El 17,2% de los jóvenes españoles entre 18 y 24 años no están siendo educados, están trabajando o se están formando de alguna manera. Esto supone que España tiene 2,5% más de ninis –jóvenes que ni estudian ni trabajan– que la media de los países de la OCDE, donde el 14,7% de los jóvenes se encuentra en esta situación.
Así lo recoge el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) Panorama de la Educación 2023 que también defiende que reducir las tasas de ninis entre los jóvenes “es un desafío especialmente importante” en todos los países.
Precisamente, la OCDE advierte de que aquellos que se convierten en ninis “enfrentan peores resultados en el mercado laboral más adelante en la vida que sus padres que permanecieron en la educación o formación a esta edad”.
A pesar de que el porcentaje de ninis en España es superior a la media de los países de la OCDE, la proporción de los jóvenes españoles que ni estudian ni trabajan ha disminuido respecto al año anterior, ya que en 2021 fue del 19%, casi dos puntos menos que en 2022.
El informe también destaca el 27% de jóvenes de 25 a 34 años en España tiene como máximos estudios de Educación Secundaria Obligatoria (E.S.O.), por el 14% de la media de la Unión Europea que ha abandonado la educación sin obtener un título mayor. O lo que es lo mismo, España, con este dato, lidera el ranking de jóvenes que no siguen estudiando más allá de cumplir los 16 años.
Sube la tasa de escolarización
El informe destaca, por otra parte, que la tasa de escolarización de la población entre 15 y 19 años se sitúa en el 87,9% (datos de 2021), 6,1 puntos porcentuales más que hace una década. Esta cifra supera la media de los países de la OCDE del estudio (84,0%) y está en niveles similares a la media de los 25 de la Unión Europea incluidos en el mismo (87,7%).
La tasa de escolarización es también comparativamente más alta en España en la etapa de primer ciclo de Infantil: el 24,7% de niños y niñas menores de dos años acuden a la escuela (frente al 18,0% en la media OCDE y el 11,8% en la UE25), así como el 56,2% de los que han cumplido los dos años (frente al 43,0% en la media OCDE y el 37,3% en la media UE25).
España, por debajo en gasto
Asimismo, España, en todos los niveles educativos, gasta 10.348 euros al año por estudiante a tiempo completo, mientras que el promedio de los países de la OCDE es de 11.766 euros.
Esto supone que los países de la OCDE gastaron en promedio un 5,1% de su Producto Interior Bruto (PIB) en instituciones educativas. En España, la proporción correspondiente fue similar, del 5% del PIB.
En toda la OCDE, a lo largo de la Educación Primaria y Secundaria, el tiempo de instrucción obligatoria total asciende a un promedio de 7.634 horas. En España, el tiempo total de instrucción obligatoria es mayor, llegando a las 7.925 horas.
En este punto, el informe matiza que, debido a la pandemia de la Covid-19 que creó desafíos "sin precedentes" para los sistemas educativos en todo el mundo, el gasto en instituciones educativas por estudiante a tiempo completo (incluyendo el gasto en investigación y desarrollo) aumentó un 0,4% de 2019 a 2020, mientras que en España aumentó un 0,8%.
Educación infantil
Para la OCDE, la participación en programas de Educación Infantil de alta calidad tiene un "efecto positivo en el bienestar, el aprendizaje y el desarrollo de los niños en los primeros años de sus vidas". Así, apunta que en España el 56% de los niños de dos años están inscritos en Educación Infantil, porcentaje que aumenta al 94% para los niños de tres años y al 97% para los de cuatro y cinco años.
Por otro lado, el informe subraya que en todos los países los graduados de Bachillerato tienen más probabilidades de estar inscritos en educación formal un año después de su graduación que aquellos que se graduaron de un programa de Formación Profesional.
En concreto, en España el 87% de los graduados de Bachillerato continúan formándose un año después de su graduación, en comparación con el 50% de los graduados en Formación Profesional.