: la última 'arma' de la DGT para vigilar y multar a los conductores]
Sin duda, se trata de otra forma de controlar la superación del límite de velocidad en las vías, sobre todo, al pasar delante del radar porque emiten dos focos de láser en paralelo si se trata del modelo Autovelox. Por ello, es complicado localizarlos porque también pueden ubicarse detrás de los puentes o marquesinas de autobuses.
El tipo de radar que se puede apreciar de forma más visual son las pistolas láser. Estas miden la velocidad de los vehículos por la noche y suelen estar apoyadas en un trípode o, incluso, sujetas por las manos de un agente. Si detectan una infracción en la velocidad de circulación, los radares envían un rayo láser hacia el vehículo y comprueba la velocidad después de medir el tiempo que tarda en llegar el láser a las pistolas.
Otro de los controladores de tráfico de la DGT son los helicópteros Pegasus, que están desarrollados por una tecnología militar. En esta ocasión, miden la velocidad desde los 300 metros en el aire y pueden sancionar si el vehículo supera la velocidad permitida. Además, el helicóptero tiene dos cámaras, una que graba y otra que fotografía la matrícula.
Observarlos puede resultar complicado porque suelen volar a mucha altura, pero se puede detectar por el ruido y por su color azul y amarillo. Este enfoca la parte trasera de los coches.
La DGT también cuenta con coches camuflados que se ubican en las autovías y tienen un sistema radar. Una de las formas que utilizan para detectar que se pasa el límite de velocidad es fijarse cuando les adelantas en la carretera. Por otra parte, suelen estacionar en el arcén, en los puentes o a la salida de los túneles.
Los modelos que más utiliza la Guardia Civil en sus coches son el Seat Exeo, Nissan Qashqai, Peugeot 508, Toyota Avensis, Opel Insignia, Citroën C5, Ford Mondeo y Focus, Seat Altea, Renault Mégane, Laguna o Mercedes Clase C. Hay que destacar que la forma de detectar los radares es sencilla, basta con observar si los vehículos llevan una semiesfera de color negro en la parte frontal del vehículo.