El plátano de Canarias ahora es azul. No es ficción. A día de hoy, el producto más emblemático del archipiélago ya no sólo se cultiva en el tradicional color amarillo o en el también novedoso color rojo, sino que ya crecen 80 plantas de la variedad Musa blue java en el rico suelo volcánico insular. Son aún pocas, pero las piñas de plátano azul están ya listas para ser recogidas y deleitar a los consumidores con su sabor a “vainilla”, como describen las personas que rodean el ambicioso proyecto.
Una de ellas es el agricultor Eduardo León (La Palma, 1977), quien se ha convertido en el primer y único agricultor de plátano azul de las islas Canarias –y de España–. “En la actualidad tengo 14.000 plantas de plátano amarillo, 750 de plátano rojo y 80 de plátano azul”, cuenta el fruticultor a EL ESPAÑOL. Pero Eduardo no está solo en la misión de introducir esta fruta de origen asiático en Canarias, sino que le acompaña la Federación Agrícola de Sindicatos de Tenerife (Fast) y la empresa Cultivos y Tecnología Agraria de Tenerife (Cultesa).
Este triángulo de cooperación ha provocado la llegada a nuestro país del plátano azul bajo un proyecto aún secreto al que este diario ha tenido acceso en exclusiva. Y es que desde hace dos años Cultesa comenzó a estudiar en su laboratorio la viabilidad de cultivar plátano azul en las islas Canarias, cuyas primeras plataneras se plantaron hace un año en una finca al sur de Tenerife.
“Lo primero que había que hacer era evaluar y comprobar que el material [las únicas plantas de plátano azul] estuviera libre de virus. Este material se encontraba en el vivero La Cosma, en Tenerife, dedicado a la producción y comercialización de ejemplares de frutales exóticos. Al comprobar su garantía sanitaria ya se decidió plantar las plataneras, producidas en el laboratorio agrobiotecnológico de Cultesa, para evaluarlas en condiciones de campo”, explica Leonardo Amador (Tenerife, 1976), doctor en Biología y responsable de I+D+i de Cultesa.
Pregunta.– ¿Por qué este plátano, el Musa blue java que ha empezado a cultivarse en Canarias, es azul?
Respuesta.– Por su genotipo. Es un híbrido del Musa acuminata [plátano malayo] y el Musa balbisiana [plátano rosado] del grupo genético ABB. Por eso tiene ese color. Es más, el color corresponde al recubrimiento de las ceras naturales que tiene el fruto cuando no está maduro. Ese color azul verdoso luego va desapareciendo a medida que avanza el periodo de maduración.
Entonces, como explica el doctor, el plátano azul no es un producto de ingeniería genética, sino que es otra variedad que no se había cultivado en España. “Este plátano es originario del sudeste asiático y su cultivo se extiende a otros puntos como Hawái, Filipinas o Centroamérica”, añade Amador.
Menos largos y “aterciopelados”
Aunque las fuentes consultadas dicen que el plátano azul “sabe a vainilla” –o al menos es lo que dice la teoría–, lo cierto es que no son las únicas características que hacen diferente a este fruto. Por ejemplo, de momento se está comprobando que las piñas de plátano azul son más pequeñas. “Pesarán entre 20 y 30 kilos”, vaticina León mientras que Diego Pérez (La Palma, 1985), explica este medio que “una piña de plátano canario amarillo –el de toda la vida– pesa unos 36 o 37 kilos”.
También son más cortos. “El plátano azul que tengo delante y estoy midiendo, mide 16-17 centímetros, mientras que el plátano canario mide unos 22 o 23 centímetros, y siempre más de 14 centímetros”, apuntala Pérez, un ingeniero técnico agrícola que ya lleva ocho años trabajando para la Fast. Además, otra característica distinta en la cáscara del plátano es su textura “aterciopelada”. “Da esa sensación de polvillo, no es tan tersa como la del plátano amarillo”, describe.
P.– ¿Cómo es el interior del plátano azul?
R.– Su color es amarillo apagado, tirando a blanco.
De la tierra al estudio
En cuanto a la planta, los implicados en el proyecto ya están observando su sensibilidad especial. “Aunque se cultiva igual que la platanera de plátano amarillo y de plátano rojo, es una planta muy delicada y sensible al viento. Además, en este caso no le hemos puesto ningún producto fitosanitario y gracias a Dios no ha habido plagas. De momento, estamos viendo cómo se comporta. A lo mejor el año que viene hay que protegerlas del viento”, indica el agricultor León, el único que se ha atrevido a dedicar algunas hectáreas de sus terrenos a probar el plátano azul.
Su valor y su ambición por apostar por lo desconocido, de hecho, no es una novedad, pues Eduardo León también forma parte del selecto grupo de 24 productores canarios de plátano rojo. Un grupo de fruticultores que han realizado una apuesta a ciegas porque, como explican los técnicos expertos en el cultivo de plátano rojo, “aún se está viendo cómo se desarrolla la planta y no se sabe hasta dónde llegará”.
Puede que en unos años se acredite su inviabilidad. Puede que en el mismo tiempo se produzca un boom que influya positivamente en el PIB canario. No se sabe. Lo que sí se sabe, por lo pronto, es que este 2023 se producirán entre 200.000 y 215.000 kilos de plátano rojo, llegando a los lineales peninsulares de Alcampo a una media de 3,64 euros el kilo y a los canarios a 2,14 euros.
Para ver el plátano azul en los supermercados, no obstante, habrá que esperar algo más. “Un tiempo indeterminado porque está en fase de prueba”, reconoce Diego Pérez, de la Fast. Esta sociedad agraria nacida en 1914 en Tenerife y especializada en el cultivo del plátano de Canarias lo que sí ha hecho es monopolizar el nuevo cultivo de plátano azul. No por nada ha sido una de los principales propulsores.
“El proyecto inició a instancias de la Fast y nosotros [Cultesa] partimos de evaluar unos ejemplares para ver si estaban libres de virus. Luego, decidimos producirlos en el laboratorio biotecnológico y plantarlos hace aproximadamente un año, y ahora estamos haciendo la evaluación de la fenología –crecimiento y desarrollo de planta– para ver cómo crece, qué número de racimos produce, etc. Los resultados preliminares de su cultivo al aire libre muestran que el rendimiento está siendo aceptable con una buena formación de plátano azul. Es un calco de lo que se hizo con el plátano rojo”, incide Amador, de Cultesa.
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El doctor de Biología, en este sentido, muestra su satisfacción por trabajar en “una empresa estratégica para el sector primario de Canarias”. “Sin estos estudios de I+D+i, no podríamos dar a los agricultores alternativas de cultivo”, concluye. Aun así, tiene que haber agricultores que decidan lanzarse a la piscina, como Eduardo León, el único que cultiva el nuevo plátano azul de Canarias. Sus frutos, de hecho, serán vistos por primera vez en Madrid en el Fruit Attraction 2023 que empieza el próximo 3 de octubre. Será la puesta de largo del nuevo plátano azul de Canarias.